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La Vuelta Ciclista a España, la aparición de la Virgen y el sueño de Béjar Bike
La Vuelta a España nos ha dejado complacidos y pensativos. Ya al margen del hecho deportivo, que ha sido un regalo para la ciudad, España ha visto a Béjar desde el aire y a los bejaranos desbordados de entusiasmo por la dura prueba protagonizada en su territorio; vio los paisajes de la sierra y escuchó, reiteradamente, el nombre de La Covatilla. No cabe duda alguna de que fue un buen día para todos nosotros y una buena promoción para la estación de esquí. Pero, pasada la contentura, pensar es de una obligación de oficio.
Esos baños de multitudes, el helicóptero pasando, los coches a lo largo de la ruta y los hinchas agitando banderas y corriendo al lado de las bicis, son gratas instantáneas de un buen día; pero son las mismas imágenes que ya hemos visto en los Pirineos y sólo los expertos no podrán recordar de dónde eran. La promoción ocasional de la vuelta, si acaso, recordó a los españoles que hay un lugar al sur de Salamanca que se llama Béjar. Era una competición del ciclismo y eso fue lo que se destacó. La estación de esquí en verano es el peladero que se veía más allá de la meta. Ninguna estación de esquí es un lugar turístico sin nieve, porque no dice nada.
Béjar, por su parte, mostró los encantos de su entorno; pero nadie vendrá sin un verdadero motivo que le haga gastarse el dinero aquí y no en Torrevieja. ¿Podría alguien mencionar una sola razón para venir a Béjar que no sea de paso hacia Sevilla en el ALSA o a visitar a la familia en el “pueblo”? Sin entrar a valorar la potencia de la locomotora bejarana y sus reales posibilidades para hacer de la ciudad un destino que nos dé de comer los 365 días del año, cabe pensar que más vale un por si acaso que un yo creía. Mientras se entienda que Béjar tiene valores explotables por la industria del turismo, valen todos los esfuerzos para escapar del pelotón de los que no ven en la nieve una meta volante sino el final de la carrera. El monoturismo podría ser tan peligroso como el monocultivo: se lo puede llevar un aguacero.
Por tanto, si las estampas del ciclismo nos dicen algo es que Béjar tiene una tradición en ese deporte y nombres que la avalan; aunque cada día sea más raro encontrar ciclistas en nuestras carreteras. Sabemos que existe un interés municipal por desarrollar una Escuela de Ciclismo sobre la base de ese prestigio. En cambio, no puede ser la idea de un concejal ni una cosa más en la lista de las subvenciones. Las ideas transformadoras, incluyendo la de esa escuela, no salen por las subvenciones sino del interés de la gente en llevarlas adelante al ver flotando dentro de ellas una de las formas del progreso económico y del bolsillo propio. Y salen de la captación del interés inversionista, cuando fuera necesario, y del apoyo de las autoridades a los que se arriesgan, sin entreguismo, por supuesto. Las subvenciones pueden dejarse para empeños más complejos, como La Covatilla, por ejemplo, siempre y cuando sean transparentes, viables y de interés para el desarrollo de la comunidad.
A veces, casi siempre, resulta difícil diferenciar los sueños, que sueños son, de las iniciativas creadoras. No quiero decir que la Escuela de Ciclismo sea un sueño, sino que la idea debe progresar escoltada por el interés público por obtener de ella un verdadero beneficio económico. Es sobre esos cimientos que una Idea relacionada con el turismo logra convertirse en un atractivo y un motivo para venir, que no sea pasar de largo en un autobús. Las iniciativas transformadoras no pueden ser sino audaces y dependen, además del dinero, de logar vender una imagen.
Hay montones de ciudades y pueblos que se las han arreglado tirándose tomates o corriendo delante de los toros. Hemos visto pueblos nórdicos a donde acuden millares de personas por ver a la gente del lugar vestidos de vikingos y batiéndose en sus barcas. Santiago de Compostela tiene un santo que es el fundamento de una industria. Venecia y Río de Janeiro tienen sus carnavales y los incas bailan al Sol en Machu Pichu. Para lograr cosas así lo primordial es tener algo especial. Béjar tiene un entorno especial, que se ajusta perfectamente al sueño de una Escuela de Ciclismo. No obstante, lo especial es sólo el núcleo, el motivo; lo demás es lo que la gente logre armar en torno a él.
Alguien me dijo, y es absolutamente cierto, que para salir adelante Béjar necesitaría una aparición de la Virgen. ¿Imaginan el bien que nos haría? Pero un milagro que nos convierta en Lourdes o en Fátima no pasa de ser una metáfora. Lo que necesitamos, como la perla para formarse, es un grano de arena. La Escuela de Ciclismo podría serlo y en torno a ella las cabezas pensantes lo irían revistiendo de opciones, concertando la imagen de la ciudad paraíso del ciclismo de montaña; añadiendo cuerpo con la fábrica de bicicletas Béjar Bike, denominación de origen; dando rienda suelta a proyectos que ahora darían risa, como el Campeonato Internacional de Ciclismo de Montana Sierra de Béjar.
Todo esto, por supuesto, es otra metáfora como la aparición de la Virgen. Soñar no cuesta nada. Los sueños, sueños son. En cambio, han dado paso a la realidad de Ford, del Cuatro Vientos, de Microsoft, Yahoo y Facebook, para no hacer más larga esta historia; aunque a veces se hundan, como el Titanic.
- bueno seguro que parecido a
hace 17 horas 49 mins - Lo que está pasando en
hace 18 horas 53 mins - tic tac tic tac vamos al
hace 20 horas 58 segs - tu que sabras que no estas
hace 20 horas 2 mins - Tendrian que haber estado
hace 23 horas 49 mins - He escuchado que tanto el
hace 23 horas 55 mins - Ahora mismo están todos
hace 1 día 7 horas - Ponte los calificativos que
hace 1 día 7 horas - Estaba anclado a la incuria
hace 1 día 20 horas - A ti no puedo contarte nada
hace 1 día 20 horas
Sí,!Béjar necesita de la aparición de la Virgen¡, menos mal que hoy la tenemos más presente con el comienzo en su honor de la novena. Haber si esto sirviera de azicate y más concretamente para lo relaccionado con el deporte y por qué no con el turismo en general.Ya no solo con el ciclismo, que aunque sí,no debemos esgañarnos es un gran deporte y está muy relacionado con el turismo siendo un gran escaparate del mismo. Pero no hay que engañarse y pienso que hay muchos mas deportes que se practican en Béjar, a la par que competeciones puntuales (como pueda ser la llegada de una vuelta ciclista, que además es vista y no vista, a no ser que la veas por televisión), que se merecen la atención o la misma atención que el deporte del pedal. Sí, nos ha dado muchas satisfaciones, e incluso nos ha situado a Béjar en el mapa. Desconozco cuanto nos ha costado que venga a todos los Béjaranos la etapa de este año de la vuelta ciclista. Pero antes tenemos que seguir mejorando en infraestructuras deportivas, ya que se está logrando mucho con lo poco que hay; sino para muestra un botón: Media Maratón ciudad de Béjar, Open de tenis que aspira a un torneo de ATP, autoomovilismo (Subida Charra), torneos de Golf,liga y torneos de futbol, competiciones de Atletismo (ya me gustaría a mi ver algún meting importante, "memorial de alguien"), deporte de aventura, tenis de mesa, deporte discapacitado, etc, etc.
En este artículo de reynaldo muy bien llevado como siempre lo hace él, se magnifica el deporte del pedal, pero qué pasa con los demás deportes.¿No deberíamos por ejemplo potenciar otros aspectos relacionados con él, como puedan ser la creación de una vez por todas de ese proyecto de Centro de alto Rendimiento del Albergue de Llano-Alto, que muy bien podría ser el caldo de cultivo, para ese de momento utópico nombrado en el artículo -Campeonato Internacional de Ciclismo de Montaña Sierra de Béjar-.
Esperemos que estos y otros muchos aspectos sean mejorables y otros proyectos sigan adelante y las personas de fuera vengan a gastarse aquí "sus dineros", viendo y practicando deporte y no a Torrevieja como reza en el artículo.
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