Bajo licencia de Creative Commons.
El libro: el amigo que nunca falla
Iván Parro
Hoy todos los amantes y/o aficionados a la literatura y al arte en general celebramos el recuerdo de dos grandes autores, dos grandes escritores a los que conmemoramos este día del libro con múltiples actos y actividades, muchas de las ellas orientadas a recordar la importancia y el valor que tiene el libro en nuestras vidas; y es que parafraseando el título de la película de Corbucci: “Quien tiene un libro tiene el mejor de los amigos”.
Seguro que si hiciésemos un ejercicio de reflexión, si volviésemos por un momento la mirada atrás algunos años, muchos recordaríamos ese primer libro, esas primeras historias que nos marcaron, esos autores que ya forman parte de nuestras vidas como si fueran de nuestra familia. Y seguro que recordaríamos cuánto tiempo dedicamos a pasear en las librerías, a bucear en los puestos de lugares como la Cuesta de Moyano en Madrid (que por cierto está celebrando su centenario), en las ferias de libros de ciudades como la nuestra, dedicando tiempo a ver, ojear, valorar y sopesar la compra de ejemplares, decidiendo si invertir nuestras finanzas en ese conjunto de papeles pegados o en ir de cañas por ejemplo.
¡Cuánto tiempo de nuestra vida hemos dedicado a estar con los libros! ¡Cuánto tiempo hemos pasado leyendo, conociendo personajes, compartiendo historias, dejando volar la imaginación hacia lugares del todo desconocidos! Y cuánto tiempo ciertamente pasamos hoy también con los libros. Éstos nos acompañan en cualquier edad. Siempre están ahí para nosotros. Siempre están dispuestos a que les cojamos, les abramos con cariño y nos relacionemos con ellos como lo hacemos con nuestros mejores sueños, con las más ansiadas ilusiones, con los más profundos deseos.
Para todos aquellos que intentamos con más o menos acierto juntar cuatro palabras con algo de sentido y significado, los libros se convierten en proyectos cumplidos, en ejemplos increíbles de lo que somos capaces de hacer con un poco de creatividad y de imaginación. Cuando cualquier autor (sea del género que sea) observa con agrado y satisfacción que su libro ha salido al mercado manifiesta una alegría indescriptible, sólo comparable a la que se produce cuando somos testigos de algo maravilloso, único, inédito, particularmente especial. Cada libro publicado es un pedazo importante de la vida de cada autor. Cada libro producido es una parte del alma del escritor/a que se quiere compartir con los demás. Cada libro terminado es un trozo de la vida de su autor/a. Y por eso cada libro es especial. Por eso cada libro nos transmite siempre algo (bueno o malo según la ocasión, el momento, nuestras propias circunstancias). Por eso cada lectura puede llenarnos o puede dejarnos indiferentes, porque en cada libro se refleja la personalidad y la idiosincrasia de cada autor.
El libro siempre nos dirá algo, nos transmitirá un legado, nos provocará algo nuevo o ya vivido. El libro es una parte del alma del mundo. Y su latido son las palabras. Y su cuerpo son las historias o conocimientos que nos transmiten. Como observa con gran cierto un sabio proverbio hindú, un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora. Y yo añadiría que un libro sin alma es como un cuerpo sin sustancia, vacío, inexistente.
Que cada uno de nosotros siga siendo también parte del alma del mundo con los libros. Que cada cual siga buscando en los libros. Que cada uno de nosotros pueda seguir creando sin límites, sin barreras, sin fronteras. Y que los libros sigan moviendo al mundo y nos sigan recordando lo especiales que somos.
Cuando te haces amigo de un libro lo tendrás ahí contigo para siempre.
Un libro contiene una parte importante del alma de cada autor/a.
El recuerdo de los autores, historias y personajes nos escoltan y conducen a lo largo de toda nuestra vida.
El libro, compañero inseparable, nos acompañará siempre en los buenos y malos momentos.
Mi libro, mi nuevo amigo, desde hoy deseo vivir contigo todas las aventuras.
“La lectura de un buen libro es un diálogo incesante en el cual el libro habla y el alma contesta” (André Maurois)
- Por lo que yo recuerdo fue
hace 20 horas 53 mins - Tengo mis serias dudas de
hace 1 día 17 horas - pues que eso ya es historia
hace 1 día 17 horas - ¿Que tiene que ver el
hace 2 días 20 horas - Entrevista a Alejo Riñones,
hace 2 días 22 horas - Ya que preguntas Alberto, me
hace 2 días 22 horas - A mi me gustaria saber
hace 3 días 7 horas - Por lo que leo, el autor del
hace 3 días 10 horas - Alguien cercano a Raúl me
hace 3 días 16 horas - La lectura de la ultima
hace 3 días 16 horas
Enviar un comentario nuevo