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Sobre la salud y enfermedades de Internet
Iván Parro
En esta colaboración y las siguientes me propongo comentar los resultados de un estudio sobre Internet de la Fundación Mozilla, que con el nombre de “Informe sobre la salud de Internet 2018”, recoge y recopila aspectos y cuestiones que influyen sobre la Red, sobre sus avances o retrasos, lo que preocupa a los internautas o algunos de los problemas que se encuentran en la Internet global, complementado con las historias y aportaciones de muchos internautas que desarrollan proyectos, lanzan preguntas o participan en la construcción de un Internet mejor y más saludable para todos. En palabras de la presentación de informe: “Queremos alentar una mayor comprensión de cómo los problemas que enfrenta la Internet global se relacionan entre sí, y de esta forma arrojar luces a lo que las personas están haciendo para que el ecosistema sea más saludable”.
Y para conocer estos problemas se detienen a explicar diez aspectos o componentes que pueden estar afectando a la salud de Internet, tanto para mal como para bien, afirmando que las cosas están mejorando un poco en cuanto al acceso, los precios y la encriptación, pero empeorando en cuestiones como la censura, el acoso en línea o el uso de energía. No debemos olvidar que Internet es un complejo ecosistema en el que se comunican e interaccionan millones de personas diferentes, desde lugares diferentes, con aspiraciones u objetivos diferentes, pero es una red mundial de la que todos, de una u otra forma, somos participantes y a veces somos simples espectadores. Este informe es también una recopilación de la observación atenta, necesaria y participativa de miles de internautas preocupados por el presente y por el futuro de Internet, sabedores de que es una construcción permanente pero a la vez mutable, voluble y cambiante según necesidades y/o circunstancias.
Algunos de los puntos que se destacan en el informe son los siguientes:
- Internet de las cosas (IoT). Cada vez más estamos interconectados no sólo entre nosotros sino también entre los propios aparatos y máquinas. Los wereables es un claro ejemplo de ello: relojes que nos marcan el ritmo cardiaco y nos calculan las constantes vitales, camisetas que cambian de color según nuestro estado de ánimo, zapatillas inteligentes que nos redirigen por el camino correcto cuando nos despistamos, gafas de visión 3D que nos transportan a otros mundos y sensaciones, son ya nuevas aplicaciones que llevan instalados estos elementos o funcionalidades desde hace poco tiempo, pero que en un futuro no muy lejano lograrán que sean cincuenta mil millones el número de dispositivos conectados a Internet a mediados de siglo. Y estos son muchos dispositivos, máxime considerando la vulnerabilidad y fragilidad de Internet.
El informe alerta sobre esa colosal cantidad de información que recopilan estos dispositivos y que puede ser robada o apropiada por otros. Se pone el foco de riesgo en industrias como el transporte, la salud, la energía y los servicios públicos. ¿Podríamos imaginar qué pueden hacer o hasta dónde podrían llegar aquellos que sean capaces de apropiarse de toda esa información? No sólo ya chantaje o extorsión sino que nuestra propia intimidad, nuestra privacidad, lo que somos en definitiva y que tanto se esfuerzan en proteger hoy, quedaría más expuesto a placer y sin apenas control. El IoT está en marcha pero, ¿quién garantiza su seguridad, su fiabilidad, su propio control y seguimiento? En palabras del informe: “El problema clave es que la IoT está creciendo más rápido y más de lo que hubiéramos podido imaginar. Algunos de los riesgos planteados son personales (como el que seamos avergonzados o que terminemos heridos por un autohackeado) mientras otros riesgos existen a un nivel ambiental o de sistema (que puede afectar, por ejemplo, a hospitales o a la red eléctrica). De cualquier manera, va a ser costoso arreglarlo cuando las cosas se pongan cuesta arriba”. Seguridad y control son entonces las premisas y preocupaciones del IoT, para evitar situaciones como una hipotética rebelión de las máquinas al estilo Stephen King.
- Las noticias falsas y su impacto a nivel personal y social
Decía Buda que hay tres cosas que no se pueden ocultar mucho tiempo: la luna, el sol y la verdad. Y en el tema que nos ocupa es más o menos cierto, puesto que todos sabemos la cantidad de noticias o comentarios falsos que circulan por la Red, con objetivos dañinos, y que es un problema grave que por supuesto también afecta a la buena salud de la Red. La desinformación, la ocultación de la verdad, la verdad a medias, la verdad interesada o la manipulación de la verdad o de la mentira son acciones que se producen en Internet casi a cada momento, con todo el riesgo y el peligro que ello conlleva, con el poder que otorga algo tan malévolo como es la mentira, el engaño o la manipulación. Lo hemos podido conocer en los medios por Rusia, China o Estados Unidos entre otros, países que controlan, dirigen y utilizan las redes de otros para influenciar, para manipular o para los apoyar o promover las venganzas y odios de unos grupos determinados.
En palabras del informe: “La información errónea en línea es una amenaza importante para la salud de Internet y de todas las sociedades que la sufren, debido a su potencial de generar desórdenes políticos, el debilitamiento de la verdad, odio y rumores que se difunden sobre conflictos o desastres, pero también debido a que algunos políticos intentan dar soluciones rápidas (con o sin motivos ulteriores) que puedan amenazar la apertura de Internet”.
Otro de los temas en los que fija su atención el informe es la internet abierta, o dicho de otro modo, la Internet participativa e innovadora, resaltando el hecho de que aún no es totalmente abierta por el bloqueo o la censura que provocan algunos países en su utilización, cerrando la red a voluntad, o cuando las grandes corporaciones intentan controlar correos o mensajería, bien para controlar a la competencia o para obstaculizar lo máximo posible la innovación y el avance tecnológico. En países como Estados Unidos este debate surgió cuando algunas empresas dieron por finalizados sus servicios a un sitio web de ideología neonazi llamado The Daily Stormer, tras una manifestación nacionalista blanca en Charlottesville, en Virginia. En Alemania generó gran polémica la ley de discurso de odio, la cual establecía multas millonarias a las empresas de medios sociales si no retiraban contenidos ilegales de forma rápida.
Estos ejemplos muestran la tensión entre el respeto a los derechos y el riesgo de que las empresas de Internet sean los árbitros de la libre expresión. Según palabras del informe: “La pregunta urgente que nos surge como tecnólogos, actores políticos y ciudadanos es la siguiente: ¿Cómo podemos preservar la naturaleza abierta de Internet, y al mismo tiempo construir un mundo digital que sea inclusivo y acogedor para todos?”
Internet es un complejo universo de cuestiones aún en proceso, elaboración y evolución. Hemos comentado y recordado algunas de ellas. En próximas colaboraciones seguiremos valorando la salud de Internet. Hasta entonces a seguir cuidándola y conociéndola algo mejor. Y por supuesto a disfrutarla.
“Internet es una fuerza democratizadora” (Eric Schmidt)
- Lo que diga Esther va a
hace 1 día 16 horas - POr cierto Esther.¿ Que
hace 2 días 10 horas - Y a AYUSO.
hace 2 días 10 horas - Gracias Esther por decir hoy
hace 2 días 17 horas - Ya no cuela este tema. Que
hace 3 días 12 horas - Aquí el caso es poner pega
hace 3 días 12 horas - Aquí huele a Koldo
hace 4 días 8 horas - La PSOE es como la gata
hace 4 días 14 horas - También había
hace 4 días 17 horas - bueno seguro que parecido a
hace 5 días 6 horas
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