Jesús CalderaCipriano GonzálezNo, no es una nueva clase de embutido. Tampoco quiero emitir juicios de valor y siempre con el máximo Respeto que, por supuesto, requiere; pero sí voy a intentar ser lo más crítico posible, pues el asunto lo requiere; como digo siempre en esto de “contar cosas” de Béjar o que atañen a Béjar.
En este caso se trata de una noticia aparecida en medios de comunicación recientemente, referente a nuestro paisano, el exministro Jesús Caldera, ahora en otros “menesteres de pensamiento”, dentro del partido Socialista.
Pues bien, me refiero a que Caldera anda a la greña con políticos de su partido, sobre todo con los provinciales, ya que pretende, mediante una Proposición no de ley, que defenderá en el Congreso de los Diputados, poner coto a los Ibéricos de Castilla y León y por tanto de la provincia de Salamanca, con lo que ello implica, sobre todo para la industria chacinera de Guijuelo sin ir mas lejos y por qué no de Béjar (aunque menos) y su comarca, llámese Ledrada u otra localidad. Poner coto, decía, al mercado de estos productos en beneficio de los Ibéricos Andaluces. Me parece indignante y barriobajera dicha posición de un exministro salmantino y bejarano, donde prevalecen los criterios, una vez más, partidistas. Juzguen ustedes, lectores/as, por ustedes mismos.

La otra cara de la moneda de este artículo tiene otro cariz, y se refiere al hecho de traer a niños Saharauis a nuestro país, aunque a algunos les pueda parecer quizás un asunto criticable, dadas las circunstancias de recortes de toda índole y la situación social y económica en que nos hallamos inmersos. Se trata de la iniciativa, ya tradicional, de AMPUSABE, asociación que este año, una vez más, “rescata o libera” del desierto a 22 niños saharauis en el marco del programa Vacaciones en Paz, mediante el que, durante una temporada equivalente a la del verano, desplazan a niños de los campos saharauis, con temperaturas que a veces superan los 50 ºC, para ser acogidos por familias de la provincia de Salamanca. Enhorabuena, Cipri, y a seguir así.

Como decía al principio de este artículo, no quiero hacer ningún juicio de valor, tanto en uno como en otro caso, es decir juzgar a la persona en sí, pero sí quiero poner de manifiesto las, para mí, dos caras de una moneda, con tintes políticos sin duda (una más que otra), y que atañen y afectan a Béjar y comarca.

Y ya, sin más, visto lo visto, y volviendo a usar las calificaciones utilizadas por mí en anteriores artículos, recordando otra vez a mi amigo Alex en su blog del conocimiento de las cosas en general, Axro Digital, al señor Jesús Caldera le voy a dar cero salvas de honor, mientras que al señor Cipriano González le voy a otorgar cuatro salvas de honor. Dos polos opuestos bastante diferenciados dentro de un mismo tinte político y de una ciudad como Béjar.

Atentamente,
Paulino Aliseda Hoya
Paalho68@hotmail.com