Me asombra comprobar que una buena parte de la actividad política que se traslada a los medios está relacionada con declaraciones de los políticos, en lugar de con la situación de los ciudadanos. Parece que tiene más importancia cualquier cosa extemporánea que pueda decir o haber dicho un concejal, que la gravísima situación económica y social que tiene la ciudad de Béjar y su comarca.
También me asombra y me apena que los medios, en lugar de tener independencia de criterio contribuyamos a ese circo y en vez de intentar poner el foco en los asuntos esenciales, arrojando el máximo de luz y de información sobre los problemas reales, estemos bailando el agua a los políticos con verborrea y no hagamos caso a los políticos o a otros que trabajan de forma callada y discreta, creando riqueza, aglutinando iniciativas o resolviendo problemas.
Y es que en estas circunstancias lo que hace falta es más política y políticos que estén a la altura de los problemas de la ciudadanía, que es mucha. En este tema discrepo de muchas personas que piensan que lo que hay que hacer es no votar o no participar, al contrario, lo que en mi opinión se precisa es ciudadanos conscientes y movilizados, preocupados y ocupados en sus intereses.

El paso del tiempo. Foto de Alfonso RomeroDesde la hecatombe de la industria textil, esta ciudad está buscando el norte sin encontrarlo. Las preguntas que se hacen los bejaranos desde hace tiempo, se refieren al futuro de la misma y por lo tanto a cual debería ser la actividad que sustituyera a lo que fue en su día la industria textil, como motor de trabajo y riqueza.
Hemos perdido varios trenes que pasaron bien cerca, por ejemplo el de la industria chacinera, que finalmente ha recalado en Guijuelo. Otros intentos, como el del turismo o las energías alternativas, tampoco han dado los resultados esperados.
Mientras tanto la "Muy noble, leal y liberal" sigue envejeciendo y hay cada dia más personas en la ciudad dedicadas al cuidado de las personas mayores.
Viendo la realidad, como solo la ven desde fuera, hace unos días una persona que nos visitó comentaba que quizás un posible nicho de actividad para la ciudad fuera la de especializarse en todo lo relacionado con el cuidado y los servicios a nuestros mayores.
El objetivo sería hacer de Béjar una ciudad suficientemente atractiva para que vinieran a vivir personas mayores de toda España y de otros países.

Este fin de semana pasado he tenido ocasión de pasear por Hervás llegando a la conclusión de que nos vendría, a los bejaranos, muy bien tomar a nuestros vecinos como modelo en el tema del turismo. Y es que esa población, de forma discreta, permanente y poco a poco, ha sabido hacerse con una imagen de marca de turismo de interior, que para sí la quisiera la ciudad de Béjar. La imagen de marca responde no solo a una comunicación que Hervás ha sabido hacer bien, sino sobre todo a unos servicios y equipamientos que ofrecen al visitante unos servicios de calidad con un alto nivel comparable al que pueden ofrecer localidades punteras en el tema del turismo.

En la reunión celebrada el pasado fin de semana se produjo la renovación de la Junta directiva del Centro de Estudios Bejaranos (CEB), con la elección de la candidatura encabezada por Antonio Avilés, que de esta manera se convierte en el nuevo Presidente de la institución.
Vaya por delante mi felicitación al nuevo presidente y a su equipo directivo, deseándole por bien de la institución y de la ciudad éxitos en su gestión.
Me ha alegrado ver que el CEB es una institución viva y que ha sido capaz de renovarse, propiciando una candidatura que puede suponer una nueva etapa en la ya importante historia de la institución. Los mecanismos de funcionamiento, estatutos, Juntas directivas, han funcionado perfectamente y se ha producido una transición modélica.

Nos hemos desayunado con la noticia de la demanda del alcalde de los bejaranos, Sr Riñones al editor de El Correo de Béjar, Santiago Nieto por un editorial en el que hablaba de los tres sueldos del actual y casi perpetuo alcalde de Béjar.
En dicho editorial Nieto mencionaba los tres sueldos de Riñones, a saber, el de la Diputación, el del Ayuntamiento y el propio como pensionista que es.
Desconocemos si el motivo de la demanda es por alguna imprecisión que se dijera, pues bien es cierto que de la Diputacion y del Ayuntamiento, Riñones no cobra exactamente un sueldo, pues cobra por asistencia a comisiones y a plenos, lo que el propio Nieto reconoció ante el Juzgado en el fallido acto de conciliación.
Lo que Nieto señala en su editorial y es el mensaje fundamental es que el Sr Alcalde tiene tres fuentes de ingresos. Es posible que alguna de las cifras no sea exacta, pero si lo es el hecho de que el alcalde percibe ingresos de las tres instituciones.

La CovatillaUnisolarCon el inicio de un expediente de regulación de empleo en UNISOLAR, que afecta a toda la plantilla menos al personal de I+D, unido a a la crítica situación de Gecobesa y a las dificultades para reabrir la Covatilla en el próximo curso, se cierra un ciclo en nuestra ciudad basado en las subvenciones como motor económico. Algo parecido está sucediendo en toda España en distintos sectores.
La crisis ha puesto contra las cuerdas a los dos buques insignia de la actividad económica y el empleo en Béjar, Gecobesa y Unisolar. Es una pésima noticia, pero es la cruda y dura realidad. Tanto la llamada "Locomotora de la comarca" que iba a servir para renovar el sector turístico, como Unisolar, que era el intento de hacer resurgir el antiguo sector industrial textil, en el terreno de las energías renovables, están teniendo serias dificultades para sobrevivir a una dura crisis que aún no ha terminado.

No faltan en estos día temas con enjundia que son comentados en los mentideros de la villa, tales como la subida del IVA, la reaparición del partido de Montero, el CxBxC, que se "ha echado al monte" y acusa al Ayuntamiento de todo tipo de tropelías, los movimientos para intentar reabrir La Covatilla, el extraordinario acierto de una empresa regentada por un exconcejal para llevarse todos los concursos culturales, etc...
Pero la comidilla de estos días en los que comienzan las fiestas en nuestro pueblo es el llamado "secuestro del pregón", que será realizado por Santiago Martín "El Viti" en el Teatro Cervantes el lunes 3S.
Imaginemos que el próximo año el Chupinazo de San Fermín se hiciera en el interior del Teatro Julián Gayarre, el "pollo" que se montaría en Pamplona. Pues salvando las distancias, algo similar es lo que va a suceder aquí, en la noble, heroica y liberal ciudad de Béjar.

Como decía en el editorial anterior, estos meses se están demostrando claves para el futuro de la Estación de Esquí Sierra de Béjar La Covatilla. Los acontecimientos se están precipitando y el sesgo que están tomando no parece ir en la buena dirección. Esto va tomando caracteres de tragedia griega en la que el destino está escrito y las actuaciones de los actores van corroborando inexorablemente ese destino final, que siempre es trágico.
Lo que pasa es que los seres humanos tenemos capacidad de hacer variar dicho destino, siempre, claro está, que haya voluntad de hacerlo y se trabaje para ello.
La pregunta sería si el objetivo final de mantener abierta una instalacion en la que se ha invertido mucho dinero público y privado merece la pena.

¿Cuál es la buena dirección?
Pues la verdad es que no es evidente ni nada sencillo enunciar con palabras ese rumbo.
Buena dirección sería una situación en la que alguien pone encima de la mesa esos 300.000€ que Gecobesa dice necesitar para el próximo año, se inicie la temporada, nieve y al cabo de la misma se generen los fondos suficientes para pagar a los empleados, proveedores, los inversionistas empiezan a ver números negros en la cuenta de resultados y se comienzan a devolver las deudas contraídas.
Lo que los actores implicados deben preguntarse es si están de acuerdo en ese objetivo final y por tanto qué deben hacer para contribuir a alcanzarlo o, en otras palabras, si lo que hacen contribuye o aleja la consecución de ese objetivo.

Los próximos meses van a ser clave para el futuro de la estación de esquí Sierra de Béjar La Covatilla. La situación es sumamente delicada por lo que va a ser necesario extremar la prudencia, evitar los maximalismos, propiciar la negociación y sobre todo emplear mucho sentido común, si es que queremos que sobreviva.
Recordemos brevemente cual es la situación. La empresa concesionaria de la gestión de la estación, Gecobesa, ha presentado un concurso de acreedores voluntario, que se va a resolver en breve y que sin duda va a ser determinante para el futuro de la estación. A dicho concurso va a concurrir, entre otros, uno de los acreedores que es también el propietario de la instalación, el Ayuntamiento de Béjar.
Recordemos que el Concurso de acreedores es una figura jurídica, cuyo objetivo es facilitar a las empresas la resolución ordenada de sus deudas y propiciar una solución financiera que ayude en el futuro de la misma.

Todo lo que sea trabajar para que el Ayuntamiento sea lo más transparente posible es una buena cosa.
En este sentido nos congratula la iniciativa de Miguel Flores de pedir transparencia para que se sepan los dineros públicos que nuestros gobernantes locales se gastan en los medios de comunicación.
Según Flores, el Ayuntamiento, o sea, todos los bejaranos, se gastan más de 40.000€ anuales en publicidad en los medios. Como en éste, ni que yo sepa, en los otros digitales se gasta un duro, deduzco que ese dinero se lo gastará en los medios clásicos, tales como diarios y radios.
Lo primero sería conocer cuánto se gasta en cada uno de los medios, para saber a qué atenernos y no hablar de oídas. Lo vamos a preguntar, a ver qué nos dicen.