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Lo que queda del mapa
Lo que queda del mapa: en el delta del Ebro
Enviado por Moviome M el Dom, 04/03/2012 - 23:57.Horizonte plano y bruma lejana, el delta recibe al grupo o, más bien, lo engulle en su vasta extensión de límites imprecisos, mientras los flamencos dibujan, indolentes, su ballet de curvas rosadas. Por aquí estuvo, por aquí pasó J X durante la guerra civil, chófer impostado en un batallón de soldados errantes. En el relato repetido del recuerdo más indeleble de su vida, insertaba la letanía de pueblos apenas entrevistos, y entre ellos, Amposta, Sant Carles de la Ràpita resuenan aún en mis oídos, jalones anclados entre los arrozales que hoy recorremos. Este paisaje, seguro que no es el mismo ahora que entonces, el río trajinando su cargamento incesante de barro.
La caravana se pone en marcha. L, en cabeza, se dirige hacia el sur, M le sigue a dos o tres pasos. El delta que cambia, la tierra que crece alimentada por los lodos que vienen de dónde, la barra arenosa desplegada ante el mar y el viento que arrecia. S se queda pasmado, perpluso, ante las estelas que forma el fino material granular, ¿antes o después de las piedras? Debería haber traído la maleta de la magia consigo. C entorna los ojos, la semana que viene quizá pase por el quirófano, tardan tanto. M levanta su brazo de pájaro en cabestrillo, mientras trata de seguir las huellas del archibebe esquivo.
Fundación Josep Carreras contra la Leucemia: Experimento Valora la vida
Enviado por bejar-biz el Vie, 17/02/2012 - 00:42.Apreciado lector,
'No sabes lo fuerte que eres hasta que la vida te pone a prueba. Ahora, que los tiempos son difíciles, valora lo que tienes. Sonríe y disfruta de la vida que es maravillosa'. Este es el mensaje que hemos querido transmitir a la sociedad en nombre de todos los pacientes de leucemia. Por este motivo, hemos salido a la calle para decirlo alto y claro haciendo un pequeño experimento.
¿Qué es el experimento 'Valora la vida'?
Barcelona. Mes de enero de 2012. Tres personas de diferentes edades quieren lanzar un mensaje: que estamos en crisis, sí, pero que en lugar de ser negativos, tenemos que dar gracias por lo que tenemos, la salud, ser solidarios y valorar la vida.
Lo que queda del mapa: Murió la Szymborska, leed a la Szymborska
Enviado por Moviome M el Mié, 15/02/2012 - 00:54.Con permiso de Ali, reciente compañera de redacción en las páginas de Béjar.biz, con su múltiple y sugestivo Cuaderno de Cine y Literatura, y a quien desde aquí envío un saludo afectuoso, voy a traer hoy hasta lo que queda del mapa a mi admirada Wislawa Szymborska, la jovencita escritora polaca que el 1 de febrero pasado nos dijo adiós en la tierra, a la edad de 88 años.
Para los que no conozcan su obra o ni siquiera hayan oído o visto escrito su nombre, y por presentarla de una forma rotunda, diremos que la Szymborska fue galardonada con el Premio Nobel de Literatura en 1996, por su “irónica precisión al retratar la realidad humana”, en palabras de la Academia Sueca.
Si no habéis leído a Szymborska, voy a aconsejaros que lo hagáis, es una experiencia a un tiempo sencilla y extraordinaria. Su poesía es emotiva y cercana y, a la vez, plena de ironía y profundidad metafísica; desde lo más cotidiano y normal, celebra la alegría de la vida sin dejar de preguntarse por sus misterios insondables.
Lo que queda del mapa: Solsticio de invierno en La Seu
Enviado por Moviome M el Mar, 27/12/2011 - 21:24.El milagro se produce durante estos días, en torno al solsticio de invierno, cuando la luz del sol, apenas se levanta, se filtra por el rosetón de levante y, a través de la nave solitaria, ilumina el gran ojo de poniente y lo enciende en mil colores.
Lo que queda del mapa: Sa Bassa Blanca, a orillas del Mare Nostrum
Enviado por Moviome M el Jue, 15/12/2011 - 19:01.Entre pinos, olivos y algarrobos pacen los animales sagrados, vestidos de granito, esperando la luz de poniente que siempre acaba por llegar. Están aquí, tranquilos, dispuestos por la mano y la sabiduría lenta de dos artistas, dueños de un tiempo que desaparece irremisiblemente: Yannick Vu y Ben Jakover. El azar y otros vientos les trajeron un día hasta este rincón de la tierra media, isla o paraíso, y aquí plantaron su casa y sus sueños con resultados que, con toda probabilidad, trascenderán sus vidas.
Una residencia inspirada en el arte mudéjar, diseñada por Hassan Fathy, con artesonados de estrellas verdaderas, en la que mora el beso de la muerte de Rebecca Horn junto a ilustraciones imposibles de Domenico Gnoli, sillas de Kuramata y Sachs o arpegios de violines telemagnéticos según Takis, todo ello tras celosías que muestran la libertad del mar al alcance de la mano.
Lo que queda del mapa: La lluvia incesante, a veces
Enviado por Moviome M el Dom, 27/11/2011 - 21:26.Amaneciendo siempre, incluso en la noche larga, se ponen en camino de cuándo en cuándo, bajo la lluvia que no deja de caer. Esa conversación está tañida de silencios.
Lo que queda del mapa: el otoño, de nuevo
Enviado por Moviome M el Dom, 20/11/2011 - 19:12.He andado por ahí largo tiempo
en los helados montes de mi tierra.
No se veía a nadie por ningún lado.
Los versos de Tranströmer se transforman en mis labios, mientras el día se torna lluvioso y noche. Hojas del color del azúcar tostado se levantan aquí y allá, en remolinos lentos. Nadie aparece. Nadie pasa. Todos callan tras los visillos negros. No hará falta ampliar el cementerio. La ciudad hace tiempo que está muerta, golpeada.
Amarillos verticales redibujan la memoria, temblorosa en los ribazos. La mirada se acuesta sobre la manta vieja, siempre extendida entre cumbre y valle. Las fábricas duermen, rotas y solas. Mis pasos de silencio.
Leonard Cohen, al recibir el premio Príncipe de Asturias de las Letras 2011: "La poesía viene de un lugar que nadie conquista"
Enviado por bejar-biz el Sáb, 22/10/2011 - 14:46.Discurso pronunciado por Leonard Cohen en la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2011
Es un honor estar aquí esta noche, aunque quizá, como el gran maestro Riccardo Muti, no estoy acostumbrado a estar ante un público sin una orquesta detrás. Haré lo que pueda como solista. Anoche no logré dormir, pasé la noche en vela pensando en qué podía decir hoy aquí. Después de comerme todas las chocolatinas y cacahuetes del minibar garabateé unas pocas palabras pero dudo que haga falta referirse a ellas. Obviamente, estoy muy emocionado por el reconocimiento de la fundación. Pero he venido esta noche a expresar otro tipo de gratitud que espero poder contar en tres o cuatro minutos.
Cuando estaba haciendo el equipaje en Los Ángeles me sentía inquieto porque siempre he tenido cierta ambigüedad sobre la poesía. Viene de un lugar que nadie controla, que nadie conquista. Es decir, si supiera de dónde vienen las canciones las haría con más frecuencia. Es difícil aceptar un premio por una actividad que en realidad no controlo. Haciendo el equipaje para venir, cogí mi guitarra Conde, hecha en España hace 40 años más o menos. La saqué de la caja y parecía hecha de helio, muy ligera. Me la puse en la cara y la olí, está muy bien diseñada, la fragancia de la madera viva. Sabemos que la madera nunca acaba de morir y por eso olía el cedro, tan fresco, como si fuera el primer día, cuando compré la guitarra hace 40 años. Y una voz parecía decirme: "Eres un hombre viejo y no has dado las gracias, no has devuelto tu gratitud a quien la merece: el suelo, la tierra, al pueblo que te ha dado tanto. Porque igual que un hombre no es un DNI, una calificación de deuda tampoco es un país. Ustedes saben de mi fuerte asociación con Federico García Lorca y puedo decir que mientras era joven y adolescente no encontré una voz y solo cuando leí a Lorca, en una traducción, encontré una voz que me dio permiso para descubrir mi propia voz, para ubicar mi yo, un yo que aún no está terminado.
Tomas Tranströmer, Nobel de literatura 2011: "Un poema no es otra cosa que un sueño en la vigilia"
Enviado por bejar-biz el Vie, 07/10/2011 - 20:40.MÚSICA LENTA
El edificio está cerrado. El sol entra por las ventanas
y calienta la parte superior de los escritorios
que son tan fuertes como para cargar el peso del destino del hombre.
Estamos afuera hoy, junto a la extensa y ancha ladera.
Muchos llevan ropas oscuras. Uno puede estar al sol y cerrar los ojos
y sentir cómo es soplado lentamente hacia adelante.
Rara vez vengo hasta el agua. Pero ahora estoy aquí,
entre grandes piedras con espaldas pacíficas.
Piedras que lentamente han caminado hacia atrás desde las olas.
DESHIELO A MEDIODÍA
El aire matinal repartió sus cartas con sellos incandescentes.
La nieve iluminó y todos los pesares se alivianaron: un kilo pesaba
apenas setecientos gramos.
El sol estaba alto sobre el hielo, volando por el lugar, caliente y frío
a la vez.
El viento avanzó lentamente como si empujase un cochecillo de niño
frente a sí.
Las familias salieron, vieron cielo abierto por primera vez
en mucho tiempo.
Estábamos en el primer capítulo de un relato muy intenso.
El resplandor del sol se adhería a todos los gorros de piel,
como el polen a los abejorros,
y el resplandor del sol se adhirió al nombre INVIERNO
y se quedó allí hasta que el invierno hubo pasado.
Una naturaleza muerta de troncos, en el lago, me puso pensativo.
Les pregunté:
«¿Me acompañan hasta mi niñez?» Respondieron: «Sí».
Desde la espesura se escuchó un murmullo de palabras
en un nuevo idioma:
las vocales eran cielo azul y las consonantes eran ramas negras
y hablaban
muy lentamente sobre la nieve.
Pero la tienda de saldos, haciendo reverencias con su
estruendo de faldas,
hizo que el silencio de la tierra creciese en intensidad.
Lo que queda del mapa: Dubrovnik, la ciudad libre del Adriático, Patrimonio de la Humanidad
Enviado por Moviome M el Vie, 23/09/2011 - 23:14.Sustentada en el comercio y la navegación, la ciudad de Dubrovnik está ubicada en el mapa al menos desde el siglo VII, primero con el nombre de Rausium, Ragusa, lo que está encima de las colinas, “La Roca”, y después, con la apelación eslava actual, derivada del término ilirio dubrava, el “bosque de robles” que cubría las montañas de San Sergio, donde se asienta esta ciudadela fortificada, construida en puro mármol, junto al mar Adriático, en una costa salpicada por centenares de islas verdeazules, plantadas sobre las aguas, podría decirse, por la mano de un dios complaciente.
En el centro del Mediterráneo, entre oriente y occidente, Ragusa o Dubrovnik, que ha estado, en repetidas ocasiones a lo largo de su azarosa historia, asediada, invadida, sometida incluso, por normandos, turcos o venecianos, ha sido fundamentalmente y sobre todo una ciudad libre, sede de una comunidad que pactaba con unos y con otros, que usaba la diplomacia -y el oro de sus arcas- con arte consumado, una república que escogía a sus gobernantes de forma democrática y que consiguió, en medio de un avispero de potencias enfrentadas entre sí, mantener su independencia durante casi mil años, hasta que en 1808 cayó bajo la bota de Napoleón, para pasar, a la caída de éste, bajo el dominio del Imperio Austro-Húngaro de los Habsburgo.
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