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La última carta de la baraja
A diario, los medios de comunicación informan, de las mil maneras posibles y desde las mil fuentes posibles, que quienes tienen que sufrir el pago de las consecuencias de la catástrofe financiera mundial, y en particular la europea y dentro de la europea la nuestra, son los trabajadores: la última carta de la baraja.
No importa que no sean ellos los culpables, ni que los reales culpables estén sacando provecho —de presente y de futuro— del río revuelto que ellos mismos crearon. No es significativo, ni dice nada a los Poderes, seguros de disponer de una democracia que se lo permite, que sea la gente-yunque sobre quienes caiga el pesado martillo de los recortes sociales y las medidas de urgencia para abaratar el empleo, privatizar –más aún— la economía, reducir los salarios y las otras tantas reformas y medidas que lanzan a la miseria y la inseguridad a ciudadanos de plenos derechos, cuyos derechos parecen no ir más allá de ser los chivos expiatorios de un sistema en crisis.
Es inaudito que viendo en directo este translúcido ejemplo de que son los poderes económicos quienes gobiernan, se pretenda hablar de soberanía. Hoy, tal vez sean soberanas algunas tribus de la Amazonia, pero ninguno de las naciones europeas. La concentración del capital es tal que todas se ven obligadas a bajar la cabeza y aplicar las recetas que se cuecen, algunos con reticencias y otros, con un entreguismo insultante para sus propios gobernados. Resistirse es inútil. Las cosas son más claras que nunca: “Lo haces o tu país se va a la mierda”. Los poderes económicos, más que cualquier otra tendencia subversiva, pueden enviar a la mierda a quienes quieran.
Entonces nos encontramos con los políticos que reculan. Como el que se encuentra un león en la puerta de su casa y se ve ante la disyuntiva de dejarse comer o de seguir comiendo. Reculan, y lo hacen con la fraseología y los números estratosféricos que los mortales comunes no logran entender jamás, porque después de levantar una nación es incomprensible que unas palabras extrañas de la jerga de la bolsa y unos números escalofriantes traten de explicarles que la nación no es suya y que tienen la obligación de pagar una inmensa deuda de la que no tenían noticias.
Vemos lo que está sucediendo en Grecia y nos preguntamos cuándo será nuestro turno, sin darnos cuenta de que Grecia es el balón de ensayo para determinar hasta qué vuelta del garrote vil en el cuello de la gente pueden llegar los poderes económicos, ejecutores de una democracia ya herida de muerte. Da pena, por no decir un encojonamiento supremo, ver en la tele a los voceros de la Comunidad Europea y del Fondo Monetario Internacional, apretando las clavijas, exigiendo lo que hay que hacer para sanear las cuentas y la deuda pública, condicionando a los portugueses, a los griegos, a los españoles y a la madre que los parió a reconstruir sus economías abriéndose más huecos al cinturón.
Cabría preguntarse, en la ignorancia de esos caminos de desarrollo tan misteriosos como los que conducen a Dios, si la pertenencia a la CEE está condicionada por la pérdida del derecho de cada país a hacer lo que le parezca mejor para su beneficio y el de su pueblo o si es condición indispensable tributar a las implacables cuentas de la estratosfera económica el aire que respiramos y aceptar sin chistar todos sus dictados. ¿Somos países o somos colonias? No es extraño, por tanto, que sea la última carta de la baraja la que tenga que decidir esta partida.
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Aqui tenemos un ejemplo claro:
A.B.C.es/economia 12/6/2011.
Jesus Caldera Vicepresidente Ejecutivo Fundación Ideas.
"Los últimos datos de contabilidad nacional confirmaran que la economía española se encuentra en una senda suave de recuperación y sostenida en el tiempo, ya que desde el primer trimestre de 2010 ha mantenido tasas de crecimiento intertrimestrales positivas".
" Esta recuperación gradual de la actividad se esta produciendo a pesar de estar inmersos en el tercer programa de consolidación fiscal mas ambicioso de Europa, y de las tensiones existentes en los mercados de deuda soberana europeos".
" Hemos necesitado afrontar reformas que ya están dando sus frutos".
Digo yo; ¿Estará bien informado este hombre?.¿Estará hablando de nosotros los españoles de a pie?. ¿Estará hablando del tejao del bar Bodegon?. Esto pinta mal, me gustaria equivocarme pero hay un aroma incendiario en todo esto que pido a Dios que no ocurra otro desastre no solo nacional,tambien mundial, pues acechan los problemas economicos y de exceso de equipaje que influyeron en las dos guerras
que ojalá nos enseñaran a todos por donde no ir. Yo estoy acojonao con el panorama que hay. Ocurrira algo que desatasque esta situacion, esperemos que sea benigno. Mi istinto animal me dice que el dinero es el chapapote que afecta al mundo,a continentes, y paises,regiones a provincias a comarcas a personas en definitiva, y digo yo, ¿sera tan complicado que entre todos no demos solución a un solo problema? ¿tendré problemas por comentar estas cosas abiertamente? F.H.I
-----CORRECCIÖN: Donde dice "....Confirmaran.. dice literalmente ....CONFIRMARON....
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