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Los aligustres
Los aligustres pertenecen al género Ligustrum que comprende numerosas especies. Bastantes de ellas, con sus correspondientes variedades, se usan en jardinería desde hace mucho tiempo, por lo que me ceñiré a una descripción del género que les sirva a ustedes para reconocer a estos arbustos en nuestros jardines bejaranos, sin entran en los detalles de cada especie.
El género Ligustrum pertenece a una familia que es también muy jardinera, la de las oleáceas. Así que los aligustres son parientes de los olivos, los fresnos, los jazmines, los lilos y las forsitias. ¡Vaya familia famosa!, ¿quién no ha tenido entre sus manos algún ramito de estas flores?. Aunque quizás menos de los que quisieran porque casi todas ellas son plantas cuyos pólenes causan alergia.
Parece ser que el nombre del género Ligustrum viene del verbo latino “Ligare”, atar, debido a que las ramillas jóvenes de los aligustres se utilizaban, por su flexibilidad, para atar. Así lo describe ya Plinio. El nombre de las distintas especies hace alusión al lugar de origen de la misma (japonicum), a alguna característica en particular de ella (lucidum) o a la frecuencia con la que se encuentra en su zona geográfica (vulgare). Hay aligustres nativos en todos los continentes, menos en Australia y la Antártida.
Según las características de las hojas de cada especie y el tipo de poda que admite cada una, en jardinería se utilizan los distintos aligustres como arbolitos aislados o en alineación, como arbustos solitarios o en grupos, como setos y como bonsáis.
Otro uso de los aligustres, sobre todo con el Ligustrum delavayanum Hariot, es para realizar “topiaria”; es decir para crear elementos decorativos, más o menos caprichosos, con material vegetal a base de una poda especial, sobre todo de los brotes.
Con estos recortes se consigue que la planta adopte una determinada forma, por ejemplo: un patito, una pirámide, un dinosaurio. La topiaria es una especialidad dentro de la jardinería que a lo largo de los siglos, los romanos ya la practicaban, ha habido épocas en las que estaba muy de moda y otras en las que casi cayó en el olvido. Los elementos de “topiaria” se encuentran en los jardines de estilo francés, italiano y en los japoneses.
En las fotos que hay a continuación, pueden ver un muestrario de diferentes motivos de “topiarias”, desde los parterres de nudos del renacimiento hasta composiciones más actuales.
Con el tiempo, la técnica y los gustos han ido evolucionando hasta conseguir todo tipo de formas, algunas realmente extravagantes y divertidas.
Los aligustres son especies duras, aguantan el frío, muchas de ellas también las heladas, el sol, la sombra, la contaminación urbana, las podas, los recortes y prácticamente todo tipo de suelos. Crecen casi todas con mucha rapidez y hay ejemplares que han llegado al siglo de vida. Se irán dando cuenta que las especies que más se utilizan en la jardinería pública, suelen ser las que soportan todo tipo de circunstancias y tienen mantenimientos bajos.
Descripción:
Arbustos o arbolitos que suelen tener unos 3 metros en los ejemplares plantados en jardines, aunque alguna especie, como el Ligustrum lucidum W.T. Aiton, puede alcanzar los 10 metros.
Su corteza es grisácea, más o menos lisa pero con unas pequeñas cicatrices u “ojales”, llamados lenticelas, muy característicos.
Las hojas se disponen a lo largo de la rama de dos en dos de forma opuesta, son de un verde lustroso, más claro por el envés y tienen el borde liso. El resto de las características varía según la especie: la dureza, el tamaño de la hoja y del pedúnculo, la forma que puede ser oval o más lanceolada, con el extremo más o menos en punta, e incluso algunas especies son perennes, como el Ligustrum japonicum L., mientras que otras son de hoja caduca o semiperenne (se les cae la hoja según la temperatura). Las hojas se han utilizado como astringentes.
Las flores son pequeñas, hermafroditas, blanquecinas o cremas, dispuestas en inflorescencias en posición terminal de la rama y de aspecto piramidal. Tienen un olor penetrante que no suele agradar a todo el mundo. Las distintas especies florecen entre mayo y julio. Atraen a las abejas.
Los frutos otoñales también son pequeños y reunidos en infrutescencia. Son bayas que adquieren un tono negruzco al ir madurando, con varias semillas en su interior. Suelen ensuciar mucho el pavimento al caerse porque contienen substancias que tiñen, por eso se está intentado conseguir variedades sin frutos. Algunos son más tóxicos que otros para el hombre y han tenido usos diversos, desde sucedáneo del café hasta purgante. Son de sabor amargo y permanecen mucho tiempo en la planta.
Importante para el concurso:
Dada la abundancia de ejemplares y variedades de aligustres en los jardines y calles bejaranas, el aligustre va a ser el número 4 de nuestro concurso.
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