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Lo que queda del mapa
Estampas japonesas 4: El museo al aire libre de Hakone (parte 1ª)
Enviado por Moviome M el Dom, 21/06/2015 - 12:01.Inaugurado en 1969, el museo de Hakone significó un hito fundamental, a escala mundial, en el acercamiento del arte moderno al gran público, proponiendo una inserción sin complejos de la escultura contemporánea en la naturaleza y el paisaje. Una excursión de la familia o los amigos al bosque, a la montaña, se convierte así en una experiencia vital única y rompedora.
Bukichi Inoue, el escultor japonés encargado del diseño general, lo expresó de este modo: “He intentado crear un nuevo papel para un museo en tanto que equipamiento comunitario donde los visitantes puedan responder al arte contemporáneo en todas sus formas”.
Y vaya si lo ha conseguido. Con el monte Fuji en lontananza, siempre cercano y protector, la entrada en el museo de Hakone supone acceder a un espacio mágico, en el que los árboles, las plantas se funden con obras, formas, materiales y colores que observados de forma aislada o en otros ámbitos perderían parte de su potencia creadora, de su capacidad para buscar modos nuevos de entender la función del arte en la sociedad.
Estampas japonesas 3: Chikako de Tokio
Enviado por Moviome M el Mar, 02/06/2015 - 10:29.Chikako pies pequeños levantó su paraguas blanco y, con determinación, sin parar de sonreír, nos condujo entre la riada humana que, en todas direcciones, cruzaba Shibuya. Antes, en el tren bala de Nagoya, había hecho un pase magia, convirtiendo aquellos papeles ondulados, plagados de mariposas pintadas, en grullas apacibles posadas sobre las palmas de las manos, ocho grullas chiquitas mirándose unas a otras. Doblad por aquí y por aquí, señalad las líneas, ahuecad, estirad, doblad otra vez, las alas y el pico según vuestro gusto. Ahora, cerrad los ojos, nos había dicho, y echad a volar. Delicada Chikako, natural de Tokio.
Estampas japonesas 2: La fascinación del Monte Fuji
Enviado por Moviome M el Jue, 21/05/2015 - 10:56.Ya desde mi infancia he visto por todas partes, por el mundo entero, en cuentos ilustrados, en calendarios o postales, en portadas de discos o en libros de poemas, en tiendas o museos, cientos de estampas, dibujos, fotografías, grabados y pinturas con la silueta nevada de ese cono perfecto, impasible, majestuoso en la distancia, forma esencial y verdadera. Imponente volumen de 3.776 metros de altura, de líneas elegantes y precisas, símbolo nacional que reúne lo más bello y sagrado que imaginar se pueda, icono refulgente, fuente de incontables leyendas sobre la eterna juventud y la inmortalidad misma, esas quimeras que persiguen a la humanidad desde que tuvo que enfrentarse a la idea de la muerte.
El dios Fuji domina la tierra nipona desde su mismo centro, valles y llanuras, montañas, bosques, islas infinitas y, más allá del mar, trasciende sus fronteras. Si llegas hasta su base, te induce a recogerte, te bendice, te invita a postrarte, a sentirte parte de la naturaleza que protege, a pensar que no eres nada y que tu paso sobre la tierra siempre será precario y leve. Monte Fuji. Fujiyama.
Estampas japonesas 1: Sakura en abril
Enviado por Moviome M el Dom, 03/05/2015 - 13:27.Explosión de confetis volanderos, o debería decir nubes de algodón, o enjambres de mariposas, o mejor libélulas, o quizá alas flotantes, o cometas chiquitas, vacilantes, temblorosas, pestañeos leves inundando los ojos, cegando las pupilas, pintando el paisaje de estampas antiguas, extraídas de grabados olvidados. O de sueños.
El cerezo llorón desgrana su cortina rosada interminable sobre el lago, las riberas encaladas enmarcan los cursos de agua, velas desplegadas iluminan los templos, la paleta de blancos mancha las laderas ascendiendo hasta las cumbres nevadas. Lluvia y jardín, naturaleza domesticada, nacarada, deseos formándose en el aire, palabras creciendo entre los árboles, delicadeza y mirada sin retorno.
Cartas a Luiso, que partió de viaje (décima y última)
Enviado por manuel-velasco el Mar, 03/03/2015 - 23:35.La muerte de Luiso, aun esperada, no deja de sorprendernos. Después de dos resurrecciones, algo de lo que precisamente no se pueden jactar muchos dioses, habíamos dado en pensar que era inmortal. Desde luego, la mayoría de los humanos habríamos perecido mucho antes en el intento. Él no, él amaba la vida fieramente y se aferraba a ella con elegancia y determinación.
En este largo corto periodo de tiempo que ha durado la despedida, Luis nos ha dado una gran lección, ha mirado a la muerte de frente, con entereza, con toda naturalidad, y nos ha enseñado a todos a nombrarla sin temor. Ella es simplemente el final de esta serie de inciertos viajes que es la vida. Final de trayecto, se para el tranvía y hay que bajarse.
Entre las muchas facetas de la vida de Luiso, quiero destacar su alegría de vivir. L era el rey de la distancia corta, el hombre, el amigo cercano que te robaba el corazón. No tuvo grandes ambiciones ni persiguió grandes proyectos, quizá por propia elección, pero vivía la vida cotidiana, todas sus horas, a fondo, con alegría. Todos hemos conocido, vivido con él, los paseos, las meriendas, las partidas, las reuniones, ese hecho tan simple de estar juntos y hablar y darse calor unos a otros. En sus propias palabras: la sana alegría de vivir, sin motivo.
Cartas a L, que parte de viaje (8)
Enviado por Moviome M el Vie, 27/02/2015 - 00:43.Te remitimos este carta escrita por OLIVER SACKS, catedrático de Neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York y escritor, de 81 años de edad, publicada originalmente en el New York Times, en la que habla sobre su vida, su cáncer terminal y lo que le queda por vivir. Transcribimos la versión en español, y en PDF adjunto, la versión original, en inglés.
Publicada en El País de 21/02/2015
De mi propia vida
En el tiempo que me queda, tendré que arreglar mis cuentas con el mundo
Hace un mes me encontraba bien de salud, incluso francamente bien. A mis 81 años, seguía nadando un kilómetro y medio cada día. Pero mi suerte tenía un límite: poco después me enteré de que tengo metástasis múltiples en el hígado. Hace nueve años me descubrieron en el ojo un tumor poco frecuente, un melanoma ocular. Aunque la radiación y el tratamiento de láser a los que me sometí para eliminarlo acabaron por dejarme ciego de ese ojo, es muy raro que ese tipo de tumor se reproduzca. Pues bien, yo pertenezco al desafortunado 2%.
Doy gracias por haber disfrutado de nueve años de buena salud y productividad desde el diagnóstico inicial, pero ha llegado el momento de enfrentarme de cerca a la muerte. Las metástasis ocupan un tercio de mi hígado, y, aunque se puede retrasar su avance, son un tipo de cáncer que no puede detenerse. De modo que debo decidir cómo vivir los meses que me quedan. Tengo que vivirlos de la manera más rica, intensa y productiva que pueda. Me sirven de estímulo las palabras de uno de mis filósofos favoritos, David Hume, que, al saber que estaba mortalmente enfermo, a los 65 años, escribió una breve autobiografía, en un solo día de abril de 1776. La tituló De mi propia vida.
Cartas a L, que parte de viaje (7)
Enviado por bejar-biz el Mié, 25/02/2015 - 00:42.Por Aurora Wiggins de la Sierra
Me despierto en un paisaje conocido, en el que veo violetas y oigo el rumor del agua muy cerca, la veo cristalina y transparente. Me seduce la idea de caminar con un recuerdo intenso y maravilloso en mi mente y también creo escuchar una canción lejana que me habla del deseo de sentir de nuevo como antes sentía, como antes amaba. El recuerdo me emociona hasta hacerme revivir esa sensación con idéntica intensidad. Y veo la nieve en lo alto de esa conocida y amada montaña, en la que estuve tantas veces y donde aprendí tantas cosas e inicié el camino para ser yo misma. Y tengo que reiniciar una de mis poesías más primarias para poder respirar con fuerza:
Pasado está
Y solo tengo el sabor de días ganados
Pasado está y nuevas olas lamerán la playa
Fin de un principio
Bello por inesperado
Sencillo como nuestro corazón joven
Cartas a L, que parte de viaje (6)
Enviado por bejar-biz el Mar, 24/02/2015 - 10:21.Por S
De Ph. a CM. Jiuston, tenemos un problema. Pero yo no pienso abrir la mui. Tú no sabes que yo no sé que fui yo. Silogismo puro. Y en todo caso, como todas esas batallas, fue… pues fuendo. Así es la vida, compartiendo. De compartir, de vaqueros, de satélites y de xoubas tú sabes mucho. Qué te voy a contar que no sepas, habanero. Por eso tú a Boston y yo en el California. Esperándote. Eso sí, como siempre, ve ligero de equipaje. Que no se te olvide la manta pa la leña. Y acuérdate de registrar la vía de la escalada imposible. Si las piedras de HM hablaran. En ellas están escritos nuestros ADJ. Y nuestros sueños. Guardados por la mujer durmiente y el faraón. Para siempre. Y bésame a M. Sur les lèvres, s’il vous plaît. Impagable. Como te digo una co, te digo la o. Y ahora sí me quito el disfraz para decirte que vayas cogiendo sitio. Que en un plis-plas estoy ahí contigo, en el Sol. Vaite repartiendo.
Cartas a L, que parte de viaje (5)
Enviado por bejar-biz el Dom, 22/02/2015 - 19:40.Desde el Mediterráneo, E & E
Va L. y se me pone argentino con uno de esos tangos clásicos, de poética sentida, vamos de los que te envían directamente “pal piso”, y que “no más” compañero, de ninguna manera forman parte de nuestro repertorio tradicional: canción bravía popular de nuestra tierra y de otras, inmortales Beatles de mil guateques casi olvidados, o alguna balada americana de aquel disco que uno de tus hermanos consiguió en el programa de Ángel Álvarez, …. y el Ave desafinando con “El farolero”.
Inmediatamente he recordado la última vez de gota fría y fiestas históricas, en la tierra actual de mi elegido y querido exilio mediterráneo, donde entre el día y la noche que “no hay pared”, hicimos todo el repertorio, al que se unieron mis amigos de estas tierras. De la posterior navegación al sol en el “Taipí”, no voy a entrar porque te dio por recorrer la cámara entre el olor a salitre y gasoil y ciertas “urgencias”, hasta que acabamos despachándolo todo la noche siguiente, degustando la mar a trozos con los vinos del sur, y “qué le voy a hacer si vivo en… ”. ¡No, si algo de sentido va a tener finalmente tu tango arrabalero!
Y mientras te escribo, por mi ventana veo “los almendros de nata” casi totalmente florecidos, y te recuerdo que tendremos que seguir, (se pongan como se pongan los “doctores”, que a nuestras edades lo tienen fácil con el peso, las analíticas con algunos índices y parámetros suspendidos), tomándonos por ejemplo los garbanzos con callos de “El Francés”, (recuerdas los últimos hace muy poco), el chateo por la Plaza Mayor, o las moderneces de los gin-tonic de diseño en “La Otra Casa”.
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