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Lo que queda del mapa
Juan Gris en la Gran Vía
Enviado por MovioseA el Lun, 15/04/2013 - 15:50.Desde hace unos meses hay un nuevo motivo, uno más, para visitar el Foro. Se trata de la exposición permanente de la Fundación Telefónica en el museo de la Gran Via de Madrid, justo en la sede de la empresa.
Hace años que la Fundación Telefónica empezó a crear una colección permanente de arte cubista, en torno al pintor madrileño Juan Gris.
Al mismo tiempo que ha creado lo que sin duda es la mejor exposición mundial de las obras de este extraordinario pintor, ha remodelado varias plantas del edificio, consiguiendo un resultado excelente, demostrando cómo se puede aprovechar un edificio que ya en sí mismo es un referente de la arquitectura industrial, para crear otro espacio distinto y mágico en el que el continente y el contenido dialogan de forma fructífera. La escalera de acceso es realmente espectacular. Solo por verla ya merece la visita.
Pero vayamos al pintor, un genio que sin embargo no ha tenido la fama que por su obra merece.
Los mosaicos de Zeugma
Enviado por Ali el Vie, 04/01/2013 - 22:29.LOS MOSAICOS DE ZEUGMA (Museo de Gaziantep, Turquía)
Volvemos una vez más a Turquía para visitar virtualmente una pequeña joya cultural: el museo de Zeugma en Gaziantep.
Zeugma, una de las cuatro ciudades más importantes del Reino de Comagene, fue fundada en el 300 a.C por Seleuco Necátor, uno de los generales de Alejandro Magno y se mantuvo habitada hasta el siglo XI d.C. Zeugma significa "puente" en griego y estaba formada por dos poblaciones que crecieron a ambos lados del río Éufrates, Apamea y Seucia, donde se estableció la legión Firma Flavia XVI para defender uno de los puntos estratégicos más importantes del Imperio romano.
El legado de Germán Sánchez Ruipérez: La casa del Lector, en Matadero de Madrid
Enviado por MovioseA el Dom, 09/12/2012 - 22:00.La Fundación Germán Sanchez Ruipérez que tiene sedes en Salamanca, Peñaranda de Bracamonte y Madrid ha abierto recientemente un edificio cedido por el Ayuntamiento de Madrid en las instalaciones del antiguo Matadero, con el nombre de La Casa del Lector.
El edificio es uno de los pabellones del antiguo Matadero magníficamente restaurado. Todo el conjunto del Matadero es un excelente ejemplo de lo que se puede hacer con un edificio industrial, como los que abundan en Béjar, cuando existe voluntad, medios y talento.
El contenido resulta también un magnifico ejemplo de lo que el arte y los artistas pueden hacer y ofrecer a la sociedad, un lugar donde a través de las artes se reflexiona y se buscan las claves para la comunicacion entre las personas.
El Director de la Casa del Lector, el escritor César Antonio Molina ha planteado la metáfora de El hilo de Ariadna como eje vertebrador de la exposicion permanente que gira en torno a la comunicacion.
El Palo de Málaga
Enviado por Moviome M el Vie, 30/11/2012 - 15:00.Para P en la CH del norte, donde también reside
El Palo es un territorio libre y tranquilo, donde los espetos se asan al fuego más suave que quepa pertrechar, la brasa girando con la brisa sobre viejas barcas varadas en la playa. El Palo está habitado por gentes apacibles que sacan las sillas a la calle o se tienden en la arena a la caída de la tarde, entornando los ojos arrugados, por encima de la raya de la bruma y de los barcos quietos, hacia el sur, siempre hacia el sur, todos los azimuts confluyendo en el desierto adivinado de dunas amarillas, al otro lado del mar, tan cerca.
Casitas bajas de colores, chiringuitos recostados en la luz amortiguada, indolentes ecos de otro tiempo aquí guardado, hasta que el cuerpo aguante y ya veremos.
Por aquí vivió una temporada larga la Ch, supe o me contaron, y puedo imaginármela risueña fumando con sus labios abisinios, como besando el aire y los días lentos.
Con Pablo Ruiz, en su ciudad
Enviado por Moviome M el Sáb, 24/11/2012 - 20:34.Llegué hasta Málaga y en la plaza de la Merced me encontré con Pablo, sentado en bronce, como si descansara después de haber creado el mundo, sus formas y sus luces, sus colores todos, la propia composición de la materia, rectificando al mismo Dios, como así hizo. Allí estaba y me quedé a su lado.
Allí estaba también la mujer del cuello verde, ella ante la puerta del museo, apoyada sonriente, pude verla al cabo de los meses. Por San Agustín hasta la catedral de mármol blanco inacabada, la plaza del Obispo y el gin-tonic translúcido en la mano, fabricando la memoria.
Palmeras de luz, la ciudad va posando su aire en mis pupilas mientras los ojos buscan su lugar en el cuadro despiezado. Más allá, Gibralfaro y la Alcazaba, el mismo recorrido dibujando el mar con la mirada, arriba, abajo, el horizonte oblicuo, la línea de la espuma, Picasso con su cincel eterno.
Con los muertos, en el cementerio de San Miguel de Béjar
Enviado por Moviome M el Vie, 02/11/2012 - 21:17.Una rosa roja para Mari, otra para Sera, sobre la lápida nueva allá en el callejón, una más para Carlos, otra para Pablo, que no sé dónde para, quizá esté en otra parte, otra más para Victoria, un ramo con las flores que crecen ahora en Villa Julia para la pareja de bailarines de jota, finalmente juntos, en el patio de arriba, al sol, tras la piedra caliente en la mano de granito verde, como los ojos de ella. Los muertos, tan muertos, tantos y tan bien educados, sonrientes, cercanos, tranquilos, ocupando más y más sitio en mis días, expuestos a la vista de todos, sus nombres escritos, tu esposa, tu esposo no te olvida, tus hijos te recuerdan, tu familia te abraza, aquí yace, aquí reposa o duerme o espera o medita o aguarda o reside o descansa, y aquí mismo, encima o debajo, o al costado, las fechas, nació, y luego murió, finó, vivió tantos años, poco o mucho, puede ser que bastante, o quizá no suficiente, en verdad no tuvo tiempo de nada, apenas un aliento en la tierra, dio unos pasos y quebró su fortuna, se le fue el aire, perdió la vida, se nos quedó en los brazos, exangüe.
Los Fragua en el Cantón
Enviado por Moviome M el Vie, 26/10/2012 - 19:35.Cuando el gran y grande general hoplita Emilión de Tierra Santa pasó revista a la tropa sonaron las trompetas de la lluvia sin desmayo, mientras la dulce Evita Perrón se colgaba las ajorcas de la fortuna. Todos firmes, incluso los anárquicos honderos baleares, prietas las filas. L, en la primera, desafiante y dicharachero, con la voz afinada, dispuesto a morir cuantas veces haga falta; A, un paso detrás, socarrón y sabio, apaciguando a la burra y sin dejar de atender el negoci, qué mérito el suyo; M, entre errante y melancólica, lamentando lo poco que se lee hoy en día a Gonzalo de Berceo; R entonando boleros de letra desconocida con el reloj marcando las horas; T, enchufado a vasos comunicantes, repartiendo esperanza por todas partes; P, romántica empedernida, tras la huella azarosa de Mr. Witt J. Sender; M, con el plano del tesoro en la mano, mirando, escuchando, lentament, como si esta vez fuera otra vez la última vez.
En Carthago Nova las huestes romanas acabaron finalmente vencidas, si bien sus construcciones sortean el tiempo con gloria. Paseando por el Decumano se puede poner la mano o el pie donde tantos otros, hace tanto tiempo, pusieron los suyos, y esa sensación inescrutable añade un latido de más al corazón. En estas calles, el 12 de julio de 1873, estalló la revolución cantonal que, según cuentan, diez días más tarde prendió también en mi pueblo, me pregunto cómo se desplazó aquella llama, quién la transportó. Mas el duro que acuñaron sólo duró seis meses y fue fundido, es bien sabido, a sangre y fuego, todos lo fueron. La plaza fuerte cartagenera siguió llena de fragatas de guerra que, aún en estos días, surcan sin tregua el mar de Alborán.
Tal como éramos: Los Carpetanos
Enviado por MovioseA el Dom, 16/09/2012 - 17:56.
El Museo Arqueológico de la Comunidad de Madrid, dirigido ahora por Enrique Baquedano y que antes dirigiera nuestro paisano Manuel Santonja, que está en una espléndida iglesia restaurada en Alcalá de Henares, realiza una meritoria labor de dar a conocer nuestras raíces, las de los pueblos que ocupaban la Península Ibérica, antes de la dominación romana y de los cuales descendemos.
Por los historiadores romanos conocemos el nombre de estos pueblos y aproximadamente el espacio que ocupaban. Uno de esos pueblos iberos y celtas eran los carpetanos, que ocupaban gran parte de las actuales provincias de Madrid, Toledo, parte de Cuenca y de Guadalajara.
En el Oppidum de El llano de la Horca, en Santorcaz se está realizando una excavación ejemplar que está sacando a la luz numerosos testimonios que aportan información sobre la sociedad prerromana de un pueblo que se conoce como Los Carpetanos.
Por las Ocedas (dedicado a A, alias F)
Enviado por Moviome M el Mié, 15/08/2012 - 21:36.Según caminaba una tarde por las Ocedas -A, que es mayor y estuvo antes, siempre lo dice así, en lugar de las Saucedas, así será por siempre, pues- el pasado mes de junio, andaba yo pensando en el peso de la economía financiera en relación a la economía real o productiva, en que la primera es unas 70 veces la segunda, y así iba entendiendo lo que está pasando o lo principal cuando menos; el valor del trabajo de los más, entendido como sudor o esfuerzo cotidiano para producir alimentos, fabricar objetos o prestar servicios, tiende a cero, mientras los ceros de las cuentas que figuran en los ordenadores, a favor de unos pocos, se multiplican exponencialmente sin esfuerzo alguno, bueno sí, con la ayuda inestimable de los gobiernos a la orden, tal que el de Rajoy, el mentiroso lastimoso.
Y eso, ¿cómo se combate?, ¿cómo se ataja? Casi no hay modo ni de pensarlo, de tan abrumador que resulta el asunto.
Camino del Agua, en Mogarraz
Enviado por Moviome M el Lun, 09/07/2012 - 09:25.Ensayan las cerezas su danza de cintas coloradas mientras la antigua vereda para acceder a los huertos se adentra en el valle, que se la acaba tragando. El aire está fino, casi quieto, trufado de recuerdos que se pasean vacilantes, los robles orillados, los castaños poderosos cuajados de candelas, los olivos viejos escalando las terrazas, el agua saltando por acequias y pilones, escondida, con un murmullo en la boca de la sombra, buscando su camino.
Éste de Mogarraz no es nuevo, estuvo siempre ahí, agazapado, y recién ahora le dieron nombre nuevo y le pusieron placas y plantaron esculturas y colocaron flechas: por allí, el destino.
Quizá si Alfonso y Dora regresaran, me contaran otra vez lo del aceite o lo del vino, ante la lumbre sabios. El olor del envigado retorcido y la alta cama de hierro, con la colcha recamada, el tostón lento en la fiesta de las Nieves, embadurnado de manteca, la banda en el balcón, sobre la plaza polvorienta, el baile anochecido. Batir de corazones. Esa alegría pura, sin sentido.
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