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TAB: Luis Francisco Martín y Purificación Pozo mienten sobre la situación real de La Covatilla
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2● Luis Francisco asegura haber iniciado las tramitaciones administrativas para preparar las instalaciones como el desbroce, el arreglo de girondas o la limpieza de pistas, pero no hay ningún expediente iniciado en el libro de decretos a fecha de 19 de octubre.
● Purificación Pozo dice que no se ha empezado la revisión V7 del telesilla porque se están redactando los pliegos de contratación del material cuando estos están aprobados desde finales de agosto.
El Alcalde Luis Francisco Martín y la concejala de la estación de esquí La Covatilla Purificación Pozo siguen mintiendo en la prensa sobre las denuncias de Tú Aportas, para salir del paso de la situación en la que se encuentra la estación de esquí.
“Los empresarios y Bejaranos no deben escuchar los cantos de sirena que dicen asegurar la apertura de la estación de cara a la próxima temporada. Nadie ha subido a la estación desde el pasado mes de abril a realizar trabajos de mantenimiento y únicamente hay dos personas contratadas que nada tienen que ver con dichos trabajos. Es por esto que la estación está en una situación de abandono que pone en serias dudas la apertura y su continuidad. Ya ni siquiera sabemos si quieren abrir o dejarla en abandono”, ha declarado Javier Garrido.
Luis Francisco Martín asegura haber iniciado los trámites administrativos para preparar el desbroce, la reparación de las girondas o la limpieza de pistas, pero a día de hoy 19 de octubre no hay ningún expediente abierto en el libro de decretos del Ayuntamiento.
Por su parte, Purificación Pozo asegura en un diario provincial que el retraso en la ejecución de la famosa revisión V7, obligatoria para la puesta en marcha del telesilla, se debe a la demora en la elaboración del pliego de la compra de material. Respecto a la compra de este material, el expediente fue iniciado el día 1 de julio de 2024 y los pliegos se aprobaron en fecha 31 de julio y 8 de agosto por lo que miente cuando dice que no se ha empezado con la revisión por esta cuestión. El día 26 de agosto el alcalde firmó un decreto aprobando el expediente de contratación, los pliegos y el gasto correspondiente a este contrato.
“Casi dos meses después de esta aprobación de compra y un mes desde la adjudicación del contrato a la empresa para que hiciera la revisión nada ha cambiado. Nadie se ha presentado en la estación para empezar con los trabajos. La situación es crítica con la llegada de la próxima temporada. Ahora parece que Luis Francisco se erige como adivino cuando dice que no empezará hasta enero o febrero. Las mentiras de Luis Francisco y Purificación Pozo rayan el absurdo, pero no debemos dejar pasar por alto que los empresarios de la ciudad y la comarca y todos los bejaranos, se enteren de quién miente. Es una vergüenza absoluta”.
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- ¡Menudo zasca, señor
hace 4 horas 5 mins - Pues no. Lo de "ay
hace 9 horas 7 mins - Pues ya lo sabe usted
hace 21 horas 2 mins - Lo de "todólogo" es cosa
hace 3 días 3 horas - Con lo de Todólogo te
hace 3 días 5 horas - No preocuparse que aquí ha
hace 3 días 7 horas - Creo que el Ayuntamiento
hace 5 días 4 horas - Ese derrumbe no es novedad,
hace 5 días 8 horas - Los pequeños accionistas
hace 6 días 11 horas - Da gusto leerle. Saludos.
hace 1 semana 3 horas
Este medio publica solamente lo de un bando. No ha publicado la respuesta del Ayuntamiento, pero ahí va con la respuesta de Garrido a la respuesta del Ayuntamiento. Plumazo.
Posiblemente la respuesta del Ayuntamiento. no ha sido remitida a Bejar.biz, a diferencia de la de TAB. En cualquier caso, este semanario puede elaborar una nota informativa con datos extraídos de otros medios a los que el Ayuntamiento haya enviado su respuesta. Estoy de acuerdo en que los lectores deberíamos poder conocer ambas posturas. José Muñoz Domínguez
Que yo sepa no ha habido ninguna resùesta por parte del gobierno municipal, ni comunicado ni rueda de prensa, Sólo han respondido a las preguntas de La Gaceta Regional y de manera bastante escueta sin dar ninguna explicación sobre el lamentable estado de la estación.
En cualquier lugar del mundo, la situación de abandono y disparatada gestión de La Covatilla sería noticia de primera plana en todos los periódicos locales. Si fuera una una empresa concesionaria la responsable de esta situación, sus gestores estarían sentados en un banquillo y a sus familiares y amigos les daría vergüenza salir a la calle.
Y, naturalmente, los primeros en exigir responsabilidades serían los del ayuntamiento.
Pero aquí no pasa nada. Es más, parece que a casi nadie le importa.
Que no cunda el pánico que la estación se abre, están al frente los dos mejores gestores que ha dado la ciudad de Béjar
No solo mienten de manera descarada, sino que también ocultan y emborronan, dejando patente, por otra parte, su incompetencia, pereza e ignorancia sobre el tema. Es decir, su incapacidad absoluta para gestionar una estación de esquí (y seguramente cualquier otra cosa).
A finales octubre, no se ha movido una piedra ni un tornillo en las instalaciones de La Covatilla. Todo está tal y como quedó al finalizar la temporada pasada, cerrado y sin personal. No se ha realizado mantenimiento alguno en los remontes, pistas, sistema de innivación y resto de las instalaciones y la gran revisión pendiente en el telesilla, desde hace diez años, ni siquiera se ha comenzado.
Esta revisión tiene un plazo de ejecución de cuatro meses, a contar desde que se disponga de las piezas de recambio, que, a su vez, tienen un plazo de entrega de dos meses. Lo que significa que, si se iniciara mañana mismo, estaría completada en abril de 2025 contando con que los plazos señalados pudieran cumplirse trabajando todo el invierno en alta montaña.
Todo el proceso administrativo tendría que haber estado listo para comenzar en mayo, a fin de que, llegadas estas fechas, se realizaran las pruebas reglamentarias cara a la puesta en servicio del remonte en diciembre. Lo mismo cabe decir del resto de tareas de mantenimiento.
El resto de estaciones de esquí en España están vendiendo ya los forfaits de temporada y los paquetes conjuntos con establecimientos de la zona y agencias de viajes. También promocionan otras actividades lúdicas, culturales y deportivas al margen del esquí. Aquí, ni siquiera sabemos cuándo van a contratar personal para comenzar a hacer algo, por lo que no cabe esperar que este invierno el telesilla pueda estar operativo y, difícilmente, el resto de las instalaciones.
Sin entrar en más detalles, queda perfectamente claro que los responsables de este dislate son quienes no tomaron las decisiones necesarias en su momento. Cabe preguntarse si tendríamos que plantear algún tipo de responsabilidad por parte de quienes tienen la obligación de administrar correctamente lo público, ante tan flagrante expresión de dejadez en sus funciones.
Si a esto le añadimos el hecho de que aún no se ha hecho público ningún informe económico, de gestión o resultados tras la temporada 2023-24 (primera temporada completa con la gestión del actual equipo de gobierno, caracterizada por un pésimo rendimiento en todos los sentidos) que no se ha hecho nada, o no se sabe qué hacer, para aplicar las subvenciones concedidas y que el futuro a corto, medio y largo plazo de la estación de esquí, carece de cualquier planteamiento solvente u hoja de ruta documentada, salvo vagas y recurrentes declaraciones especulativas; no queda más remedio, al margen de las filias y las fobias, que concluir de manera lapidaria: tanto Luis Francisco Martín como Purificación Pozo, nos deben muchas explicaciones.
Hace un año y cuatro meses, ambos se hicieron cargo de unas instalaciones con diferentes urgencias y necesidades, pero la situación actual es mucho peor en todos los sentidos. Tiempo ha habido más que de sobra para arreglar algo, pero, en vez de ello, ha acabo estropeándose todo lo demás.
Tendrán que explicarlo muy bien, salvo que les echen las culpas a otros (que seguramente será lo que hagan) pero a nadie podrán culpar de no haber actuado cuando tendrían que haberlo hecho. Porque de la falta de diligencia, atención o responsabilidad, así como de la inoperancia y el desconocimiento, sólo tiene culpa uno mismo.
La estación de esquí nace de un cúmulo de falsedades e intereses y del nepotismo institucional de la Junta de Castilla y León en tiempos del pernicioso consejero de Medio Ambiente de entonces, Francisco Jambrina, que se pasó por la entrepierna normas estatales y europeas que estaba obligado a acatar. Este funesto personaje, espoleado por los suyos desde Béjar y Salamanca, dio prioridad a supuestos aspectos de utilidad pública para un engendro turístico muy discreto que todo el mundo sabía (incluido él) que se iría ampliando como una mancha de aceite sobre la sierra. A pesar de la evaluación de impacto DESFAVORABLE, Jambrina decidió autorizar aquel "Centro Turístico Sierra de Béjar" (tiene huevos el eufemismo para no llamarlo estación de esquí) a sabiendas de que no podría hacerlo considerando las previsibles ampliaciones. Dicho de otra forma: la maniobra nepotista podría colar (y coló) si el proyecto se vendía como un centro turístico distinto de una estación de esquí, pero imposible de autorizar si se entendía como tal estación. Que cada cual valore si cargarse un gran pedazo de sierra para dar gusto a unos pocos justificaba priorizar esa utilidad pública, por no mencionar las consecuencias del cambio climático (ya conocido entonces por científicos y asociaciones ecologistas) que provoca las menguadas condiciones de innovación y, por tanto, la inviabilidad económica del engendro. De documentos oficiales traigo aquí el recuerdo de todo aquello:
"La Ponencia Técnica Provincial de Impacto Ambiental de Salamanca propuso una Declaración en términos DESFAVORABLES en base a la afección de aquel proyecto a los valores naturales del Espacio Natural de Candelario."
"A pesar de lo anterior, la Declaración fue finalmente favorable 'considerando que existen razones de Utilidad Pública y de interés social que se estiman prevalentes a las cuestiones medioambientales', y a que 'no se trata de proyectar una estación de esquí, sino la construcción de un núcleo de servicio con las infraestructuras necesarias para el aprovechamiento de un recurso natural, la nieve'.
Hay que tener la jeta de cartón piedra para manejar este tipo de argumentos. Pues de ahí venimos.
José Muñoz Domínguez
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