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Lo que queda del mapa
Lo que queda del mapa. Capítulo 33: Primavera en el río Chico de Candelario
Enviado por Moviome G el Sáb, 01/05/2010 - 21:33.En el río llamado Chico el mapa se detiene entre piedras y verdes, mientras se renueva el saúco, hojas que aguardan al poco zapato. La nieve ya es agua, esa noria interminable. Los perales explotan su blanco en racimos, la mariposa de alas amarillas escribe en el aire delgado, entre chopos y alisos, una novela sin final ni principio. Primavera crecida.
Cuando llegó el mirlo piconaranja y se comió el corazón de la manzana, supe que nacería el árbol que habíamos nombrado.
Lo que queda del mapa. Capítulo 32: la genialidad transgresora de Maruja Mallo en la Academia de Bellas Artes de San Fernando
Enviado por Moviome G el Dom, 21/03/2010 - 19:45.Acabo este periplo invernal por lo que queda del mapa, en esta ciudad abierta que es siempre Madrid, con la visita a una exposición que nos acerca a la obra y a la vida de una española universal, nacida en Vivero en 1902. Maruja Mallo, genial creadora inmersa en los avatares de las vanguardias europeas, que se relacionó con Dalí, Lorca, Buñuel, Alberti, Ortega y Gasset, Miguel Hernández, Zambrano, Breton, Ernst, Miró, Éluard, de Chirico o Magritte, republicana comprometida, exiliada como tantos otros españoles, y que acabó regresando a España en 1965, donde murió en 1995, a los 93 años de edad.
Lo que queda del mapa. Capítulo 31: La fuerza creadora de Miquel Barceló en el CaixaForum de Madrid
Enviado por Moviome G el Dom, 07/03/2010 - 00:41.El nuevo Centro Cultural de la Obra Social de La Caixa en Madrid es un hermoso ejemplo de remodelación de un edificio industrial obsoleto: la antigua Central Eléctrica del Mediodía, situada en el Paseo del Prado, enfrente del Jardín Botánico, entre las plazas de Neptuno y Atocha.
Los arquitectos suizos Herzog & De Meuron han conseguido un resultado excepcional, convirtiendo la vieja instalación con fachadas de ladrillo visto en un espléndido espacio destinado a albergar manifestaciones culturales de primer orden. La intervención sobre la estructura del edificio ha conseguido vaciar, literalmente, la planta baja, concentrando y ocultando los pilares de apoyo, de forma que la construcción parece estar suspendida en el aire.
Lo que queda del mapa. Capítulo 30: El arte salvado, una exposición del salvamento del tesoro artístico durante la guerra civil
Enviado por Moviome G el Dom, 28/02/2010 - 20:38.En plena guerra civil, con Madrid bajo el bombardeo de la aviación de Franco, el gobierno de la República española, auxiliado por los principales museos de Europa y el Metropolitan de Nueva York, organizó una azarosa y compleja operación de evacuación y traslado hasta Suiza de buena parte del patrimonio artístico español, incluidas las mejores piezas del Museo del Prado, a fin de “poner fuera de riesgo” las obras de arte amenazadas por la destrucción y la barbarie.
Lo que queda del mapa. Capítulo 29: Necrópolis de Son Real
Enviado por Moviome G el Lun, 01/02/2010 - 02:29.El niño brinca sobre las piedras que se esparcen en medio de un laberinto de pequeñas construcciones de sillares de arenisca colocados como los de su juego de lego, perfectamente encajados, graciosas casitas de roca aserrada, con cortes rectos o curvos, desmochadas aquí, desmoronadas allá. El niño se para, levanta la cabeza y pregunta a la mujer que, a su lado, no le pierde ojo: -¿Mamá, para qué sirven estas casitas?- La madre responde: -Aquí, hace muchos años, colocaban a la gente importante cuando se moría-.
Lo que queda del mapa. Capítulo 28: Mercados de Birmania
Enviado por Moviome G el Dom, 17/01/2010 - 21:22.Vivos bodegones callejeros con los que las gentes se alimentan, montoncitos de verduras en perfecto equilibrio, humildes producciones familiares, carnes tornasoladas colgadas del aire, frutos del mar o la tierra expuestos a la vista y al olfato, ordenados por manos cuidadoras, cuidadosas, esperando la venta o el trueque, pescaditos de plata, flores de seda, raíces, setas, harinas, arroces, hierbas de mil colores procedentes de mil campos, buda omnipresente en la paz de los rostros, la delicadeza suma, el rito ensimismado, esas mujeres en cuclillas, siempre, sosteniendo el mundo y los días de su pueblo.
Lo que queda del mapa. Capítulo 27: El molino alto de Candelario
Enviado por Moviome G el Sáb, 02/01/2010 - 18:42.Este es el lugar al que no viniste, pero ahí sigue. Por encima del alto pueblo de Candelario, cogiendo un camino que sube desde la carretera de Navacarros hacia el monte, hacia la recia sierra de nieves y azules, se llega a lo que queda de un viejo molino harinero, movido que fue en una época pretérita por la fuerza del arroyo que hoy suministra agua a la población.
Engullida por el bosque de robles, castaños y alisos, a la vera de acequias milenarias, aparece erguida, arañada por el paso de los días, la anciana construcción.
Lo que queda del mapa. Capítulo 26: Otoño en flores, en algún lugar sin nombre
Enviado por Moviome G el Dom, 22/11/2009 - 23:17.Vienen y se van.
Mas siempre regresan a los ojos sorprendidos, a la mirada atenta, al paseo lento, marcado por los pasos quedos, contenidos, de las horas que preceden al crepúsculo.
La correhuela, la bignonia, el jazmín, la margarita altiva, la alegría, inventando la paleta de colores, los rojos nuevos, los azules blancos o profundos, los blancos luna, desmayados.
Lo que queda del mapa. Capítulo 25: El Parque del Mudéjar en Olmedo o el Caballero con niño
Enviado por Moviome G el Lun, 16/11/2009 - 18:19.La mano que el niño da, temeroso de soltarse ante el tropiezo, es la misma mano que junta arena y agua en la playa y pasa lentamente, año a año, de la pasta sencilla que escurre entre los dedos al egregio torreón almenado, perfecto símbolo que sujeta la infancia entre el sol y la sal.
En Castilla los mares son de trigo, y los almenares, a fuerza de manos y tiempo, se fueron escurriendo entre los dedos de la historia, viendo convivir culturas, sucumbir costumbres, aderezar pueblos...
Lo que queda del mapa. Capítulo 24: La luna sobre la ciudad enmudecida
Enviado por Moviome M el Dom, 01/11/2009 - 22:03.Es sabido que esta ciudad, llamada Béjar, ha perdido la palabra. Los vientos de la historia han soplado hacia otros ámbitos más propicios y el pueblo se ha quedado sin arrestos y sin voz. En el más puro silencio.
Pero mirad ahí la luna, rodando por la ladera de la agreste montaña, acudiendo puntual a su cita con las ancianas piedras y, después, subiendo poco a poco hasta los cielos, para acabar alumbrando las viejas casas, las calles estrechas y empinadas, las almenas argentadas.
No todo está perdido.
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