Fig 1: Las Caballerizas de El Bosque, en diciembre de 2013La Plataforma para la Defensa de El Bosque de Béjar (PDBB) cumple diez años en este 2024 recién estrenado. No es una efeméride que celebrar, al contrario, ha sido un decenio de trabajo constante que tendría que haber finalizado hace tiempo y que, lamentablemente, será necesario continuar. Los objetivos que se planteaba la Plataforma acerca de la protección, conservación integral y recuperación de este BIC-Jardín Histórico están lejos de cumplirse por culpa de las administraciones que ostentan su titularidad, entregadas al gasto de ingentes cantidades de dinero público con destino al postureo institucional y al autobombo de los responsables de Cultura y Patrimonio, pero incapaces de proporcionar a la villa de recreo bejarana la protección que merece, las intervenciones restauradoras que requiere y el mantenimiento que necesita.

Hagamos memoria. El 26 de diciembre de 2013, el azote de las lluvias desfondó parte del tejado del Palacete e inundó los suelos de las salas más expuestas al hostigo, un daño causado por la Naturaleza, hasta cierto punto imprevisible, cuya reparación no fue iniciada hasta el 12 de febrero de 2014 por los responsables de su conservación: cuarenta y siete días tardaron en acometerse las labores de protección y retejado necesarias para evitar males mayores, cuarenta y sietes días de desidia en un edificio de más de 400 años declarado BIC. No fue aquella gota fría la que colmó la paciencia de muchos bejaranos, sino la negligencia culpable de las instituciones. Había que hacer algo.
El 29 de marzo de 2014, en la recordada Sala Bizarte de Béjar, se celebró la reunión constituyente por la que la PDBB comenzaba su andadura en defensa de El Bosque: ante la deriva de incuria y abandono del lugar, demostrada día a día en obras mal ejecutadas, reparaciones pendientes, robos de agua, caza furtiva, extracción de tejas y ausencia de mantenimiento, los integrantes de la Plataforma se propusieron el reto de revertir la situación y trazar el mejor futuro para esta villa de recreo. Unos días más tarde, la PDBB repartió en la ciudad un pasquín con la foto del tejado de las caballerizas hundido, con un manifiesto pidiendo a los bejaranos que reaccionaran y defendieran el BIC. Fig1
Por entonces, el Grupo Cultural San Gil llevaba veintidós años de lucha frente a propietarios y administraciones para impedir su segregación y expolio entre bloques de viviendas, chalés y equipamientos, una situación que tendría que haber mejorado tras la adquisición pública de la propiedad, en marzo de 1999, con cargo al Ministerio de Cultura (que se desentendió enseguida de su responsabilidad), la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Béjar. Lejos de recuperar lo perdido, cada intervención que promovían y ejecutaban las administraciones local o regional dejaba un rastro de daños y alteraciones que, acumuladas en el tiempo, han perjudicado los valores tipológicos e históricos, estéticos, sensoriales y botánicos de este Patrimonio irremplazable hasta llegar a la caricatura actual.
La veterana asociación bejarana, junto con otros colectivos, formaciones políticas y sindicales, así como buen número de personas a título particular, sellaron su compromiso en el acta de constitución del 29 de marzo, orientado al cumplimiento de objetivos muy concretos, literalmente los cinco que siguen:
Detener el deterioro de la villa renacentista El Bosque de Béjar y mantener, restaurar y poner en valor la misma a través de una Comisión de Seguimiento con participación ciudadana.
Difundir la singularidad de dicha villa, destacando sus valores históricos, arquitectónicos y culturales.
Exigir responsabilidades por las obras de gestión y mantenimiento acometidas y mal realizadas.
Mantener el carácter público de la propiedad y no privatizar su gestión.
Potenciar las posibilidades económicas de El Bosque acordes con el Plan Director.
A pesar de la intensa labor desarrollada por la PDBB, apenas se pueden considerar parcialmente cumplidos algunos de estos objetivos, y tan sólo en aquellos aspectos que no dependen de la voluntad de las administraciones titulares. Así, la PDBB no ha dudado en denunciar públicamente toda acción y omisión causante del deterioro de la villa, ha aportado informes escritos, firmados por expertos, para orientar las intervenciones restauradoras de la Administración, ha promovido la mencionada Comisión de Seguimiento (según el modelo contenido en el Plan Director); ha difundido mediante conferencias, actos públicos informativos, debates, artículos y propuestas los valores y posibilidades de la villa de recreo; ha exigido responsabilidades, mediante denuncias en medios de comunicación y dirigidas en tiempo y forma a los representantes políticos locales y regionales, acerca de la desastrosa gestión de este Patrimonio y de las obras dañinas o mal ejecutadas; ha defendido el carácter público de El Bosque frente a los reiterados intentos de privatización (reactivados recientemente por el consejero de Cultura en connivencia con los representantes del equipo de Gobierno municipal); y ha defendido y contribuido a difundir un conjunto de propuestas para fomentar actividades económicas y de creación de empleo respetuosas con los valores y singularidades del lugar.
Fig 2: El palacete y las caballerizas tras la restauración de los tejados en 2021Frente a ese despliegue de actividad y coherencia, la respuesta de las administraciones, salvo excepciones como el arreglo del tejado del palacete y las caballerizas (fig 2), ha sido la misma, año tras año: el desprecio por lo aportado, el ninguneo institucional y la política de hechos consumados. Las administraciones no toleran que nadie les enmiende la plana, aunque sus técnicos y políticos no tengan ni pajolera idea de cómo se debe intervenir en un Jardín Histórico.
Para recapitular sobre la actividad desarrollada durante los diez últimos años, iniciamos, con este escrito de presentación, una serie de entregas de periodicidad mensual en las que se darán conocer algunos detalles sobre las gestiones realizadas por la PDBB en defensa de El Bosque y sobre lo mucho que queda por pelear. Recordamos, así mismo, que se trata de un colectivo de carácter libre y abierto, sin cuotas ni tutelas, del que puede formar parte cualquier asociación o ciudadano de Béjar y foráneo: toda persona sensible y comprometida con este Patrimonio, dispuesta a arrimar el hombro, será bienvenida.
PLATAFORMA PARA LA DEFENSA DE EL BOSQUE DE BÉJAR