Antonio Sobral
Cuando se pierde la capacidad de sentir y valorar las pequeñas cosas, y la satisfacción se pretende a través de hacer ver a los otros lo que tenemos, la carrera por el tener se desboca, y los campos se llenan de “residencias”, “chalets” o “casetos” con entradas presididas por leones, águilas de yeso, o somieres desvencijados si no llega el presupuesto. Calles y carreteras repletas de coches, con tantos caballos posibles como infantería prusiana, que hay que sujetar, odiando a guardias civiles por no permitir su desbocamiento. Las calles en pasarela, donde lucir ropa con anagramas y marcas de nombre sofisticado, el Sánchez, García, es cosa de gustos simples y trasnochados. Llevar móviles o tabletas que demuestren nuestro ingreso en el mundo virtual, donde la realidad sean los sueños, sueños que elaboran los nuevos gurús del embrutecimiento con juegos de guerra, cuentos de hadas con cuernos, carnes a veces infantiles para goce de algún pervertido infecto que, subido en tribunas brillantemente pulidas, o púlpitos de cera, nos indican lo que tenemos o no que hacer.

Es una irresponsabilidad ciudadana pretender que, por el hecho de existir y pertenecer a un estado democrático, se tiene el derecho de gobernar, es la mayor de las falacias si quienes se presentan a tan alto destino no tienen esa capacidad. Es impensable el pretender emprender un proyecto que requiere altos conocimientos, honradez para manejar los bienes de una ciudad con 14.000, habitantes y decenas de millones de euros de presupuesto, con incapaces para generar ideas que pongan en valor todo aquello que potencialmente está esperando ese proyecto, por quienes en su vida privada no alcanzaron más que la elemental capacidad para trabajar a las órdenes de otros. Esto se entenderá como discriminación por quienes se encuentran en esta situación, pero es tan crudo y real como la vida misma.

Parece, por lo que ocurre cada vez con más perversión, que elaborar una lista para administrar decenas de millones de euros, e ideas que generen el desarrollo de aquello que sea el futuro económico y armónico, donde su eficaz, justa e inteligente distribución, sea el real bienestar de los ciudadanos en el presente y en el futuro, no es valorado por la sociedad, que únicamente vive el presente, votando al más sagaz, desvergonzado, familiar, amigo, de su cuerda o quien le da la migaja, sin entender que el presente es el resultado de lo que se proyectó e hizo en el pasado.

En una ciudad de 14.000 habitantes, en la única emisora auspiciada y patrocinada por el que la gobierna, es decir el alcalde, quien se encargó que desaparecieran otras. En una de ellas, la antena situada en la Peña del Peladillo fue derribada de noche, para lo que hizo falta una gran máquina de derribos, sin que las investigaciones policiales consiguieran encontrar al culpable, algo no muy extraño, teniendo en cuenta que el repetidor y su equipo fueran sustraídos de una caseta en el mismo lugar descerrajando la cerradura, precisamente por dos agentes de la policía nacional siguiendo la orden de su superior, y trasladadas a la comisaria. Pero sigamos con el pregón del desvergonzado alcalde en su emisora. Se presenta como portavoz de su partido, y en un monologo ininteligible de cuarenta minutos de desvarío, hizo o trató de hacer campaña a su favor, mezclando las cuestiones de su partido con las del ayuntamiento, en una evidente desfachatez, que entiendo debería revisar la Mesa Electoral, si ésta realmente sirve para hacer que se cumpla la Ley.
Entre otras desvergüenzas, dice, ”...que es mejor subir los impuestos de los coches que el del agua... “ Sr. Desvergonzado, el agua la administra Aqualia, una empresa privada que la compró en la sede del PP de la calle Génova en Madrid, y desde entonces, los ciudadanos han visto cómo se ha incrementado su factura…

Van llegando las rehalas de todo tipo de ganados a la feria. La actividad es frenética, nunca estuvo tan concurrida, animales de todo tipo conducidos por pastores con sus perros. El pedigrí es lo que se va perdiendo, y los cruces de todo tipo están desnaturalizando las razas, hasta el punto que es difícil reconocer una oveja merina de la churra, el buey de un toro bravo, o un pastor alemán de un san bernardo. A este paso se terminará por confundir la zorra raposa con la perrita salchicha, lo que llevará a no saber donde guardar las gallinas.
Esta degeneración genética es muy fructífera para los tratantes, al viejo que se ha dedicado a ello tradicionalmente, y a los nuevos, que, ante la situación económica, han decidido dedicarse al trato, aprovechando esta circunstancia decadente, donde lo importante es tener osada verborrea y atrevida ignorancia, como en toda feria, para venderle al incauto cualquier bicho, aunque su conocimiento del tema sea el que pueda tener un habitante del polo con los camellos.
Así se está desarrollando la campaña electoral en este país y por extensión en esta ciudad, donde han nacido como setas todo tipo de equipos, cuadrillas o bandas, que tratarán de hacer la competencia a las mafias, que han tenido y tienen el monopolio del mercado de la droga política que tanto beneficio les genera.

Si para fabricar un barco se lo encargáis a quienes ni siquiera conocen el mar, o un avión al hojalatero que arreglaba sartenes y pucheros. Por no hablar de colocar en el consejo de administración de una multinacional a la plantilla que se contrató para la limpieza de las cristaleras de su sede, o al contrario, (para que no se entienda que tengo prejuicios de clases) poner a los que toman las decisiones administrativas a limpiar las ventanas. ¿Qué resultados esperaríais?
A quien una mayoría de esta ciudad ha encargado que les administren y gestionen sus bienes, durante décadas, han sido quienes en su historia personal no pasaron de mediocres personajes que, como mucho, distinguían con esfuerzo la línea vertical de la horizontal. Su capacidad para llegar hasta el Atontamiento no ha sido otra que ser fieles y serviles a estas mafias que nos gobiernan, como lo son las marionetas a los que mueven sus hilos. “Virtudes” altamente apreciadas por los padrinos del entramado que ha tejido en este país una tupida red de latrocinio, impunidad y desvergüenza, para lo cuál han ido repartiendo todo tipo de prebendas, favores y comida, en todo tipo de pesebres que inundan el país, y en especial esta ciudad, donde difícilmente de una u otra forma no lleguen las migajas a una mayoría, y con la necesidad cada día más acuciante de sobrevivir, los estómagos solamente ven a quien le alivia el hambre, lo que conlleva que el innombrable tenga tanto seguidor-esclavo.

Ante un hecho tan absurdo como lo ha sido el cierre de la carretera que sube desde la primera a la segunda plataforma abierta desde que se construyo hace más de cuarenta años, la Di Puta ción, ha llegado a la conclusión de que al existir un peligro por la acumulación de nieve, decide prohibir su circulación, y para hacer valer esta prohibición, coloca un bloque de hormigón que haga desistir cualquier intención de subir.
Pregunto al responsable de tamaña tropelía ¿No nevó en esos más de cuarenta años? ¿Tal vez los anteriores usuarios se despeñaron, o tuvieron que ser rescatados? ¿Acaso eran usuarios más capacitados por haber realizado algún tipo de cursillo de conducción por nieve-hielo?

Si, con métodos seguros, se pudiera comprobar el grado de culpabilidad que tiene la ciudadanía en la actual situación social en la que se encuentra esta sociedad, sus súbditos tendrían un alto porcentaje en ello. No se puede entender que, si estamos en una sociedad democrática, donde cada cuatro años se vota a quienes se consideran más capacitados para administrar lo de todos, que durante varias legislaturas estos mismos vecinos los sigan apoyando en mayoría. Se critica a los políticos en la barra del bar, y sin embargo, en los plenos, los ciudadanos que asisten a ellos se cuentan con los dedos de una mano, siendo generalmente los mismos, a veces acompañados por quienes van a hablar de “ LO SUYO” en ruegos y preguntas, donde en la mayoría de las ocasiones, ante la respuesta vaga o confusa del concejal o cacique, se siente paralizado por el miedo a ser estigmatizado, y no vuelve a abrir la boca.

El medio que sin duda interviene más en las noticias de esta ciudad es la única emisora que en ella transmite de forma local, donde les escucha una mayoría de nuestros conciudadanos que están en las puertas de la tercera edad, o jubilados, que en general no disponen de medios informáticos, por ello es fácil deducir que las noticias que les llegan es a través de esta emisora. Ello es bien sabido por el máximo dirigente del Atontamiento, que la ha puesto a disposición del vocero que la dirige. Así, todo lo que en ella se transmite no tiene otro fin que el de la propaganda más cerril en favor del cacique.

Que responsables del Ayuntamiento y Cámara pidan unas docenas de euros a los comerciantes de la calle Mayor para la iluminación de Navidad, es el culmen de la desfachatez y la desvergüenza, cuando estos empresarios están al borde de la ruina. El Atontamiento, que tira el dinero por carretas, para todo tipo de despropósitos, como lo es reparar los desperfectos que los vándalos han realizado con la mayor impunidad en el famoso Museo de Telas de Araña, sin que el Atontamiento tomara ningún tipo de represalias ni medidas, ante las denuncias de su propia policía local de estos hechos, y ahora, después de años, trate de paliar los destrozos, con el único fin de hacer de ello publicidad para las próximas elecciones locales. Otra de las tropelías que lleva a cabo el Alcalde estos días, es la actuación en La Covatilla, donde, antes de tener legalmente su administración, ha contratado personal, encargado trabajos, efectuado pedidos a proveedores... Algo absolutamente surrealista, teniendo en cuenta que durante ese tiempo no existía oficialmente organismo o empresa donde dirigir las facturas correspondientes.

En todo tipo de mafias, su composición se estructura bajo una estricta jerarquía piramidal, a la que tienen que seguir ciegamente sus componentes, en ello se asienta su poder y futuro. Así, se ha podido llegar a la actual situación política de este país, y en particular a lo que ocurre en esta comunidad, provincia y ciudad en que nos toca vivir.
En lo que primero que piensan los padrinos de estas mafias de cuello blanco, es en tener o controlar los medios de comunicación, ello es básico para sus fines. El gobierno central, regional, provincial y local, en toda su larga vida de poder (posible, por los votos de las mayorías), han tejido una red que trata de que todo lo que le llegue al ciudadano sea emitido por sus redes, sobre todo a través de las ondas radiofónicas, porque son las que no necesitan otra cosa que la de escuchar, como en esta ciudad y comarca, donde han conseguido que solamente se oiga la suya, después de esquilmar las restantes, a veces con actuaciones absolutamente mafiosas, como lo fue derribar la antena a otra emisora en la Peña del Peladillo, de noche, y sin que aparecieran los ejecutores, algo inconcebible, teniendo en cuenta que necesitaron una máquina potente. Descerrajaron la cerradura del caseto donde se guardaba el equipo emisor, apareciendo este en la comisaría de policía, algo inverosímil, porque lo hicieron los mismos agentes, que, según declararon al juez, lo llevaron a cabo por mandato del que entonces era el máximo responsable de la comisaría. Todo un esperpento, si no fuera porque fue un hecho delictivo, y con artimañas mafiosas, en esta, y en otras innumerables actuaciones que han quedado olvidadas.

El poder de la MarrullaEn este semanario, hace ya un año, en mi sección “SIN ATADURAS” predije que el Alcalde-Marrullero estaba con la idea de quedarse con la estación de esquí, para ello trataría de estrangular económicamente a Gecobesa, cerrándole el crédito, y, con esta idea, contactó con sus jefes en Salamanca, Valladolid e incluso Madrid, convenciéndoles de que Hacienda no prorrogara la ampliación del pago de los 400.000 euros, así como a Caja Duero 600.000. Consiguiendo defenestrarla. Estas noticias que describo, no las publican los medios de comunicación locales. Aunque es absurdo pedir a los zorros que guarden el gallinero, cuando ellos se alimentan de sus gallinas.

Intentaré sintetizar lo más posible esta aberrante historia, que tiene como único causante al Alcalde-Marrullero de esta ciudad, que, pensando en su interés personal, y no en el bien común de los ciudadanos, fue montando una estratagema para que la estación se construyera por La Hoya, donde él tendría todo el protagonismo y la gloria, y no por Candelario donde gobernaba el PSOE, apoyado por su tribu, que espera siempre ser recompensada por el “Padrino” aún a costa del futuro de Béjar y la Comarca.