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Visiones de Béjar (80): Víctimas o personas. Los prejuicios de los más débiles
Apreciados/as lectores/as, hoy no les voy a hablar de promesas incumplibles o irrealizables, no por ello voy a dejar de ser crítico, como siempre y como casi siempre, con el “sistema establecido”, siempre que lo merezca, ni tampoco de dejar de ejercer la noble tarea de aportar ideas, que creo que es una de las cosas de las que esta ciudad pequeña que es Béjar no anda sobrada. Críticas todo lo constructivas que yo sea capaz de hacer.
No, señores/as, hoy voy a hablar y a la vez urdir un sencillo y sentido homenaje a lo que aquí, en Salamanca, (recuerden que resido aquí por una temporada, de momento), como en muchas ciudades de nuestra geografía de la piel de toro, unas más pequeñas que otras, existe; y es algo que se llama CRPS (CENTRO DE RECUPERACIÓN PSICOSOCIAL).
El CRPS es, como su propio nombre indica, un centro de recuperación ocupacional, en el cual se llevan a cabo actividades diversas, tales como talleres, terapias de grupo, visitas programadas por la ciudad, excursiones, etc., y al que asisten personas que, como yo, tienen algún tipo de patología mental crónica y que, en el momento de integrarnos en él, tenemos casi siempre una circunstancia o característica en común, que no es otra que la de encontrarnos “estacionados” dentro de nuestra patología (cada cual, y de una forma heterogénea, con su historia a cuestas, casi siempre dramática). Se forma así un grupo humano, dentro de las características propias de cada integrante, bastante homogéneo, ya no solo desde el punto de vista de los pacientes, sino por el grupo de cuatro personas sin cuyo inestimable trabajo no sería posible: Chelo, Andrés, Virginia y Argimiro, cada uno con su faceta bien diferenciada en el CRPS, a la vez que versátil. No nombro a todos y cada uno de los pacientes con los que he coincidido aquí, no por nada, sino porque algunos están solo una temporada, otras veces vienen nuevos y, aunque el núcleo central de enfermos solemos ser los mismos, al mismo tiempo mi memoria haría que me quedara alguno en el tintero y no sería justo.
A qué viene esto, me dirá usted ávido/a seguidor/a lector/a de Béjar.biz. Pues viene a colación debido a que yo comencé mi colaboración en este semanario escribiendo precisamente sobre la problemática de los enfermos mentales en mi cada vez más pequeña ciudad de Béjar -por aquello de la diáspora de sus habitantes-. Seguro que algunos de los seguidores de estos mis humildes escritos en los que suelo contar mis visiones de Béjar y, de paso opinar, con honestidad y sin dobleces, sobre temas o cuestiones de actualidad, lo recordarán perfectamente, ¿verdad? Si no, tiren de hemeroteca.
Y teniendo que “emigrar” para hacer un sueño cumplido, emigrar en mi faceta de enfermo crónico, es decir con “mis problemas y circunstancias” a cuestas, a los 21 años de caer enfermo y diagnosticarme dicha enfermedad, (¡j….! cómo pasa el tiempo), ¡casi media vida! Por ello creo que tengo el derecho y me veo en la obligación de hablar y escribir del tema para una población, el pueblo-villa-ciudad que me vio nacer, y opinar al respecto haciendo una crítica constructiva y seria del tema.
Pensando que ya he luchado por la cuestión, desde mi punto de vista de enfermo y afectado, con la pretensión, deseo, voluntad y ambición de querer poner en marcha una asociación de familiares y enfermos mentales de Béjar y su comarca y, ante la negativa e impedimentos puestos, tanto por el ayuntamiento y otros organismos, como pueda ser principalmente Cáritas de Béjar, me gustaría poner de manifiesto, una vez más, la dejadez generalizada ante estos temas, no sé si por pudor o prejuicios, por parte de los políticos o de la sociedad en general bejarana. No sé si por los recortes o por la incapacidad o negativa por parte de algunos, como pueda ser la concejalía de asuntos sociales con su titular a la cabeza, Mª Castañar Rodilla en estos momentos, de la cual me consta que a su vez lo intentó en un principio, de forma tímida, aludiendo a que no había dinero para temas de este tipo y que haría lo que pudiera. ¿Por qué no montar un CRPS en Béjar a expensas de Cáritas, aunque ya tenga una gran carga debido a la que está cayendo con la dichosa crisis?
Un centro CRPS con pisos tutelados incluidos, ya que el entorno es propicio para ello; no sé si la población que queda en Béjar también, tengo mis dudas al respecto. Un centro, Sr. Alcalde, donde usted podría crear unos cuantos puestos de trabajo, pues hay muchos profesionales en la materia de toda índole en estos asuntos y no solo crearía empleo para cumplir el expediente, sino para una más que noble causa (no estaría de más que hablara del asunto con la Junta en la Consejería competente en estos temas). En el caso que expuse más arriba solo son 4 personas, pero podrían ser más. Evidentemente no acabaríamos con todo el paro, pero se crearían puestos de trabajo y lo que es más importante, quizás de Béjar, y además cualificados.
¿Es que los temas de asuntos sociales no preocupan al ayuntamiento? Solo hay que echar un vistazo a las estadísticas, -ver el artículo de Miguel Rodero, publicado en estas páginas recientemente, titulado: Apuesta por la desobediencia civil, la rebelión y la búsqueda de la justicia social-, para ver la situación crítica en esta materia y que apunta datos escalofriantes en Béjar, relacionados con asuntos sociales. Lástima que no aporte datos de salud mental.
Por otra parte ustedes pensarán y me podrán decir que Cáritas cumple ampliamente esta función, pues sigan leyendo el artículo y se enterarán de más cosas en este sentido, como lo referente a lo del comedor social que esta entidad regenta. Lean, lean y sigan leyendo, les aportará más datos de la situación del país en general, también. Me permitiré transcribir aquí su último párrafo:
"La paz social está llegando a su fin, y cualquier punto de España puede sufrir las consecuencias, la comarca de Béjar también".
Y para acabar, me gustaría hacer una somera “apología” en favor del enfermo mental crónico, sin que raye lo mediático, para poner de manifiesto que somos personas, igual que todo el mundo, con nuestras enfermedades, igual que todo hijo de vecino, unas veces con casos más graves que otros, como en cualquier tipo de enfermedad. Personas, si me apuran, más sensibles que el resto de la población, pero no más frágiles ni débiles, como muchos quieren ver.
Y ya para terminar, de verdad me gustaría que a la vuelta (si vuelvo al “pueblo” definitivamente), estos asuntos estén a la orden del día y se hable de ellos con naturalidad, sensibilidad y sensatez, sin pudor, sin prejuicios y con mucho amor. Sí, amor al prójimo, ponerse en lugar del otro, es decir, empatizar con los enfermos; y, por qué no decirlo, con los no enfermos, sobre todo con los familiares de unas víctimas rodeadas de prejuicios del resto o parte de vecinos de Béjar y comarca. Los prejuicios de los más débiles, ¡sin duda!
Atentamente,
Paulino Aliseda Hoya
Paalho68@hotmail.com
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Sr Aliseda:Vaya por delante mis mejores deseos para su pronta recuperación,que tal y como usted anuncia,se prevee de inmediato.Es obvio,que,cualquier enfermedad del tipo que sea,es una carga principalmente para el paciente,como para familiares o allegados,pero indudablemente,las enfermedades mentales,(las hay de todo tipo y vaiedad),debido a su complejidad,deberían ser objeto de mayor atención por parte de las respectivas administraciones,pero que en cambio,no se les presta los medios suficientes para hacer la vida un poco más agradable a éstos pacientes.No olvidemos que en la mayoría de los tratamientos farmacológicos dirigidos a éstos enfermos,(en su mayoría comprimidos con diversos compuestos),éstos,pueden producir unos efectos secundarios,aún más graves que la propia enfermedad a tratar.En cuánto a la posibiliad de crear en Béjar,un (CRPS).como propone en su escrito,me parece una idea genial,que no debería quedar sólo en el intento,sino,exigirlo,con la correspondiente implicación de nuestros políticos.Tanto usted como cualquier otro ciudadano,estamos al corriente de los recortes que están llevando a cabo en las distintas materias,pero principalmente,en el aspecto sanitario.Baste decir,que ayer mismo,se ha dado orden de retirar de la Seguridad Social,97 medicamentos,por lo que cada paciente tratado con alguno de ellos,deberá abonar íntegramente el 100% de su coste.Ésto supone (en la mayoría de los casos)acelerar su paso hacia la muerte,por no poder hacer frente a los consiguientes tratamientos farmacológicos,por falta de recursos,y que como usted indica,deberían hacer un ejercicio de empatía,antes de promulgar éstas leyes anti-sociales.Ahora,no se trata de estar de acuerdo o no con su relato,sino que le voy a explicar una evidencia que hace unos años tuve con un familiar que padecía depresión,al cuál acompañé en la mayoría de las consultas.Desde el comienzo de los primeros síntomas,acudimmos a la psiquiatra de turno en el HospitaL de Béjar,y una vez hecho el diagnóstico correspondiente,indicó en el informe,la conveniencia de realizar tratamientos de rehabilitación en el Hospital Psiquiátrico de Salamanca.Allí nos dirigimos y estuvimos reunidos con varios médicos,que al final se negaron a llevar a efecto el tratamiento rehabilitador indicado.Posteriormente,me consta que se celebró en Salamanca,una reunión de especialistas.Psiquiatras y Psicólogos,donde arbitrariamente,tomaron decisiones que perjudicaron notablemente a éste segmento de pacientes,por otra parte,ya demasiados castigados y marginados,y que la propia sociedad,también es responsable,al denominarles "Locos" y otras frases despectivas.No cesé en mi empeño elevando quejas y denuncias al respecto a las distintas administraciones,principalmente a la Diputación Provincial de Salamanca,por entonces responsable directa del Hospital Psiquiátrico.La entonces responsable directa del ärea de bienetar socia,.era Cristina Klimovich,con quién mantuve fuertes discusiones,porque demostró ser una inepta,en el ejercicio de sus funciones.Al final,como en tantos otros casos,las funestas administraciones,resultaron vencedoras,y pagando las consecuencias,los más débiles.
Le deseo los mayores éxitos si por fin se decide a iniciar las gestiones para la instalación en Béjar de un (CRPS),que pueda aliviar en parte,los grandes sufrimientos de éstos pacientes,pero no por mera compasión,sino por ser de justicia.
Saludos.
En primer lugar decirle que mi recuperación no es inmediata, aunque sí estacionaria,, ya que hoy por hoy con enfermedades de este tipo estamos en pañales en cuanto a investigación y además los prejuicios sociales ponen más barreras que a veces no existen, y solo quieren verlas algunos. Como bien dice usted por desgracia los pocos medicamentos que existen tienen efectos adversos secundarios, si no que me lo digan a mí, pero con todo y con eso me permiten llevar una vida normal, dentro claro está de un lógico malestar por así decirlo, con mis lógicas limitaciones, como puedan ser otras enfermedades podriamos decir "raras".
Me agrada gratamente que se haya decidido a escribir estas líneas en este foro de mi artículo, lo cual demuestra lo sensibilizada que está empezando a ser la sociedad con estos temas de salud mental. A pesar de todo por lo que me cuenta en primera persona sobre su caso, este debe haberle sucedido ya hace tiempo por lo que deduzco.
Por otra parte y como dice en última instancia, este tipo de diagnósticos deben ser contrastados a poder ser por varios médicos especialistas y psicólogos,y todo es cuestión de dar con el profesional adecuado en cada caso. Sí ya sé que es difícil, pero la cosa debería funcionar así. Y no yendo al area de bienestar social a hablar con el funcionario de turno.
No obtante, no estaría de más que los enfermos (que se encuentren en "disposición y estacionados"), así como familiares y amigos, nos uniéramos más para hacer fuerza ante una sociedad llena de prejuicios en estos temas, y sobre todo ante los politiquillos de turno, para que ellos, si no son capaces de poner inciativas como Un CRPS, sí se impliquen un poquito más.
Por esto último, le indico que yo no voy a hacer ninguna gestión para que exista un centro como el nombrado, pues seguiré siendo un débil, como bien dice usted. Sí procuraré luchar por mis derechos como enfermo, pero en todo caso quedan estos asuntos para que las "arreglen", las instituciones: Ayuntamiento en este caso de Béjar,Consejeria de Bienestar Social de la junta de C y L, etc. Yo le aseguro que estaré ahí para echar una mano como persona implicada que soy en el tema.
Atentamente,
Paulino Aliseda.
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