Bajo licencia de Creative Commons.
A vueltas con la sostenibilidad
El “sistema” en general y el político en particular, es capaz de fagocitar cualquier principio, idea o tesis y utilizarlas de tal manera que quede simplificada a una etiqueta políticamente correcta, pero carente del sentido original. Eso es lo que está pasando con el término “sostenibilidad”.
El gobierno anuncia que presentará una ley de economía sostenible. Habrá que esperar a tener el anteproyecto para poder tener una opinión fundada sobre la norma, sin embargo será útil decir algo sobre lo que es realmente la “sostenibilidad” para tener un criterio con el que discernir si la norma esta basada en los principios que implica el desarrollo sostenible, o se queda en una mera “macroetiqueta”.
La sostenibilidad está de moda y el término con mayor éxito, gracias a su ambigüedad, es el de “desarrollo sostenible”. El término se ha banalizado y ahora mismo la expresión hace “las veces de burladero para escapar a la problemática ecológica y a las connotaciones éticas que conlleva el crecimiento económico” (Naredo, 1996).
Fue la Comisión Mundial por el Medio Ambiente y el Desarrollo (CMMAD) quien difundió en el concierto mundial el concepto de “Desarrollo Sostenible” en 1986. Este término era mas familiar a los economistas tradicionales, y a su concepto de desarrollo, permanentemente ligado a los principios de crecimiento y acumulación propios de la economía tradicional, que los que se habían usado con anterioridad: “sostenibilidad”, “ecodesarrollo” o “sustentabilidad”. La ambigüedad del término es tal que algunos simplemente lo utilizan como sinónimo de crecimiento (lo que es una contradicción en los términos) y otros entienden el “desarrollo sostenible” como “desarrollo sin crecimiento”. Para que el concepto sea coherente solo hay una manera de entenderlo, que es: “para lograr el desarrollo sostenible es preciso que la capacidad de explotación humana sea igual a la capacidad de sustentación del medio… Para lograrlo la cantidad de habitantes y su capacidad de consumo debe limitarse, la velocidad de explotación del medio debe ser igual a la velocidad de regeneración de los recursos naturales, la cantidad de emisiones debe corresponder a la capacidad de asimilación del medio, etc.” Todo ello sin olvidar la variable social que involucra una posición ética con las generaciones futuras.
Toda política económica que no contemple estos principios y variables, podrá denominarse de muchas maneras pero nunca “sostenible”. La economía actual esta basada casi exclusivamente en el crecimiento (y en la especulación, pero ese es otro tema), la utilización del concepto sostenible como mera etiqueta es un engaño manifiesto, puro maquillaje y marketing. Para valorar la futura ley de economía sostenible tendremos que estar atentos a ver si realmente incorpora los principios que implica la sostenibilidad, o se queda en palabrería bienintencionada, es decir, puro humo. No perdamos la esperanza, igual nos sorprenden.
(28/10/2009. Francisco María Otero)
http://ecoloeconomia.blogspot.com/
- Llamamiento a la ciudadanía
- Las fiestas de la Virgen del Castañar hace cien años
- Fernando Celestino: Entre fusilados tras un juicio y paseados, los represaliados en la comarca de Béjar fueron alrededor de 120
- Es lo que hay 2: Los comentarios
- Greguerías en el Ayuntamiento de Béjar. Y cuarta. El virus (microbio o bacteria) municipal
- Ya me he manifestado dos
hace 11 horas 5 mins - Llamas a la ciudadanía para
hace 12 horas 34 mins - No se entiende que después
hace 13 horas 30 mins - Esto tampoco lo van a decir
hace 15 horas 1 min - Si los que quieren entrar
hace 16 horas 40 mins - Soy un poco masoca y hoy he
hace 17 horas 25 mins - Pero como 78 alumnos? pero
hace 17 horas 51 mins - Los bolsillo llenos? Explica
hace 21 horas 2 mins - Y tú que propones que se
hace 21 horas 8 mins - Supongo que para esas fechas
hace 1 día 9 horas
Enviar un comentario nuevo