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El extraño caso de la alianza entre políticos y criminales
La lamentable muerte a manos de ETA de un policía francés cumpliendo con su deber ha conmovido a la sociedad francesa. Su presidente, Nicolas Sarkozy, ha dicho que erradicará, una a una, todas las bases de ETA en Francia. "No dejaremos que el territorio francés se convierta en retaguardia y base de terroristas y asesinos". Asimismo, calificó a ETA como “una organización sanguinaria de fanáticos”.
A pesar del reconocido trabajo de las autoridades francesas contra la banda terrorista, se intuye de lo dicho por Sarkozy que se puede hacer más para combatirla. Y sobre eso es que queremos desplegar algunos comentarios.
¿Cuál es el propósito de la guerra contra el terrorismo de ETA, en España y ahora con renovadas fuerzas en Francia? Sin duda alguna, poner fin a sus crímenes y hacer desaparecer la violencia de la escena política.
Sería interesante escuchar la opinión de los propios cuerpos armados franceses respecto a la forma de combatir el terrorismo argelino durante la Guerra de Independencia de ese país.
No admiten comparaciones aquella guerra y las acciones de ETA; no obstante, el terrorismo es el mismo. Tal vez, incluso, fuera perfeccionado en Argelia al recibir la respuesta de la Organisation de l'Armée Secrète , que como algunos aún recordaran fue creada –de una u otra manera—por los servicios de inteligencia franceses para combatir con el terror el terrorismo del Frente de Liberación Nacional, que luchaba por la independencia de una colonia. Francia perdió la guerra.
Si éste no es un buen ejemplo de que la violencia engendra violencia, que venga Dios y lo vea. El mayor problema de todo terrorismo es que resulta prácticamente imposible de detener por la fuerza, como se ha visto a través de la historia. ¿Alguien tiene un ejemplo que lo desmienta?
Si no pueden hacerlo las ejecuciones extrajudiciales, los escuadrones de la muerte, la tortura, las bombas lapa y los francotiradores, ¿cómo van a lograrlo los cuerpos policiales de la democracia sin golpear a los prisioneros? ¿Cómo lo va lograr la justicia democrática, sin pena de muerte y con excarcelaciones obligatorias por la ley? ¿Cómo se piensa cortar el ingreso de nuevos terroristas a ETA cuando el único peligro que corren es ir a engrosar sus filas en la cárcel y sentirse más orgullosos? ¿Cómo se zanjarían las divergencias ideológicas y políticas que sustentan al terrorismo?
Cualquiera de los terrorismos posibles puede dejar una larga estela de víctimas y poner en jaque los costosos mecanismos de la seguridad. En cambio, no tiene por qué ser un ejército. Muy pocas personas, fácilmente sustituibles, pueden hacerlo. Pero, mientras estén actuando la gente creerá que son lo que no son. Y en eso hay otro problema: son siempre una minoría que ejerce el terror y empuja a la mayoría, las obliga, las presiona a compartir sus ideales. No hay que olvidar que los terroristas no son asaltantes de joyerías sino el brazo armado de una ideología, aunque, tal como dijo el propio presidente Zarkozy, ninguna ideología justifica el crimen. Es absolutamente cierto… pero ETA sigue asesinando y sigue siendo una ideología con métodos criminales.
La batalla actual contra el terrorismo de ETA ha tenido resultados. Pero sería conveniente conocer si alguien sabría identificar el momento en que esa lucha llegue a su fin. El terrorismo hiberna sus fracasos, recompone sus heridas y ataca cuando nadie lo espera. ¿Cómo sabremos que tras mil etarras en la cárcel ya ETA ha muerto?
En tanto los cuerpos policiales logren desmantelar la organización terrorista, continuarán sus crímenes y persistirá su presión política. No lo impedirá el espacio de diálogo que los políticos españoles han encontrado sin el diálogo con ETA, ni que exista una homogeneidad entre ellos en cuanto a los métodos y los medios a emplear.
Ciertamente, la política, que es el arte de gobernar, prefiere lucecitas verdes en el Congreso a enfrentarse en un tema harto difícil a los improperios de la oposición. Un pacto es un pacto y una muerte es una muerte, cosas que habitan en lugares diferentes.
Al parecer, el presidente Zapatero compró pescado y lo cogió miedo a los ojos. Es cierto que los de Rajoy pueden infundir pánico. En fin, el Gobierno dio marcha atrás a la única opción sensata y a la vez más vilipendiada para acabar con el terrorismo.
Nadie piense que un proceso de diálogo es un error. Es extraordinariamente complicado, pero es el método para ponerle fin. No hay otro que lo asegure. Emprender ese camino es una acción de alta política y dejarse apabullar por el qué dirán es simplemente una demostración de acomodamiento al poder o de falta de lo necesario para gobernar.
Es cierto, lo estáis pensando. Fue Eta quien rompió las reglas del diálogo. Pero es una ingenuidad tan sólo imaginar que en un proceso de esa naturaleza no se romperían muchas veces las reglas. Aún así habría que seguir. Es preciso tomar en cuenta que en todo diálogo se enfrentan personas que no están de acuerdo las unas con las otras y que todo serán dificultades y pasos hacia adelante y hacia atrás. Si el PSOE y el PP no logran ponerse de acuerdo en nada, ¿cómo pedir que un dialogo para acabar con el terrorismo sea una moción aprobada por unanimidad?
Los terroristas tendrían diferentes maneras de aceptar o de rechazar el proceso; de manera que eso es parte de las reglas del juego en cualquier diálogo. Siempre estarían los que en contra y con un par de bombas lograrían que la oposición le pidiera la cabeza al Gobierno. Y siempre habría una oposición dispuesta a hacerlo.
Por eso, cuando uno escucha las sandeces que dice un señor responsable como Mayor Oreja, se da cuenta que habrá terrorismo por mucho más tiempo de lo que todos quisiéramos. Mientras sea un tema para la política, como el paro o la inmigración; mientras sirva a un partido para apretar al otro, ahí estará.
Es éste el extraño caso de la alianza entre políticos y criminales.
- ¿Qué relación? La misma
hace 14 horas 24 mins - Serán las europeas o yo que
hace 15 horas 45 mins - Me pregunto: ¿Qué
hace 1 día 21 mins - Los "asesores" no han vuelto
hace 1 día 54 mins - Demuestras una ignorancia
hace 1 día 1 hora - No entramos en discusión si
hace 1 día 3 horas - No le preocupa meter
hace 1 día 10 horas - ¿Y por ese dinero te
hace 1 día 11 horas - Audios que audios, ponlos
hace 1 día 12 horas - Esta en minoria por inutil y
hace 1 día 12 horas
Plas, plas, plas... magnifica reflexión, la cual comparto totalmente.
E.L.E.
LA JUSTICIA PERDONA LA INJUSTICIA.
Mientras tanto los señores del PP, amparados por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, tapan el caso Gürtel con una estrategia política que consiste en anular las escuchas realizadas a Francisco Correa cuando estaba en la cárcel, que demuestran con pruebas, con pelos y señales que se ha financiado ilegalmente al partido Popular, mediante una trama de Señores - Chorizos, que ocupan cargos presidenciales políticos en sus comunidades que van desde Madrid a Galicia, pasando por Castilla y León junto con Valencia para terminar en Palma de Mallorca.
La Justicia les puede perdonar, pero el pueblo no.
Caso Gürtel es el nombre dado a la investigación instruida por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, en febrero de 2009, cuyo fin es desentrañar una presunta red de corrupción vinculada al Partido Popular y encabezada por el empresario Francisco Correa, cuyo apellido, traducido al alemán (Gürtel), da nombre al caso.
Contenido
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• 1 Inicios
o 1.1 En la Comunidad de Madrid
1.1.1 El encuentro entre Baltasar Garzón y Mariano Fernández Bermejo en una cacería
1.1.2 Continuación de las investigaciones en Madrid
o 1.2 En la Comunidad Valenciana
o 1.3 En la Comunidad de Galicia
• 2 Referencias
Inicios [editar]
El caso surge a raíz de una denuncia realizada el 6 de noviembre de 2007 por José Luis Peñas, ex concejal del PP en el ayuntamiento de Majadahonda, en Madrid, y amigo de Francisco Correa desde 2001 hasta 2008.1 Se nutriría posteriormente de unas grabaciones ocultas realizadas por miembros de esta trama, como Isabel Jordán, administradora de la empresa Easy Concept, una de las empresas principales de la trama, junto con Special Events y Orange Market, todas ellas empresas fantasma propiedad de Francisco Correa.
La trama estaría encabezada por un cuarteto integrado por el empresario Francisco Correa y tres de sus hombres de confianza: Álvaro Pérez apodado "El Bigotes", Pablo Crespo y Antoine Sánchez. Este grupo habría establecido un supuesto conglomerado de negocios con objeto de nutrirse de fondos de entidades públicas, en particular de algunos ayuntamientos y comunidades autónomas como Madrid, Valencia y Galicia, así como para saltarse las prohibiciones legales en materia urbanística y medioambiental que habrían afectado a sus negocios inmobiliarios.
La importancia de este grupo en el seno del PP nacional vendría condicionada por la elección de Correa, por parte del propio José María Aznar, para que aquél organizara los actos y eventos públicos del Partido Popular (PP). Con todo, Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre dejarían de contar con él tras la salida del Gobierno de Aznar en 2004.2
El método más habitual para obtener sus ventajas y beneficios era la utilización de dádivas y sobornos a funcionarios y autoridades públicas, todas ellas pertenecientes al PP.3
José Luis Izquierdo López, empleado de confianza de Francisco Correa y de Pablo Crespo, ha mostrado a los jueces que llevan el caso los asientos contables del dinero supuestamente relacionado con este asunto, la llamada "caja B". En ellas figuran Alejandro Agag (yerno de José María Aznar), Álvaro Pérez, Antoine Sánchez, Alberto López Viejo (ALV), Arturo González Panero, Gerardo Galeote, L.B., Ricardo Galeote, Benjamín Martín, Ginés López, F. Torres, Jacobo Gordon, Luis López Salvador, Milagros Zapatero, Pablo Crespo, Pau Collado, Araceli, Rocío y Sabio Martínez.4 Francisco Correa pidió a su empleado figurar en ellas como "Don Vito, como el de la película"5 (refiriéndose a Don Vito Corleone, personaje interpretado por Marlon Brando en El Padrino). Todas estas personas están o han estado vinculadas al PP; sin embargo, hasta ahora no ha sido constatada la financiación ilegal del Partido Popular como persona jurídica.
En la Comunidad de Madrid [editar]
Respecto a la comunidad gobernada por Esperanza Aguirre, ante las imputaciones debieron dimitir tres cargos del PP de Madrid (dos autonómicos y uno municipal) que presuntamente recibieron pagos ilícitos a cambio de contrataciones entre 2006 y 2007: el consejero de Deportes, Alberto López Viejo; el ex alcalde de Majadahonda y gerente del Mercado Puerta de Toledo, Guillermo Ortega (ambos nombrados por Aguirre); y el alcalde de Boadilla del Monte, Arturo González Panero. Sobre López Viejo, Aguirre expresó su plena confianza:
A LA FAMILIA DE LOS ZORROS,LES HA SIDO ENCOMENDADO LA GUARDIA Y CUSTODIA DEL GALLINERO. ¡POBRES GALLINAS!
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