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Visiones de Béjar (29): La cultura senderista en Béjar. Rutas senderistas
Béjar, estamos en pleno otoño, el paisaje cambia cada día con la caída de las hojas según avanza esta estación del año y los tonos verdes se tornan ocres, amarillos, otros permanecen impertérritos de color verdoso, son los tonos de los árboles más “tardíos” o de hoja perenne. Está todo con esa explosión de color típico del otoño bejarano -si cabe más bonito, más vistoso que otros años-. Desde mi ventana puede verse dicha explosión de colorido (ver fotos 1 y 2). Esta misma sincronía de colores puede apreciarse desde las ventanas y otros lugares con panorámica, (cada cual con un cuadro pictórico, sin duda diferente), que dan al sur de Béjar y si no tienen edificios delante (fotos 3 y 4). Seguro que un profesional de la pintura o fotografía quedaría enamorado de tan magno acontecimiento.
Si salen los días buenos, es lugar idóneo, por lo menos para mí, para realizar excursiones y marchas de senderismo, al igual que travesías en bici de montaña; incluido por la vertiente norte de Béjar, aun en la Umbría, pero con otro tipo de alicientes y árboles, sobre todo de ribera (realizando por ejemplo la ruta de las Fábricas Textiles)(fotos 5, 6, 7 y 8).
Ahora también podemos realizar y ampliar la oferta de senderismo cultural, por así llamarla, gracias a la actuación que el ayuntamiento, también en su mejora, está llevando a cabo en la zona de la ladera de la Umbría. Camino que sirvió para llevar la comida a los operarios de las fábricas textiles. En la foto 9 puede observarse a los trabajadores afanándose en las labores de acondicionamiento de esta zona para mejorarla de cara al turismo, como decía más arriba. En las fotos 10, 11, 12 y 13, pueden apreciarse parte y rincones del camino nombrado anteriormente. En definitiva, son todas las fotos tomadas en este otoño 2010 pero bien podrían pertenecer a otro otoño, por qué no a otoños venideros con gentes y turistas, llenos estos parajes, lugares y rutas.
Tenemos también otra oferta para este tipo de turistas, puesta en valor recientemente, y no es otra que la Ruta de las Pedanías, señalizada y adecentada también por el ayuntamiento de Béjar, por la zona de La Glorieta, Valdesangil y Fuentebuena, de aproximadamente 11 Km. Yo creo que suficientes para una ruta local como pretende ser.
Si a esto le añadimos las rutas que parten del Castañar o Llano Alto con la sierra bejarana en lontananza, algunas de las cuales llegan al bonito pueblo de Candelario, como también a la presa del pantano de Béjar, La Peña de la Cruz (fotos 13, 14, 15 y 16), Peña Negra o, ya un poco más larga, la ruta o travesía que enlaza con el pueblo de La Garganta, ya en las postrimerías de lo que empieza a ser el Valle de Ambroz, digno de visitarse en esta época igualmente. Sin olvidarme de las rutas desde Béjar-Palomares y Navacarros; teniendo múltiples recorridos o subrutas todas ellas, que pueden recorrerse en parte o en su totalidad.
Sin duda todas estas rutas senderistas, que también se pueden hacer en su casi totalidad con bicicleta de montaña, conforman ya, por sí solas, un atractivo de primer orden para el turismo, en donde, como ya escribiera el poeta Gabriel y Galán: “Ver la verde maravilla que pudo Dios a la orilla del desierto de Castilla y el erial de Extremadura…”; en este caso la verde maravilla se torna multicolor, mostrando todo el esplendor y belleza del otoño bejarano.
Esperemos que estas últimas rutas, al igual que las dos que glosé al principio de este artículo, no caigan en saco roto y puedan verse señalizadas y adecentadas de cara a este tipo de turismo que va en alza.
Béjar ya no será quizá “la ciudad textil”, tan nombrada siempre, o será un poco menos textil, pero sin duda, tenemos un potencial enorme, creo yo, con este tipo de turismo, gracias en parte al legado de ese pasado textil. Y tenemos que aprender a saber explotar tanta “riqueza natural”, diversificando, no nos quedemos solo con la Covatilla para los deportes de la nieve. Hagamos que nuestra pequeña ciudad se muestre afable, abierta con los visitantes de este tipo de demanda turística, la de “la cultura del senderista” y, como decía antes, ésta vaya en alza, en calidad y cantidad. En nuestras manos está, sobre todo en la de todos los bejaranos.
Un saludo
Paulino Aliseda Hoya
Paalho68@hotmail.com
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