En 2006 los focos pujantes de la economía de la zona son Guijuelo y Plasencia.
En Béjar nos hemos quedado situados en medio del sandwich. Ambos polos actúan en este momento como una pinza, constituyendo una competencia que hasta el momento se salda respecto de Béjar, con una goleada a favor tanto de Guijuelo como de Plasencia.

La próxima finalización de la autovía de la Plata va a acentuar aun más ese proceso de competencia. La ciudad que mejor lo haga se llevará el premio del desarrollo económico. No podemos estar esperando a que alguien solucione nuestros problemas. Debemos prepararnos para aprovechar nuestras ventajas competitivas y hacer de la existencia de una via rápida de comunicación una oportunidad.

Guijuelo tiene un modelo de ciudad basado en la industria alimentaria, que ha sabido desarrollar en estos años de forma magistral. Plasencia tiene una economía más equilibrada, que da servicio al potencial agrícola de los valles del Jerte, Vera y Coria.

¿Cual es modelo de Béjar? ¿Cuales son nuestras ventajas competitivas? ¿Qué hacemos mejor que los demás? ¿Qué ofrece Béjar a las empresas para que se instalen aquí? ¿Qué tipo de empresas nos interesan? Esas son las preguntas que debemos contestar. Si tenemos claras las contestaciones, podremos construir una ciudad próspera.