Duración: 2 horas y media
Dificultad: Baja
Estación apropiada: Todo el año, especialmente verano y otoño.
Señalización: PR (Verde y blanco).

BéjarEsta ruta transcurre por la parte baja del monte de la Peña de la Cruz , va paralela al valle de Huertas y al otro lado del valle se tiene la vista de las fachadas del sur de Béjar. Se inicia el recorrido en el parque de “Santa Ana”, desde donde se toma el camino de “La Centena”, finca que dista unos veinte minutos. En este paraje se situaba la ermita de Santa Marina, donde quiere la leyenda situar el lugar desde donde los “Hombres de Musgo” salieron para tomar la villa.

Es preceptivo pararse con tranquilidad a admirar la fuente que adorna la cabecera e Santa Ana o Santana como se decía antes. La fuente es de una elegancia y una sutileza extraordinaria. Aún mana suficiente agua para poder refrescarte en verano.

En Santana estaba el Chalet de D.Vitorino, una elegante construcción, que desgraciadamamente no se conserva. En su lugar, casi al lado, se han hecho hace tiempo unos "chalets adobados" de escaso gusto, de los que desgraciadamente se han llenado nuestros paisajes.

Continuamos por el camino hacia la Centena. La vista sobre Béjar es maravillosa, especialmente en días claros, cuando se puede contrasta la luz de la ciudad con el azul del cielo. La silueta de la ciudad ha cambiado poco en los últimos 30 años. Por donde más lo ha hecho ha sido por la parte norte, con todas las casas que se han construído junto al "rascacielos". También destaca la mole del teatro Cervantes y por supuesto las torres de San Juan, El Salvador y Santa María. Se ve perfectamente la parte sur de la muralla.

Chalet de D.VitorinoLa CentenaEl elemento más señero sigue siendo las amplias galerías de las casas de la C/Mayor, donde se aprovechan los rayos del sol para calentarse y pasar las tardes.

Al llegar a la Centena vemos dos casas rurales en magníficas condiciones, que se ofrecen a nuestros visitantes y a tenor de los vehículos aparcados en el exterior, tienen buena acogida comercial.

Desde “La Centena” –siguiendo las señales- continuamos por la calleja que nos lleva hasta “La Francesa”. El camino discurre con prados de excelentes pastos a la derecha y bosques de robles a la izquierda. Desde la Centena, podemos a la izquierda dirigirnos hacia la Fuente del Lobo, entre un bosque tupido de castaños.

Fuente la TejaAproximadamente a otros veinte minutos, encontramos una cancela de palos, por donde salimos a una curva cerrada de la pista que sube desde la antigua N-630. Las señales nos indican que vayamos hacia abajo, pero lo dejaremos y seguiremos hacia arriba, encontraremos a la izquierda una fuente, adornada con la cabeza de un león esmaltada en azul.

Un poco más adelante ya tenemos la fuente de “La Teja”. Si no lo hemos hecho en la anterior, bebemos de ella y damos la vuelta para bajar a “La Francesa”. Volveremos hasta la curva donde cogimos esta pista y según descendemos, tomamos un estrecho sendero a mano izquierda que nos conduce hacia la mole del centenario cedro que se haya en el interior de la finca.

CedroMerece la pena llegar hasta ese lugar solo por ver el cedro. Tiene un porte majestuoso. Se asemeja a la arboladura de un gran velero que hubiera arribado a algun destino en mitad del monte de castaños.

Después de admirar la magnificencia de este ejemplar, podemos volver por la calleja que nos devuelve a “Santa Ana” o descender la pista y regresar siguiendo la vía o la carretera.

Al regresar por la vía, que aún está practicable, recordamos los tiempos por los que aún circulaban los trenes y Béjar estaba unida al resto de la Vía de la Plata no solo por carretera sino también por ferrocarril. Esperemos que en breve puedan volver a circular esos trenes que nunca debieron dejar de hacerlo.

El paseante bejarano

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