misterios de la mente que la ciencia no ha podido resolverPurificación Pozo, concejalaApreciados/as lectores/as, aquí estoy de nuevo, tratando de pergeñar algo para este nuevo artículo, con la mente en blanco (quizás el calor tenga algo que ver), esperando que las ideas surjan y fluyan a la par que tecleo las teclas de mi ya vetusto ordenador. Sigo en Salamanca, pronto iré a Béjar, unos asuntillos me lo requieren. A la vez que iré a ver a mis padres y algún amigo, sin duda.
Sigo con la mente en blanco y de repente me viene como un flash, esa NOCHE EN BLANCO celebrada en Béjar el pasado 6 de Julio hasta las 5 h de la mañana (seguro que más de uno estuvo hasta más tarde). La traigo a colación, porque que a juzgar por comentarios positivos que me han llegado ha sido todo un éxito. Y a juzgar también por la valoración positiva de la concejala de cultura, Purificación Pozo, que he podido leer en algún medio de comunicación digital. Excelente iniciativa, sin duda. La pena es que no haya más noches en blanco a lo largo del periodo estival, donde la cultura sea sinónimo de lo social más lo festivo. Noches en blanco parecidas o análogas a las noches de Fonseca; por cierto, por lo que he podido saber resurgidas de sus cenizas a la vez que revitalizadas.

Sin embargo no sería tan buena idea, y por supuesto no lo es, que los políticos, en este caso locales, los de “mi pueblo” sin ir más lejos, se quedaran o queden con la mente en blanco, y no sean capaces de ver más allá de sus narices. Y ya no en asuntos culturales sino de otra índole. Actitud que solo se puede entender por una desidia y apatía del pueblo bejarano; en el que incluyo a los ciudadanos en general y también a las clases más pudientes y poderosas de la sociedad como puedan ser empresarios y políticos.

Desidia del bejarano de a pie, impasible ante lo que ocurre en la ciudad de Béjar, contagiando de alguna forma a nuestros políticos, no olvidemos, “puestos ahí”, en sus cargos, por el pueblo de Béjar. Es como si a la hora de las elecciones se nos quedara la mente en blanco a todos. Unos, los políticos, haciendo promesas irrealizables y más en estos tiempos que corren, donde las primas de riesgo, impuestos, recortes y otras “menudencias” están tan a la orden del día; otros, los ciudadanos, impasibles ante lo que ocurre en esta villa-ciudad-pueblo, bastante más mermada que el resto de ciudades equivalentes o de similares características a la nuestra.

En definitiva, un barco en el que por desgracia viajamos todos, con las velas raídas por el devenir del tiempo, es decir, siguiendo en el empeño de querer vivir anclados en el pasado. Un barco que encima hace agua, zozobra cada día poco a poco; en el que la mayoría de pasajeros y marineros viven con la mente en blanco y no digamos la clase política, aunque a veces, las menos, ese barco se transforme, por un momento, por un día, en barco de competición con lo último en tecnología y deje una estela en el mar. Pero es solo eso, una estela en el inmenso océano.

Por tanto, señores/as, no se me queden en babia, disfruten de las noches en blanco. Sean participativos y críticos con lo que les rodea (todos: el pueblo llano, la clase política, los empresarios, etc.) no cejen en el empeño, seguro que así no se les quedará la mente en blanco y a lo mejor conseguimos navegar con muchos barcos de competición, que sin duda dejarán una estela, por qué no infinita, cuando no muchas y hermosas estelas, tal vez, a lo largo y ancho de este océano en el que en algún confín remoto se atisbe con nueva luz y esperanza un pueblo-ciudad-villa de nombre Béjar, que por el momento se ha quedado una noche en blanco.

Atentamente,
Paulino Aliseda Hoya
Paalho68@hotmail.com