CrisantemosDe haber sabido que la higuera iba a tener relativo éxito, quizás hubiera organizado una fiesta de “haloowen” abierta a zombis, esqueletos, calvetes y calvotes,... calabazones luminosos en general. El asunto es que yo me subo a la higuera, no para alejarme de nada, simplemente para distinguir mejor, y francamente están siendo muy apreciables los puntos de vista, desde donde me encuentro.

HigueraEs bueno retirarse apaciblemente entre las ramas, divisar la vida a vista de pájaro...
Es dulzón el olor del fruto MIENTRAS TE DISPERSAS en la fronda...
Hubiera deseado, que “mi” higuera hundiera sus raíces firmemente en el suelo frondoso de la Ínsula Barataria, pero muy a mi pesar lejos del atinado juicio de Sancho, me debato colgada de un estado anímico al que me retiro esporádicamente...,
De vez en cuando, en el justo momento en que los acontecimientos como reminiscencias ancestrales me hacen parar, pensar y sopesar para después actuar en función de la reflexión tan costosamente alcanzada.

UmbralesEs “el Tiempo de Otoño”, UN TIEMPO SIEMPRE REPETIDO.
Disfruto callejeando la villa vieja atrancada y se me antoja misteriosa, preñada de secretos que escudriño en textos de “ mil novecientos” para encontrar la clave a los “dos mil”.
Hago un guiño a mi propio pasado, a sabiendas, de que cuando lo lea quien me tacha de esconder el corazón por las callejas, se dará por aludido...

Cañones 2En el recibidor de la “Casa Caridad”, un habitáculo cuyo ancho casi no superaba el alféizar de su ventana, dejé el reporter en la mesita baja del centro y esperé a aquel anciano. Me acomodé en un sillón doble de traza antigua tapizado para renovarlo en "skay" verde, los reposabrazos altos me superaban, como los pensamientos que me atenazaban por la entrevista.
El hombre fue muy directo, después del saludo, y antes de empezar a grabar, preguntó descaradamente por qué me interesaba yo en “aquella historia”, después me pidió cortésmente que esperara diez minutos; al cabo de ese tiempo, bajó con una cajita de cartón, la abrió en dos junto al magnetófono y distinguí un pedazo de algodón blanco que albergaba el “tesoro de la familia” que se perdería con él y su recuerdo: parte del casquillo y varias esquirlas de una bala, en una cajita de plata.

Los borrachosApenas si..., apenas si pude terminar el brindis anterior.
SALUD.
Admito la tontuna que me nubla la razón... Vaco, no será el masculino de Vaca? Recuerdo vagamente... las tardes apacibles viendo pastar los animalitos en La Cerrallana.
Sin duda “Baco”, ha tomado represalias contra mí, dado lo escasamente amiga que soy de sus bendiciones; escribo este garabatillo incluso con problemas de visión... pues, no estoy viendo doble “la imagen del mirador” (¿?) en la entrada anterior.

Bejar desde el MiradorEse concepto, que como dije: no cabe más que en el pecho, es el que empuja impunemente a escribir soledades, interioridades “pelmas” que me empeño en compartir abusando de los que las leen, sean “propios o extraños”.
Mediado Septiembre es irremisible la nostalgia, en la infancia al comenzar el curso eras cada vez más consciente de cómo avanzaba la vida; en la juventud, cada septiembre aumentaba el éxodo buscando trabajo o simplemente aires de tuna universitaria...
Han llegado los días en que la nostalgia me arrastra al patio del colegio Marques de Valero donde hace algunos años llevaba a mis hijos de la mano, es justo disfrutar este recuerdo antes de que sean ellos quienes me sostengan a mí.

Bejar desde el MiradorTengo un peculiar concepto de “madre” que abarca mucho mas que el léxico y el puro significado de la palabra.

Rinconcillos de memoria, sombras de mesas montesas del castañar, alejada del subir y bajar de todo un pueblo; olvidando a conciencia los dimes y diretes, los libros de texto y sin poner ninguna vela, leí toda la colección que produjo la autora premio Nóbel en el treinta y ocho...

Ayuntamiento de BejarCierra agosto sus días extraordinarios, con un trémulo matiz a pólvora que quiere preceder la fiesta... y es en estas tardes de siesta prescrita, de música de cámara, cuando me interrogo sobre la capacidad de sostener el peso de la villa sobre estas cuatro paredes de piedra rancia que se iluminan con faroles acompañando los diez ojos de balconada con banderas asomadas...
Cuentan algunos, y no deja de ser curioso, que este edificio, aparejado a escalera, fuera en sus inicios alhóndiga; es posible que mantenga hoy, la misma función: almacenar las reservas de grano para matar el hambre.

El MesíasUn primer aniversario, es sin duda cosa breve si enfocamos a distancia el objetivo que nos mueve pero no debemos olvidar la función de la palanca, (un punto de apoyo en un tiempo preciso...

No soy “de natural “ matemática, pero aprecio lo que el número significa y la proyección infinita a la que nos aboca desde esta pobre ignorancia mía...

TomilloNo, no se debe enlazar sin fundamento, Blues, Calderillo y Ausencia.

Pero no deja de tener su puntito de gracia como el secretillo de saber “picar” al personal con una pizca de pimienta en un plato de carne y patatas que se remueve sobre ascuas... al sol ...

si, ese que más calienta, ese sol tímido y convulso en este verano a ráfagas...