Desde hace unos años -en concreto desde 1997- se viene desarrollando desde nuestra Diputación y nuestro Ayuntamiento, la denominada “Operación Añoranza”. A presidenta y alcalde se les llena la boca diciendo que de este modo unos 247 salmantinos (20 por año) han podido reencontrarse con familiares, antiguos vecinos y en definitiva con Salamanca.
La realidad a nuestro juicio, es bien distinta. Los “retornados momentáneos” hacen un tour de recepciones y visitas por la provincia y sus instituciones para que nuestros políticos puedan hacerse tantas fotos como gusten.

Se da la casualidad de que esos “retornados temporales” son siempre argentinos, lo que tiene una indudable conexión con la importancia del voto emigrado argentino en las elecciones locales de nuestra provincia. Hay muchos más salmantinos repartidos por el mundo a los que no se les abre este programa.
Por otro lado, y si no es por un mero interés electoralista, resulta contradictorio. No tiene sentido tanto interés por los emigrados de hace 40 años, cuando cada año nuestros jóvenes han de dejar su tierra en busca de trabajo. Quizá alguien lo pueda ver como una ironía, para nosotros es la muestra evidente de que Salamanca necesita un cambio.
Unión del Pueblo Salmantino no critica la idea de “Operación Añoranza”. Criticamos que se limite en exclusiva a determinados centros culturales de Buenos Aires y Mar del Plata; criticamos que se use políticamente por los dirigentes del PP a nivel provincial y local; y criticamos que se magnifique una operación con un coste de casi 40.000 euros al año, (suponemos incluido, el viaje de auto-bombo de la presidenta de la Diputación a Argentina con gastos pagados) cuando nuestros jóvenes han de abandonar una tierra que les niega el trabajo.
No vivimos una época de abundancias. No es momento de derrochar el escaso dinero de nuestras administraciones en programas más propios de campañas electorales; hay mejores formas de gastar el dinero de todos los ciudadanos. Si nuestra presidenta provincial quiere irse de viaje, al menos que esos viajes sirvan de algo a Salamanca, es decir, que sean viajes a la búsqueda de inversores, de empresarios nacionales o extranjeros dispuestos a apostar por esta tierra y generar empleo y riqueza.
Unión del Pueblo Salmantino no quiere que Salamanca se olvide de su pasado, pero desea que la emigración se convierta en pasado y no en el presente y en el día a día de nuestros jóvenes y sus familias.