Por Paulino Aliseda Hoya
Hola buenas, hoy voy ha cambiar los términos menos uno, quiero que sean más optimistas, más llenos de vida, menos peyorativos: “BÉJAR, NATURALEZA, DEPORTE, EDUCACIÓN, ESFUERZO, RESPETO, CONFIANZA, TRABAJO EN EQUIPO…”, siguen teniendo contenido…; como podréis observar, queridos lectores, ese término es BÉJAR, vocablo para mí con mucho fundamento (y no soy buen cocinero, jeje), rico en matices y por qué no, contrastes, es un término que ronda por mi cabeza, es parte de mi vida, es mi vida en sí.
Quiero hablar hoy de una circunstancia que no quiero que caiga desapercibida y en el olvido y de la que creo que Béjar adolece y con urgencia. Voy a centrarme en el deporte, sin querer hacer distinciones y pretendiendo no hablar de una forma ofensiva ni despectiva, me gustaría que a la hora de escribir esta nueva carta yo me forme mi propia opinión al respecto y todos juntos podamos sacar consecuencias (lectores incluidos). Quiero dar una visión por tanto desde el punto deportivo, que creo conocer algo, no tanto en su dirección pero sí en su práctica y técnica atlética, en el más amplio sentido de la expresión deportiva. Me gustaría hacer esa pequeña crítica constructiva desde esta ventana que es esta sección de “visiones de Béjar”.

Y como de visiones hablamos, me parecen visiones (valga la redundancia) y a la vez una utopía, si todos nosotros (bejaranos) no lo remediamos, el hecho de que no tengamos una piscina cubierta de carácter municipal, para que todos los ciudadanos amantes del deporte en general podamos entregarnos en los duros, largos y tediosos días de hastío invernal que suele azotar esta zona del Oeste de España, a la práctica deportiva, en este caso la natación. Creo que es una reivindicación lógica, ¿no les parece, señores/as?

Y como a la vez escribo desde mi lado de discapacitado, espero, quiero y deseo que dicha piscina sea una realidad en un futuro no muy remoto. Creo que todos los bejaranos se merecen este servicio, y como decía antes desde mi punto con un grado de discapacidad, me gustaría, es más, ansiaría que dicha infraestructura estuviera lista lo antes posible, para que “gente como yo” y gente que se encuentra en peor situación, ya sea por prescripción facultativa (lesiones de columna, personas con algún tipo de discapacidad, etc.…), ya sea por otros motivos (entretenimiento, enseñanza, cursillos…), podamos utilizarla.

Pienso que su ubicación más idónea sigue siendo las antiguas piscinas de “Los Praos”, para entendernos. Esperemos que no pase como con el Parador Nacional (si es que al final ve la luz) y nos “coloquen” la piscinita o infraestructura en cuestión en una zona inapropiada y carente de sentido. Y ya puestos a pedir y soñar, por qué no hacer un referéndum a favor de dicha instalación (todos a una como Fuenteovejuna) ya, no sólo para su ubicación sino para su construcción. Es una pregunta que dejo en el aire.
Espero, como dice la sección de estas cartas, que esta última misiva haya sido otra pequeña visión constructiva de la realidad bejarana. Quiero creer que haya servido o sirva para algo, yo por mi parte seguiré luchando por lo que considero un deber y un principio del hombre en sí, mi independencia (os remito queridos lectores a la primera carta que escribí en esta sección).

Si veo realizado este pequeño sueño (piscina cubierta), con ilusión habré dado, sin duda, un gran salto hacia mi independencia, quién sabe, no…

Atentamente,
Un saludo,
Paulino Aliseda Hoya
Paalho68@hotmail.com

P.D. del director: Animamos a cuantos quieran aportar sus ideas u opiniones sobre la ciudad y sus problemas, sobre su presente y su futuro, que, al igual que está haciendo Paulino, nos escriban cartas y las envíen a la siguiente dirección de correo electrónico cartasdedentroyfuera@bejar.biz , adjuntando su nombre y dirección. La ciudad es un asunto de todos. Gracias a Paulino y a todos los que escriban.