Bajo licencia de Creative Commons.
Relatos de Béjar: Una presentación y un preámbulo
Ha llegado a la redacción de Bejar.biz, a la sección de CARTAS DE DENTRO Y FUERA, cartasdedentroyfuera@bejar.biz , una misiva que transcribimos a continuación:
“Estimados amigos:
Sigo desde hace tiempo la revista Bejar.biz y pienso que representa un bonito cauce para la expresión equilibrada y civilizada de todos los que tienen que decir o contar algo sobre nuestra ciudad. Creo sinceramente que en estos momentos lo necesitamos más que nunca. Soy aficionada, desde el colegio, a la escritura, y aunque nunca la he practicado de modo metódico, el azar, en forma de accidente, me ha empujado a ello. Así, desde hace días, a consecuencia de mi obligada inmovilización en casa, he dispuesto de tiempo para pensar y escribir, más de lo normal quiero decir, con lo que he comenzado una especie de diario que, ahora que ya va tomando cuerpo, creo que puede tener algún interés para ese objeto que proclaman ustedes para la revista de ser punto de encuentro y reflexión sobre Béjar.
Mi aportación, en caso de que interese a alguien, será humilde, como verán, pues, no teniendo estudios, por desgracia para mí, no puedo ofrecer análisis sesudos ni profundos, que ya me gustaría. Sólo soy una bejaranita de a pie, podríamos decir, pero enamorada de mi tierra, siendo lo que escribo, sobre todo, fruto de mis lecturas sobre ella, la Comunidad de Villa y Tierra, su historia, sus gentes, su paisaje y sus costumbres, sus leyendas que también las hay y muchas, en fin, un poco de todo, lo que se me ocurre al socaire de los libros que me traen y voy leyendo.
Me llamo Valentina y, si aceptan mi colaboración, también puedo enviar algunas fotos con las que glosar o historiar mis pequeños relatos. Mi primo Josete, que aunque es un buen fotógrafo también es algo zascandil y no del todo fiable, se ha ofrecido a ello. Espero que responda y, en todo caso, no puedo elegir, estoy literalmente atada a una silla, así que me arriesgaré.
Así que si ustedes dirán. En el caso de que acepten mi colaboración estaré encantada, si no, mala suerte, quizá sea señal de que mis escritos no tienen la calidad o el interés suficiente, pero, en cualquier caso, nadie “me quitará lo escribido” y eso, a mí, ya me anima a continuar.
De todas formas, quiero agradecerles la labor que está haciendo Bejar.biz por la regeneración democrática de esta ciudad y les animo a continuar en la senda emprendida.
Quedo a la espera de sus noticias.
Valentina”
Como comprenderán ustedes, después de haber recibido esta carta tan peculiar (y un tanto lisonjera para Bejar.biz, lo que nunca viene mal, no todo van a ser palos), así como de haber leído el primer relato que Valentina nos ha remitido junto con ella, en la redacción de Bejar.biz hemos aceptado con entusiasmo la oferta.
Una ciudadana de Béjar llama a nuestra puerta, Valentina su nombre, para hacer llegar a sus conciudadanos su voz y su palabra. Bienvenida sea. Ahora es el turno de ustedes, los lectores. Con Valentina les dejamos.
RELATOS de Béjar: Preámbulo
Lucía, un sol radiante.
En aquella aciaga mañana, seguía una ruta de senderismo que me llevaba junto a un río menor, desembocando en otro más caudaloso, que a su vez aportaba sus aguas a uno más nombrado, el Tajo.
Absorta por completo en el agua que ligera lavaba ramitas verdes de distintos tonos, mi pie dio un pequeño vuelco, y justo en el momento en que mi cuerpo iba a caer por la pendiente del río, sobre el lecho afilado de cantos, la incisión del dolor, lejos de nublar, alumbró mi entendimiento con la velocidad del rayo. Giré bruscamente y me precipité al terraplén enzarzado, con el pie zigzagueando, crujiendo los huesos como teclas de un piano desafinado.
-Creo que me he hecho daño.-
Me enderecé y mantuve con dificultad el ritmo.
Comí algo y para cuando quise aflojar la bota, aquello más que un pie, era una morcilla amoratada, metida a presión, como las que de niña vi embutir a mi abuela.
Se me confirmó la rotura y tras el blasón blanco de la inmovilización, comencé a sufrir las atenciones de toda la familia:
Aparecía Quique, de cuando en cuando sacando de su bolsillo dulces, (probablemente robados), y regando de migas todo mi enfermizo entorno, con el peligro inminente de la invasión de toda clase de bichos…
Tía Pepa, solícita, haciendo recetas de amplia consistencia para que repusiera fuerzas,
Ana me obsequiaba con música de la mañana a la noche, hasta el punto de escuchar hasta cinco veces al día las mismas canciones de moda…una verdadera tortura.
La misma que me producía el tener que pedir por favor, a todas horas, el trasiego de lo que quería y necesitaba, con el inconveniente de que todos tenían demasiado trabajo como para poder atenderme en “ese momento”….
Así fue como en apenas cuatro días tenía muchos kilitos y…muchos nervios de más. Completamente destrozada.
En medio de mis dolencias, María ofreció traerme algo de leer, vi el cielo abierto, se me hacía tarde el momento de que apareciera con alguna novelita que me consolara de este impuesto arresto domiciliario.
-¡María pero qué es esto!!!-
-Los he cogido de la biblioteca de papá.-
-Pero ¿qué has traído?-
-Los mejores, los he elegido- dijo con una mirada completamente inocente.
-¿Sí?, cómo?, ¿acaso por colores?, desde luego por temas tampoco.-
-Por páginas- volvió a decir sonriendo -no he traído ni los más gordos, que te aburrirían, ni los delgaditos que sé que los terminas enseguida.-
Desplegó uno por uno frente a mí, media docena de volúmenes variopintos, pero cuyo único y monocorde tema era: Béjar. Historia, gastronomía, costumbres, relatos publicados por el Casino Obrero, geografía, rutas.
Un DESASTRE.
Justo en ese momento y para redondear la jugada se me acercó Josete, con la cámara al ojo, disparando contra mi pie una y otra vez como un poseso.
-Ya vale no???-
-Espera, que desde este ángulo no tengo ninguna. Luego te las regalo y así tienes un recuerdo.-
-Sí, y además me haces un reportaje completo que ilustre este maravilla- dije señalando la obra dispersa por encima de la mesa -y un jamón!!!!!, que se me ve necesitada.-
-Bueno, haré lo que pueda, de momento iré a la cocina.-
Pero no volvió.
Me quedé rumiando unos versos de hace años, que cantaba Luis Pastor:
“Los caminos del amor
No pasan por la cabeza
Trazan puentes de alegría
Y senderos de tristeza
Túneles de desengaños
Carreteras de emoción
Autopistas de deseos
Que viajan al corazón…”
Allí estaba yo. Con el color del otoño ceñido a los cristales y mi pie nevado y rígido dispuesto a patear en breve las páginas del lugar de mis ancestros, salpicadas por las instantáneas de Josete.
Veremos hasta qué punto resulta suculento y seductor este otro menú.
Buen provecho tenga usted, me apresuro a consolarme.
Valentina
- Apreciado Alberto, me
hace 15 horas 53 mins - Título de la película:El
hace 21 horas 22 mins - Título de la pelicula: y
hace 1 día 13 mins - Título de la película,
hace 2 días 9 horas - Tal vez no ha entendido lo
hace 2 días 19 horas - Aclarado lo del apellido.
hace 2 días 21 horas - Se equivoca mucho... La
hace 2 días 21 horas - NO fastidies, no dimite el
hace 2 días 21 horas - Si no fuera por que a la que
hace 3 días 2 horas - Disculpe por lo de Sr.
hace 3 días 2 horas
Me parece un buen regalo esta sorpresa encontrada en bejar biz VALENTINA te animo a seguir escribiendo, a los gestores del medio que se lo sigan permitiendo y publicando, yo seguire leyendo esta interersante y agradable pagina y animo a todos a APORTAR sumando, no restando como en muchos otros medios.Habrá muchos medios o publicaciones pero creo que esta página es la que representa un ideal de BÉJAR que muchos(desperdigados) llevamos dentro.Animo a todos
A mí también me interesa seguir el relato de Valentina.Siempre y cuando escriba como siente. No como una escritora.
Y esperando que prescinda de términos como:
"el agua que ligera lavaba ramitas verdes de distintos tonos"
Un saludo respetuoso y que se llenará de admiración... en el futuro.
Seguro.
Enviar un comentario nuevo