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Un paso atrás... ni para tomar impulso
Grises vestidos de azul, porra en mano, como antes, como entonces, cargaron contra los estudiantes valencianos.
Los encierros en las aulas, las reivindicaciones de futuro, la incertidumbre más incierta, como antes, como entonces.
En mi cabeza se agolpan los recuerdos…estudiantes saltando por las ventanas mientras los caballos entraban en la Universidad y los jinetes, porras en ristre, golpeaban a diestros y siniestros.
Apenas hemos pestañeado un segundo y el calendario ha retrocedido tantos años que pierdo la cuenta. Derechos y libertades conseguidos duramente han sido pisoteados, apaleados, derrotados.
Reformas laborales que pierden derechos. Reformas sanitarias que pierden derechos. Reformas educativas que pierden derechos. Reformas….que…pierden….derechos.
¿Cuántos derechos estamos dispuestos a perder?
- Apreciado Alberto, me
hace 13 horas 1 min - Título de la película:El
hace 18 horas 31 mins - Título de la pelicula: y
hace 21 horas 22 mins - Título de la película,
hace 2 días 6 horas - Tal vez no ha entendido lo
hace 2 días 16 horas - Aclarado lo del apellido.
hace 2 días 18 horas - Se equivoca mucho... La
hace 2 días 18 horas - NO fastidies, no dimite el
hace 2 días 18 horas - Si no fuera por que a la que
hace 2 días 23 horas - Disculpe por lo de Sr.
hace 2 días 23 horas
Esto es un paso lento. Quizás algún día (no muy lejano), esto nos lleve a cambiar la historia y podamos salir de esta dura realidad.
Retomaré de a poquito mis escritos en el Umbral. Gracias Antolín por posibilitarlo.
Un abrazo.
La LEY es para todos, no solo para los que deciden cortar calles e invadir negocios.
Esos "grises vestidos de azul" tienen la obligación legal de hacer cumplir las normativas que permiten la convivencia. Para manifestarse existen unos cauces legales que allí no se daban, y había otros ciudadanos que veían pisoteados sus derechos por los que infringían las normas (la gente quiere desplazarse, entrar en sus casas, que sus negocios funcionen) y eso no se da si alguien toma la calle ilegalmente.
Los recuerdos que de manera tal alocada se agolpan tan atropelladamente en tu memoria María, no tienen similitud con los actuales, si tú estabas allí, yo también; las razones de entonces no son las ahora.
Esos caballos que entraban en la universidad y esas porras que blanden de manera tan desconsiderada los agentes de la LEY, según tu, son medios legales que el Estado pone a disposición de éstos para imponer o recuperar el Orden Público, necesario para defender los derechos de todos, no de unos pocos, que imponen sus criterios con violencia e inobservancia de las normas de convivencia.
Todos hemos pestañeado unos segundos y el calendario no ha retrocedido como tú dices María, los derechos y libertades siguen siendo los mismos, ninguno, ni para ti ni para esos "grises vestidos de azul", que por cierto, la extracción social de sus bases es la más humilde, aquellos que por no tener medios económicos, por no haber tenido éxito en su etapa de formación u otras causas sociales, ingresan en las F.C.S.E. o en el ejército, para defender que tu sueñes y puedas pestañear; todo por un sueldo mísero y arriesgando vida y salud, y para más “INRI” con menos derechos que tú María, a tenor de la ley de F.C.S.E. 2/86, que en su artículo 6º dice que esos “grises vestidos de azul” no tendrán derecho a la huelga ni acciones sustitutorias de la misma.
¿Cuanto derechos estamos dispuestos a perder? dijo un esclavo romano a otro.
Marina, hay diferencias, antes esos grises entraban en la Universidad sin el permiso del Rector, ahora, éste quiere que entren y ellos no.
Duros recuerdos y aún más dura realidad. Aquellos azules vestidos de gris o grises vestidos de azul que montados a caballo o utilizando carros de combate penetraban en la universidad mientras nuestros abnegados y ejemplares proletarios luchaban tenazmente en defensa de nuestros derechos saltando por las ventanas, aquellos jinetes no hacían otra cosa que defender el orden y nuestras libertades, LAS LIBERTADES DE TODOS. Y gracias a esos valientes que saltaban por las ventanas fué necesario esperar a que el dictador muriera en su lecho para así poder dotarnos de este sistema llamado democrático, sistema de gobierno que consiste en convocar elecciones cada cuatro años para que podamos elegir entre todos a qué partido político le corresponde expoliarnos, humillarnos y darnos por el esfínter que ellos decidan.
El problema radica en que cuando nos atrincheramos con ideologías políticas y paranoias varias no vemos otra cosa que no sea al de enfrente. Y en esas estamos. Mientras no cambiemos esta pseudodemocracia de mierda por un sistema en donde no tengan cabida alimañas como la actual clase política, seguiremos tragando las milongas doctrinarias de los subvencionados progres: bla, bla, bla, Viva el Sahara, Boicot Israel, Palestina Libertad, Basta Ya, Nunca Mais, y bla, bla, bla.
Ya tuvimos suficiente con el Catecismo del padre Arrupe.
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