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Sé lo que hicisteis en la última crisis
Por Javier Cantera, Presidente Grupo BLC
Cuando acontece una crisis siempre hay dos personajes a tu alrededor que comentan: "yo ya lo decía que venía la crisis" y otro "es la mayor crisis de la historia". Más allá de leyendas urbanas universales, es cierto que tenemos delante una buena crisis, pero eso no significa que no hagamos nada. La evitación de la situación o el continuo rumiar esos efectos negativos solamente nos lleva al paroxismo.No debemos buscar recetas mágicas frente a la crisis sino simplemente armarnos de una buena dosis de sentido común.
En este momento de reflexión colectiva sobre la crisis, creo que es útil no caer en los siguientes errores:
Error de desidia: "Como ya sé que el mercado está mal, para qué me voy a esforzar". Está claro que la relación cantidad de trabajo y resultados conseguidos está cambiando, lo que implica un mayor esfuerzo de dedicación en época de crisis que en otras. Pero hay que descubrir el placer de conseguir los pequeños resultados en un entorno hostil.
Error de perspectiva: "Sólo hacer cosas en la visión cortoplacista del momento de crisis". Hay que tomar decisiones orientadas a la crisis, pero sin desenfocar la perspectiva estratégica de la Empresa ya que después de la crisis tenemos que seguir teniendo una empresa competitiva.
Error de centrarme en lo que sé hacer: Es el momento de la innovación, no sólo por la disponibilidad de tiempo, sino también por incrementar tu cartera de servicios/productos para cuando remita la crisis. No se puede pensar en una estrategia de especialización en un mercado escaso. Eso sí, una innovación concéntrica al "core business" de la compañía ya que no es el momento de diversificación conglomerada alocada.
Error del realismo: El ser realista no es una actitud, es ante todo una realidad. Sin dejar un ápice al utopismo ideal, no debemos caer en el dulce sueño de lo inevitable que es la realidad durante una crisis. Todo ser humano puede y debe cambiar esa realidad. El ímpetu de la proactividad se acrecienta cuando el entorno es hostil. Una buena crisis como la actual debe ser un "Elan vital" de nuestros futuros empresariales.
En general, es muy fácil decir lo que no se debe hacer, pero el día a día nos enfrenta a millares de incertidumbres. No se trata de minusvalorar una situación inadecuada a todas luces, sino simplemente afrontar la realidad con la determinación del profesional abnegado en su trabajo, con estrategia de futuro, planteando nuevas ideas y ante todo no asustándose por el panorama actual. En la antigua Castilla, cuando los elementos climáticos impedían una cosecha, se distinguía entre dos tipos de labradores, los que se alegraban cuando recolectaban y los que se alegraban cuando cultivaban. Mis antepasados me enseñaron que la felicidad hay que cultivarla, por tanto, hay que aprovechar esta crisis para cambiar y buscar alegrías en los futuros cultivos que vamos a tener por nuestra capacidad de innovación.
Ah....que la crisis te acompañe, siempre que te sirva para cambiar.
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