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Nunca se logró nada nuevo con el pensamiento viejo. (Apuntes en relación con el 15-M en Béjar...)
Hace un par de años que varios corresponsales de medios extranjeros en España, entrevistados por Iñaki Gabilondo, coincidían en su extrañeza por la ausencia de reacción de los españoles ante la que estaba cayendo, pero, con algún retraso, las revueltas ya están aquí y se conducen pacíficamente a pesar de muy pocos cafres con ganas de reventarlo todo. Me confieso sorprendido y esperanzado tras el alcance de las protestas en la Puerta del Sol y lo que se ha ido desarrollando allí y en otras partes, pues me resignaba a pensar que en España (y en Béjar) sólo teníamos unas cuantas promociones de jóvenes convenientemente anestesiadas con calimocho y botellón (nuestra versión cutre de Matrix, y todos tan contentos), incapaces de salir de ese sucedáneo de felicidad como aquella que pintaba Aldous Huxley en su conocida novela, todos atiborrados de "soma". En Béjar hay sobrados motivos para sumarse a este movimiento que pide las cosas más razonables del mundo: una verdadera democracia, reconducida en cauces directos de participación y no en la cesión absoluta del poder delegado que tenemos ahora, y una verdadera justicia social, por la que deberían responder del desastre económico quienes lo provocaron, en vez de cargar el coste sobre la abundante población pechera o "pagana".
La traslación de estas dos reivindicaciones al peculiar universo bejarano resulta evidente y se puede parcelar en los casos que se quiera, ya enunciados en el editorial aunque seguramente ampliables: que el pueblo, la gente, el ciudadano sea escuchado y preguntado por sus representantes, que sea tenida en cuenta su opinión y no sistemáticamene rechazada (conservo muchas alegaciones a planes urbanísticos y otros, perfectamente fundamentadas, que me fueron denegadas en bloque y sin razonar); y que pague el que la hizo, el concejal corrupto que acumula propiedades inmobiliarias gracias a sus trapicheos con los constructores, que pague toda la gentuza que nos ha estado "bobernando".
Me gustaría traer el recuerdo inspirador de otras épocas por lo mucho que pueda servir para el movimiento 15-M: las impresionantes protestas del anarquismo bejarano de las primeras décadas del siglo XX y el caso más reciente del pacifista Gonzalo Arias (fallecido en 2008 a sus noventa y tantos). No se si seríamos capaces de reconducir la potencia de aquellos bejaranos cuando montaron una huelga fabril de más de siete meses, pero de hacerlo por cauces pacíficos y con la valentía de Gonzalo Arias, que en pleno franquismo se encarteló pidiendo libertad delante de la temida DGS (cuya sede estaba justamente en la misma Puerta del Sol, donde tiene Doña Aguirre su despacho), pero creo que ese es el camino: no "pensar la dinamita", sino pensar lo nuevo, tan lejos de la estúpida "alternancia política" (revisen en sus libros de historia lo que eso significa), tan lejos de esas sectas llamadas partidos, y no perder de vista la utopía, porque será siempre el horizonte de una vida mejor. Y seamos verdaderamente políticos (es decir, ciudadanos preocupados por el bien común y activos para conseguirlo) en vez de lo que hemos sido hasta ahora: verdaderos idiotas (en griego, gente apolítica, despreocupada por el bien común, etc.). Un saludo muy político (pero nada partidista) desde Segovia.
José Muñoz Domínguez (DNI: 8.104.629-G).
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Muy correcto
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