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Teletrabajo: ¿Antídoto para las ciudades vaciadas?
J. Alvarez - Monteserin
Béjar , es lo que ahora se ha dado en llamar , una “ ciudad vaciada” . Desde cincuenta años atrás, su población disminuye, - decesos, baja tasa de natalidad , movimiento migratorio por falta de oportunidades laborales, etc. - La industria textil se vino abajo y el comercio y la economía se resintieron. En nuestro País, en este periodo de tiempo, la mayoría de las empresas de nueva creación, se instalaron en los cinturones de las grandes urbes, lo que originó una fuerte migración de gente, de los pueblos y ciudades a las grandes capitales, en busca de trabajo. Se produjo el boom automovilístico, que obligó a rediseñar los accesos a las grandes ciudades y el boom de la construcción, que creó las esperpénticas ciudades dormitorio. A la par, el medio ambiente se contaminaba y los ciudadanos residentes en las ciudades dormitorio, se veían obligados a soportar diariamente largos desplazamientos, en distancia y tiempo , con elevados costes , para ir a trabajar . Para muchos un martirio.
Las ciudades pequeñas se vaciaban, una de ellas Béjar, y por razón de la despoblación, se iban reduciendo servicios, entre otros los médicos, - ahora usurpados en nuestra Ciudad , a la espera de que nos los devuelvan- , escuelas , etc. y en los pueblos más pequeños, desaparecían además de los centros médicos de primera asistencia, farmacias , bares, tiendas y más.
Cuando se implantó la democracia en nuestro País, por aquello de que había que descentralizar el Estado, se crearon diecisiete Comunidades Autónomas, y más tarde, las capitales de provincia, fueron practicando y siguen en ello, una endogamia hasta acogotar los pueblos y ciudases de cada provincia. En
nuestra Ciudad, en la época franquista, teníamos los servicios necesarios para ser autónomos en la mayoría de las cosas ; ahora cada día dependemos más de los servicios capitalinos; para cualquier gestión tenemos que ir a Salamanca. Y cuando vamos aprovechamos para comprar esto y aquello, que antes comprábamos en nuestra ciudad. Y es más, antes, había líneas de autobuses en muchos de los pueblos de alrededor de Béjar y había señales de tráfico, que indicaban la dirección y distancia a nuestra Ciudad .
Estas señales se han ido cambiando y ahora indican la distancia y dirección a Salamanca. Repetimos, pura endogamia capitalina.
Lo lamentable es que Béjar no haya reaccionado y no haya sabido sobreponerse a esta tendencia, cómo lo han hecho otras ciudades de nuestro entorno, que sometidas al mismo castigo, supieron sacar la cabeza, sumaron voluntades y crecieron: Plasencia, Guijuelo, Hervás y otras.
La pandemia que estamos sufriendo, que tanto nos ocupa y preocupa, nos está obligando a cambiar algunos de los hábitos establecidos. Las nuevas tecnologías y los actuales medios telemáticos de comunicación, nos están obligando a asumir algo que hace medio siglo era impensable. Lo llamamos teletrabajo y nos ha traído que hoy, una persona desde su hogar pueda trabajar para su empresa, comunicándose con ella en tiempo real, al igual que con sus compañeros y personas afines, por muy larga que sea la distancia. Dicho gráficamente: hoy una persona afincada en Béjar puede asistir en tiempo real, telemáticamente, a una reunión que se celebra en Tokio o cualquier otro lugar del Mundo; hoy por videoconferencia, podemos ver a los asistentes a dichareunión a través de la pantalla del ordenador, y
tomar acuerdos y decisiones, cómo las tomá bamos antes, sin tener que viajar para ello.
La pandemia nos ha confinado, nos ha obligado a tomar todo tipo de precauciones, entre otras a no juntarnos con grupos de personas en aras a evitar posibles contagios y las empresas, que obviamente no pueden dejar de trabajar, han implantado el teletrabajo. Y el teletrabajo ha venido para quedarse.
Obviamente hay trabajos qué por su naturaleza, no pueden adoptar este método, cómo es el caso de una cadena de montaje de automóviles o una empresa de reparto de mercancías. Pero todo lo que se puede se hace a distancia. Los sistemas están cambiando porque las nuevas tecnologías son cada vez más incisivas y má s asequibles y hay que aplicarlas por qué “ren ovarse o morir”.
A ctualmente, en nuestra Ciudad, nos consta, hay teletrabajando decenas de personas, jóvenes y mayores, titulados universitarios y profesionales, qué obligados por la pandemia y por mor a la ciudad que les vio nacer, han abandonado sus ciudades de trabajo y han vuelto a casa . Prefieren vivir en Béjar, su ciudad natal, disfrutar de la naturaleza y su entorno familiar, reducir costos de subsistencia y disfrutar de otras ventajas. Pero la mayoría denuncia que nuestra Ciudad debe disponer de una serie de medios que no tiene, para poder teletrabajar. Hay serias dificultades para la comunicación telemática, sobre todo en las horas centrales del día, por saturación de redes. Además, algunos, no disponen en sus hogares de medios ni del confort necesario. Explican que a veces, su trabajo es un incordio para los familiares convivientes, por lo que el trabajo les resulta incómodo. Y también echan en falta la comunicación personal y física con otros profesionales. Lo que obliga a las ciudades, en nuestro caso a Béjar, a habilitar espacios que faciliten los servicios telemáticos y medios de comunicación, para poder trabajar. Facilitar esto, puede ser el antídoto para que se corte la emigración bejarana y se inicie la inmigración. A nivel general, podríamos afirmar que, las ciudades hoy vaciadas comenzarían a tener un aumento en su población, lo que supondría una ayuda para un mayor desarrollo socioeconómico.
Hacemos estos razonamientos, con el afán de sensibilizar a los responsables políticos de Béjar, en aras a que analicen este tema y adecuen alguno de los edificios de la Ciudad, de propiedad municipal, para que quién lo desee, pueda venir a teletrabajar a Béjar. Para lo que tendríamos que habilitar, como ya hemos dicho antes, espacios y edificios que ofrezcan comodidad y dispongan de los medios necesarios.
Obviamente, el Ayuntamiento pondría un precio de alquiler, para compensar los gastos de conservación del edificio y el costo de los servicios a prestar.
Desde nuestra posición vemos y a modo de sugerencia indicamos, que un lugar apropiado, adecuándole para este fin, podría ser la antigua Plaza del Mercado. Durante el día sería un centro de actividades laborales y durante el resto del día e incluso noche, podría ser lo que es, centro de ocio y cultura para la gente joven. Habilitándolo adecuadamente, también podría erigirse en un centro de comunicaciones telemáticas, para uso general de la población.
Seguro que también hay otros edificios de propiedad municipal, que nosotros ignoramos, que podrían adecuarse. Se lo pedimos a nuestros políticos municipales, con el ruego de que al margen de posiciones partidistas, concilien y sumen voluntades en favor de Béjar y de su ciudadanía. Esta es una
oportunidad más que se nos presenta y que debemos atender.
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Desde el punto de vista laboral, uno de los pocos puntos positivos que ha traido la pandemia es el teletrabajo. Estoy de acuerdo con el articulo, Béjar necesita espacios habilitados ya sea publicos o privados para que se pueda teletrabajar en espacios alternativos al propio domicilio ya sea porque el trabajador no tiene espacio en su domicilio o tiene problemas de caracter tecnico en su domicilio, con relación a los problemas tecnicos no es justo que haya Bejaranos de primera, de segunda, de tercera,... Me refiero a que hay lugares de Béjar donde solo podemos tener ADSL, una tecnologia obsoleta que es muy inestable y con unas velocidades que impiden o dificultan el teletrabajo, conozco casos de personas que estan teletrabajando en sus casas y en muchos casos estas personas para poder enviar los resultados de su trabajo tienen que desplazarse al domicilio de un familiar o amigo para poder enviar sus trabajos porque el ADSL no da para ello.
Ahora que parece que la pandemia va a terminar a medio plazo gracias a la vacuna, esperemos que el teletrabajo se quede, para que se quede van a tener mucha influencia los trabadores, ya que cuanto más trabajadores esten agusto teletrabajando más trabajadores elegiran seguir si la empresa se lo ofrece. Béjar tiene mucho potencial para que los teletrabajadores se queden, siempre que les guste vivir cerca de la naturaleza pero si el trabajador tiene problemas para desarrollar su actividad laboral esta claro que va a preferir volver a la oficina.
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