Me parece legítimo que el alcalde González intente llevar a cabo su proyecto de construir en La Cerrallana una piscina climatizada, cubriendo la única piscina pública existente en la Ciudad. Me parece legítimo que el alcalde intente sacar adelante su peregrina idea de levantar en La Cerrallana un Supercomplejo Deportivo Superlativo y, si esa es la idea que tiene en la cabeza, aunque choque con los deseos de la mayor parte de los bejaranos, debe luchar por ella, debe intentar convencernos de las bondades de la misma. Pero lo que no me parece legítimo, en modo alguno, es que, para llevar esa idea a la práctica, haga trampa, engañe a los ciudadanos y se engañe a sí mismo (aunque de esto último, obviamente, no estoy seguro).
Porque eso, y no otra cosa, es lo que encierra y contiene el llamado Estudio de Viabilidad para construir y explotar, en régimen de concesión a una empresa privada, el denominado “Complejo Deportivo Municipal y Spa de Béjar", que ha estado sometido a información pública.
Lo diré de una vez por si no quieren continuar leyendo: dicho Estudio es una burda maniobra, una tomadura de pelo de tamaño descomunal con la que nuestro alcalde intenta sentar, sin tenerlas, las bases legales para llevar a cabo su quimérico proyecto. Y ahora, a continuación, siguiendo mi costumbre, lo voy a demostrar, pero para eso tendrán que leer un poquito más. Anímense, que el asunto, aunque serio, tiene su punto de diversión.

Un estudio de viabilidad es un tipo de análisis, con una metodología claramente definida y estructurada, en el ámbito de las inversiones industriales y de las obras y equipamientos, tanto de carácter privado como público, que se utiliza en la fase preparatoria de un proyecto, y cuyo objetivo es establecer la conveniencia técnica y económica de ejecutar dicho proyecto.

Se trata de una herramienta perfectamente conocida y ampliamente utilizada en múltiples campos de la actividad socioeconómica, y sin la cual, hoy día, nadie se aventura a ejecutar una inversión. Se trata de responder a priori, antes de acometer una obra o empresa, a preguntas tan simples como las siguientes:

• En qué consiste exactamente el proyecto?
• Es el proyecto técnicamente posible?
• Existen alternativas a la solución planteada?
• Cuál es la demanda esperada?
• Cuál es la mejor solución constructiva y a cuánto asciende la inversión?
• Cómo va a funcionar y cuál será el personal necesario?
• A cuánto ascienden los costes de mantenimiento y a cuánto los de explotación?
• Cómo se va a financiar la inversión?
• Qué ingresos se necesitan para poder hacer frente a los costes, ya sean de amortización, ya sean de mantenimiento y explotación?
• A qué precios se podrá ofrecer el producto o atender el servicio objeto del proyecto?
• Son los precios competitivos o las tarifas admisibles para la población que debe pagarlas?
• Será necesario o conveniente establecer alguna forma de subvención, por segmentos de población, para asegurar el acceso a todas las capas sociales?
• Con la demanda existente o inducida, según las previsiones realizadas, RESULTA EL PROYECTO VIABLE?

Lo antes apuntado es un esquema básico (en el que caben variaciones según el tipo de proyecto de que se trate) que sirve para decidir, sobre bases de racionalidad técnica y económica, si resulta adecuado acometer un proyecto, ya se trate de una fábrica de cerveza, una autopista de peaje, una promoción de viviendas o, en el caso que nos ocupa, un complejo deportivo de piscinas climatizadas y actividades lúdico-terapéuticas ligadas al agua, de carácter municipal, en régimen de concesión de obra y explotación por una empresa privada.

Para evitar o, al menos, mitigar las veleidades a que nos tienen acostumbrados los políticos, la Ley 30/2007, de Contratos del Sector Público, en su artículo 112, establece que “con carácter previo a la decisión de construir y explotar en régimen de concesión una obra pública, el órgano de la Administración concedente acordará la realización de un estudio de viabilidad de la misma”. Y a continuación define el contenido mínimo de los datos, análisis, informes o estudios que debe contener dicho estudio de viabilidad, que son los siguientes:

a. Finalidad y justificación de la obra, así como definición de sus características esenciales.
b. Previsiones sobre la demanda de uso e incidencia económica y social de la obra en su área de influencia y sobre la rentabilidad de la concesión.
c. Valoración de los datos e informes existentes que hagan referencia al planeamiento sectorial, territorial o urbanístico.
d. Estudio de impacto ambiental cuando éste sea preceptivo de acuerdo con la legislación vigente. En los restantes casos, un análisis ambiental de las alternativas y las correspondientes medidas correctoras y protectoras necesarias.
e. Justificación de la solución elegida, indicando, entre las alternativas consideradas si se tratara de infraestructuras viarias o lineales, las características de su trazado.
f. Riesgos operativos y tecnológicos en la construcción y explotación de la obra.
g. Coste de la inversión a realizar, así como el sistema de financiación propuesto para la construcción de la obra con la justificación, asimismo, de la procedencia de ésta.
h. Estudio de seguridad y salud o, en su caso, estudio básico de seguridad y salud, en los términos previstos en las disposiciones mínimas de seguridad y salud en obras de construcción.

Y no se puede llamar Estudio de Viabilidad a cualquier documento, por mucho que se estampe dicho título en la portada y por mucho que, en un torpe intento de camuflaje, se copien en la Memoria los sucesivos apartados expuestos en el citado artículo 112 de la Ley, para luego escribir, como contenido, cualquier cosa, tanto da. El Estudio de Viabilidad tiene unos contenidos mínimos que deben cumplimentarse con rigor, pues de lo que se trata, ni más ni menos, es de dictaminar, si el proyecto es factible, de establecer, con la mayor precisión posible, que no se trata de una quimera o una idea visionaria o ruinosa y que, por consiguiente, resulta razonable y adecuado llevarlo a la práctica. En un proyecto como el indicado, el Estudio de Viabilidad tiene que determinar, sin ambigüedades, si el proyecto es viable tanto desde el punto de vista técnico como desde el punto de vista económico y financiero.

Veamos cuál es el contenido del Estudio de Viabilidad que el alcalde González ha sometido a consideración de los bejaranos:

Finalidad y descripción de la obra: la remodelación de las actuales instalaciones sitas en la parcela 4 del Plan Parcial de La Cerrallana, que tiene un extensión total de 20.305 m2, consistentes en dos piscinas descubiertas (una de 50x25 metros y otra de 25x12’5 metros) y tres edificaciones anejas (una, de dos plantas, destinada a albergar equipos de mantenimiento y depuración en planta baja y vestuarios en planta alta; otra, de una sola planta, destinada a almacén de jardinería; y una tercera, de dos plantas, sin acabar) a fin de convertirlas en un denominado COMPLEJO DEPORTIVO MUNICIPAL Y SPA compuesto por un conjunto de 8 edificios con un total de 6.468’63 m2 de superficie útil y 7.279’33 m2 de superficie construida, con el siguiente programa:

• Edificio 01, de 2 plantas, a ejecutar en parte sobre la estructura del edificio inacabado existente y en parte sobre obra nueva, destinado a RESTAURANTE y recepción en planta primera y “espacio dedicado a la interpretación de la naturaleza, una cafetería y una zona diáfana para mantenimiento del edificio”, en planta baja.
• Edificio 02, de nueva ejecución, en un apartado del Estudio se dice que tendrá 2 plantas y se destina a CAFETERÍA, mientras que en otro se dice que tendrá 1 planta donde “se localiza el balneario con una piscina lúdica/dinámica con la instalación de una serie de juegos acuáticos como bancos de masajes y bubble ring, una zona relax y una zona con sauna finlandesa, baño turco y termas romanas”.
• Edificio 03, de nueva ejecución, con 2 plantas, la planta baja destinada a SPA y la planta sótano destinada a alojamiento de las instalaciones para el spa. “En concreto la planta baja, después de un primer espacio de recepción para los clientes dotado de cafetería, se subdivide en una serie de espacios diferentes conectados por un recorrido que, pasando por un primer espacio de duchas emocionales, sigue su camino a través de una zona de contrastes hasta llegar al espacio de las bañeras y piscina con cuello de cisne, chorros y cascada de pared”.
• Edificio 04, mediante una reforma integral del edificio existente, con 2 plantas, destinado a GIMNASIO/BELLEZA. En la memoria se dice que la planta baja albergará “a la derecha de la entrada una zona médica compuesta por recepción, sala de espera, consulta, 3 cabinas de consulta y 3 cabinas para tratamientos de belleza y un espacio de vestuarios para los atletas del gimnasio mientras que, en la parte izquierda, se localizarán una recepción, el gimnasio y los baños de este”.
• Edificio 05, destinado a PISCINA INFANTIL, edificio se supone que obtenido mediante cubrición de la piscina pequeña existente, “es el espacio para los niños con una piscina puesta en conexión con la guardería y un espacio de juego exterior”, según la memoria.
• Edificio 06, destinado a PISCINA OLÍMPICA, “se genera con la cubrición de la piscina olímpica. En este espacio se realizarán una serie de zonas para los socorristas de las distintas piscinas y espacios secundarios para el mantenimiento”.
• Edificio 07, de nueva ejecución y 1 planta, destinado a ZONA DE JUEGOS, “es el espacio de la guardería–sala de juegos donde se construirán dos vestuarios para los niños y un espacio de juegos que estará en contacto con la piscina para niños y un espacio exterior”.
• Edificio 08, de nueva ejecución y 1 planta, destinado a VESTUARIOS, “albergará los vestuarios para las piscinas y para las canchas deportivas”.

Y eso viene a ser casi todo. No hay mucho más, de enjundia, en el citado Estudio. La descripción antedicha se acompaña con cuatro planos procedentes del Plan Parcial, de ordenación general y cacterísticas urbanísticas de la parcela, y con seis planos esquemáticos de anteproyecto, a escala 1:400, a saber: tres de plantas generales (planta cubierta, planta primera y planta baja), dos de alzados y uno de secciones, de los que solo cabe extraer ideas imprecisas y otras conjeturas sobre las circulaciones, distribuciones y conexiones entre edificios y sobre el aspecto general de las distintas fachadas del conjunto.

No se adjunta ninguna memoria constructiva, ninguna descripción de materiales o sistemas constructivos, ninguna indicación sobre el tipo de solución que se utiliza para la cubierta de las piscinas, nada sobre cómo se prevé realizar la cimentación de la misma, ninguna precisión sobre cerramientos, ninguna sobre el aislamiento térmico o acústico, nada en absoluto sobre el tipo de solados, nada sobre acabados interiores o exteriores. Todas las precisiones que hemos podido encontrar en el Estudio sobre esta cuestión se reducen a la indicación que reza: “La edificación que corresponde al equipamiento de la piscina cubierta obedece a la tipología de construcción normal, siendo los riesgos operativos derivados de la actividad constructora, los habituales para estos edificios donde se usarán materiales y procesos de construcción básicamente industriales”.

El Estudio tiene un apartado titulado “Criterios medioambientales” al que dedica 6 páginas sobre un total de 17, esto es el 35% del total de la Memoria. En él, después de anunciar que “una particular atención se pondrá en la utilización de medidas básicas de eficiencia energética”, se nos cuenta que se van a instalar captadores de energía solar para producción de agua caliente para las duchas y placas fotovoltaicas para generar electricidad y ahí se acaba la cuestión, quedando sin analizar ni dilucidar las cuestiones fundamentales del sistema energético del complejo, tales como las siguientes: ¿Cómo se prevé calentar el agua de las piscinas y el de los artilugios del spa? ¿Cuál será el sistema de calefacción ambiental de los más de 7.000 m2 de que consta el complejo? ¿Cuál será la fuente de energía: gas, gasóleo, electricidad? ¿En el caso de que se prevea gas o electricidad, existen redes de alimentación de capacidad suficiente en el polígono de La Cerrallana o será necesario construir nuevas redes de suministro, y en ese caso, cómo se van a costear dichas redes? ¿Cuál es el balance energético esperado del conjunto? Ninguna de estas decisivas cuestiones tienen respuesta en el Estudio y, lo que es más grave, ni siquiera se plantean.

Para establecer el coste de la inversión, el Estudio de Viabilidad no acompaña ningún estado de mediciones y, sin justificación alguna, adelanta una cifra global como volumen total de la misma que, además, resulta totalmente inverosímil.

El cálculo de la inversión contenido en el Estudio de Viabilidad es de este tenor:
- Total construcción: 3.250.000 €
- Instalación de placas fotovoltaicas: 100.000 €
- Instalación de placas solares para agua caliente: 85.000 €
- Instalación herramientas spa: 275.000 €
- Total Obra: 3.710.000 €
- IVA: 667.800 €
Total impuestos incluidos: 4.377.800 €

Y así, mediante esta escueta cuenta de la lechera, es como el Estudio de Viabilidad apadrinado por el alcalde de Béjar establece el coste de un proyecto tan complejo.

Solo a título indicativo, vamos a calcular el coste medio unitario resultante por metro construido, sin IVA, o sea, lo que se conoce por precio de contrata, y sin tener en cuenta las instalaciones especiales (placas fotovoltaicas, solares y juegos de spa):

- Total construcción: 3.250.000 €
- Total superficie construida: 7.279’33 m2
- Lo que significa un precio unitario medio resultante de:
3.250.000 / 7.279’33 = 446’47 €/m2

Esto es, un precio medio que se sitúa por debajo de las 75.000 ptas/m2, lo que resulta irrisorio. Claro que, como no sabemos nada sobre el tipo de proyecto previsto, lo mismo se trata de un sistema ligero a base de jaimas, que podría salir baratito. Nos quedamos con esa duda.

Pregunten a cualquier arquitecto, aparejador, arquitecto técnico, ingeniero, promotor inmobiliario o profesional de la construcción, a ver qué opinan de un precio semejante.

En cuanto al sistema de financiación propuesto, la cuestión se resuelve en tres líneas indicando que “La financiación de la obra correrá a cargo de la concesionaria y se prevé que pueda ser recuperada durante el plazo de explotación de la obra fijado en 40 años y prorrogable por otros 10 adicionales.” Habrá que suponer que a la concesionaria le cae el dinero del cielo, pues en el Estudio ni siquiera se efectúa una hipótesis sobre tipos de interés previsibles ni, mucho menos, una calibración de la suma que tendrá que destinar cada año a amortizar la cantidad invertida y a pagar los intereses devengados y que, obviamente, debe de salir de alguna parte, por ejemplo, del bolsillo de los usuarios. ¿De dónde, si no?

En cuanto al análisis de la demanda, el Estudio se limita, en una simple paginita, a hacer un repaso indicativo y anecdótico de los posibles tipos de usuarios o clientes y sus zonas de procedencia que se establecen en tres ámbitos (comarca de Béjar, periferia más próxima y turismo en general), sin que se realice, ni por asomo, un estudio de demanda que trate de cuantificar el número de usuarios potenciales, su distribución en segmentos de población, el radio de acción, la localización de establecimientos similares que podrían entrar en competencia, el análisis de precios de los servicios existentes, etc., etc. Lo que no obsta para hacer afirmaciones tan peregrinas como la que se transcribe a continuación:

“El conjunto proyectado, por la diversificación de las actividades propuestas y por su localización, quiere ser un complemento de las actividades lúdicas y culturales que Béjar puede ofrecer al turista permitiendo además de complementar las instalaciones deportivas de la Sierra de la Covatilla, así como ofrecer una actividad más a la rica actividad turística y de naturaleza de la zona, con las aulas de interpretación de la naturaleza.
La implantación así mismo de un futuro Parador Nacional de Turismo a escasos metros colocaría al conjunto de la intervención en uno de los más relevantes de la provincia e incluso de la comunidad, y el más significativo en relación con la naturaleza.”

En fin, ya ven, afirmaciones y elucubraciones variopintas, todas las que quieran, mientras que cálculos de demanda y de rentabilidad, ninguno.

En cuanto a la determinación de los costes de mantenimiento (reparación y reposición de equipos, mantenimiento y limpieza de edificaciones, jardinería) y de explotación previsibles (energía, reactivos, fungibles diversos, vigilancia, administración, personal –médicos, fisioterapeutas, socorristas, monitores, educadores, cuidadores corporales, camareros, cocineros, etc.,), fundamental para establecer, junto con los costes de amortización de la inversión y sus intereses, los costes anuales del servicio que deben ser, cuando menos, alcanzados por los ingresos a obtener por el conjunto de los diferentes servicios ofrecidos (uso de piscinas, uso del spa, gimnasio, consultas médicas, masajes, tratamientos de belleza, etc.), el llamado Estudio de Viabilidad no ofrece ningún dato, ningún cálculo, ninguna indicación, nada de nada, salvo que se entienda que este apartado tan decisivo en cualquier estudio de viabilidad queda cubierto con la afirmación contenida en el Estudio que nos presenta nuestro alcalde, que dice: “Durante los años de vigencia de la concesión, el gestor que se encargará de la explotación, deberá realizar un plan de mantenimiento y conservación de las instalaciones”.

Podemos concluir, para no alargar más este artículo, que EL DOCUMENTO PRESENTADO Y SOMETIDO A INFORMACIÓN PÚBLICA NO ES UN ESTUDIO DE VIABILIDAD, resultando evidente, hasta para el más zoquete, que no cumplimenta las estipulaciones del artículo 112 de la Ley de Contratos del Sector Público, por lo que no dudamos que el señor alcalde, que se supone que es el tipo más listo y ecuánime, tendrá la misma opinión. Pero es que ni siquiera puede decirse de tan chapucero trabajito que constituya un estudio de viabilidad malo, deficiente o incompleto, porque de estudio de viabilidad no tiene nada. A lo sumo, se podría considerar al documento de marras como una mera declaración de intenciones donde, sin justificación alguna, se describe -de forma vaga- una intervención sobre unas instalaciones públicas existentes, se establece -a capón- un montante de inversión y se decreta su ejecución por el sistema de concesión de obra y explotación por un plazo -determinado seguramente mediante una bola de cristal- de 40 años prorrogable por otros 10. Así, sin más averiguaciones, como si se tratara de un triste y trasnochado truco de chistera que no se cree ni el apuntador.

Me resulta inconcebible que el Ayuntamiento de Béjar sea capaz de sacar a información pública un estudio de tan baja estofa, tan magro, tan falto de chicha, carente del mínimo rigor. Me resulta sorprendente que no haya en ese Ayuntamiento ningún técnico ni en el Equipo de Gobierno ningún político capaz de entender que lo que tiene que establecer el estudio de viabilidad es que el proyecto es realizable porque las cifras de gastos previsibles e ingresos esperables, calculadas con fiabilidad, cuadran, y que, para determinar esa cuestión tan simple, tan de perogrullo, hay que calcular y afinar precisamente eso, los gastos previsibles y los ingresos esperables, y ello, hasta donde sea posible, lo que, normalmente, es bastante. Pero es que aquí tienen, delante de sus ojos, un Estudio que no solamente determina el presupuesto de la inversión lanzando una pedrada al aire sino que no realiza ningún otro cálculo, ya sea de costes financieros y de operación, ya sea de volumen de demanda, ya sea de previsión de tarifas, y se quedan tan panchos.

¿Me quiere decir, Sr. González, a la luz del documento sometido a información pública, de dónde saca que el proyecto es viable? Porque lo que es este Estudio que usted se ha atrevido a exponer al público no determina absolutamente nada, es un puro desierto, tal y como hemos demostrado aquí. ¿O es que quizá usted entiende que porque la inversión la hace la empresa concesionaria, y de momento y en apariencia no tiene que pagar nada el Ayuntamiento, el proyecto ya es viable? Una empresa que no es capaz de determinar los costes anuales de su pretendida inversión, uhmmm, qué raro... O tenemos que entender que sí es capaz de conocer esos costes (cómo no va a ser capaz, las empresas se dedican, sobre todo, a ganar dinero, no hay que olvidarlo) pero, dado que ha encontrado un mirlo blanco al que le importa un rábano conocerlos y contrastarlos, no los dirá hasta hacerse cargo de la concesión y luego, ya veremos Sr. Alcalde..., esta inversión es mucho mayor de lo calculado..., los números no cuadran..., los costes se disparan..., hay que subvencionar porque si no, tendremos que abandonar la explotación..., qué tal si el Ayuntamiento rescata la concesión y nos paga la enorme inversión que hemos hecho..., y lo que te rondaré morena. ¿Es que no le quedan entendederas?, ¿ni siquiera una brizna de sensatez?

Todo indica que este falso Estudio de Viabilidad se lo han regalado y usted, que quiere hacer en La Cerrallana la Mayor Instalación Europea de Referencia Deportiva y Acuática, se ha apuntado al bombardeo, a ver si suena la flauta y da en el blanco, pero, lamentablemente, le han vendido un avión que no tiene alas ni motor.

A otro perro con ese hueso.