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Reflexiones de un ciudadano ante las próximas elecciones generales
Esta semana en la que por consejo de propios y extraños me he alejado de la frustante realidad político-social de Béjar y aprovechando que los políticos de nuestra querida ciudad parece que se han metido en una madriguera a reflexionar, cosa por otra parte totalmente recomendable, he fijado mi mirada en la actualidad política nacional.
Lo primero que me llama la atención es el protagonismo repentino y sobrevenido que ha obtenido la economía nacional. Parece que los ecos de cualquier buenos días entre los españolitos, contando lo que se podían hacer con cinco mil pesetas de las de antes y lo que abarcan 50 euros de ahora, la prolongación de una obligada juventud hasta los cuarenta de los mileuristas, las dificultades para la emancipación digna, o el grave problema al que se enfrentan por ejemplo las parejas que deciden poner fin a su convivencia en común, han llegado por fin a los políticos.
Estas inquietudes que parece han sido caprichosas de ese voto de centro al que se le ha asaltado el bolsillo y al que los dos partido mayoritarios hacen una llamada con ofertas comerciales propias de un mercadillo, se han convertido junto con la arenga a los sectores más sensibles de uno y otro bando, en los principales reclamos de la campaña.
Si bien es cierto que la situación económica está afectada por la coyuntura internacional, parece España está afectada de una manera significativa. El actual gobierno debería de haber encarado, o por lo menos haber sentado las bases para afrontar el problema que se avecina, para ello debería haber apeado del cielo lo que se dio en denominar el milagro económico español, sustentado sobre unos cimientos en terrenos pantanosos tales como la excesiva especulación sobre un bien social o las importantes ayudas europeas de las que España ha disfrutado durante las últimos años – curiosa la consideración que tiene el resto de Europa de este milagro español, demostrada en la última cumbre celebrada en Londres-.
Ninguno de los dos partidos mayoritarios han ofrecido en su lanzadera de ofertas la solución real al problema ,que si bien no resultará sencilla, pasará ineludiblemente por enfocar la atención a las actividades productivas, mejorar la competitividad y con ello situar las exportaciones españolas en el lugar que se merecen. La inversión en i+d ha sido también marginada en relación con el resto de Europa, era más cómodo estar en ese limbo económico de las cifras macroeconómicas, e inhibiéndose de atajar la tercera posición en la tasa de inflación interanual de la eurozona, lo que ha provocado una caída en el consumo del ya de por si maltrecha economía doméstica de la mayor parte de los hogares españoles.
De las proclamas electorales hasta la fecha, no se puede atisbar la esperanza de que los dos partidos incorporen a sus programas medidas solventes para afrontar el problema como se merece.
Los dos partidos parecen converger en sus medidas económicas y sostener ese modelo insostenible difuminando la diferencia entre la tradicional izquierda y derecha en su política económica – otra cosa es la política social-. Prueba de ello es el Plan que se propuso de una forma inmediata y fruto de las prisas electorales para ayudar al sector inmobiliario y que una vez más la sensatez del Ministro Solbes ha tenido que salir a relucir para evitar, entre otras cosas, la discriminación a otros sectores empresariales que están manteniendo el tipo de una manera casi numantina.
El Partido Popular gestor del milagro, continúa anunciando una batería de rebajas fiscales, atrayendo también el roto bolsillo de ese votante de centro que hasta la fecha ha sustentado de una manera casi escandalosa el sistema, al mismo tiempo que proclama en los foros convenientes el abundamiento en sus filas del movimiento neocon y que se manifiesta de una forma clara con el fichaje de Manuel Pizarro.
Paradójicamente esa convergencia que parece haber en los dos partidos para mantener el sistema de una forma u otra sin afrontar las reformas estructurales necesarias, se ha destruido por completo en dos cuestiones que también tendrían que ser abordados en la próxima legislatura con medidas tendentes a finiquitar lo que se han constituido en un clásico de la democracia española. El problema autonómico y el Terrorismo deberían ser abordados desde mi punto de vista sin complejos por los partidos, sacudiéndose las polillas del pasado y sentados en una mesa en la que prime el sentido de una política de Estado consensuada.Difícil será reconstruir otra vez esa especie de acuerdo que se dió en pasadas legislaturas.
De esta forma en las próximas elecciones España se la juega, y se da el caldo de cultivo necesario para que exista lo que ha denominado el empate entre las dos fuerzas, cuyo funambulismo obligaría a los dos partidos a fijar posturas sintonizando con lo que los ciudadanos mayoritariamente reclaman; en otro caso y de seguir con la situación actual la sociedad española se polarizará y problemente surgan poco a poco fuerzas que recojan esa mirada hacia distintos focos, superando los límites que parecen que por lo demostrado en esta última legislatura no puede superar el bipartidismo.
En cualquier caso, estas dos conclusiones se mueven en el terreno de la hipótesis y de aquí al nueve de marzo, los datos del paro, la conferencia Episcopal, o los últimos mensajes de marketing político pueden declinar la balanza electoral en uno u otro sentido.
Lo que si es cierto es que las próximas elecciones y legislatura se presentan retos importantísimos y los electores una vez más están llamados a participar y a decidir en la gran fiesta de la democracia
- Pues a ver si dimiten
hace 13 horas 33 mins - Pero esto no era un invento
hace 20 horas 30 mins - Pues yo no lo he escrito
hace 20 horas 35 mins - Están rezando para que haya
hace 1 día 18 horas - Cuidado que esta Puri al
hace 2 días 17 horas - En Bejar vamos a la
hace 2 días 17 horas - Qué sentido tiene gastar
hace 3 días 10 horas - Sí, la estación se
hace 3 días 10 horas - 5 de marzo a las 19:50
hace 3 días 11 horas - ya se ve el manguito. pero
hace 3 días 11 horas
Me parece que ciertamente debemos reflexionar y en este artículo se dan muchas claves para hacerlo. Creo que el autor es un buen analista de la sociedad en temas como la economía, el paro, los jóvenes... A mí me gustaría llamar la atención sobre otros logros en esta España nuestra que nos toca vivir. Los avances sociales; no voy a enumerarlos, sería tedioso y están en la mente de todos. Para que una sociedad avance, ésta debe moverse hacia adelante, también la economía, ciertamente, pero de eso ya habla Antonio. Creo que un gobierno preocupado por el ciudadano debe proporcionarle herramientas para que se pueda mover con soltura socialmente, que pueda elegir su pareja, su religión, su educación y la de sus hijos, por supuesto; el asunto de la maternidad consentida y elegida, que tanta controversia ha traido, de la que nos aprovechamos todos incluso los que se dan golpes de pecho, por no mencionar a las personas dependientes, ancianos, niños... Hay tantos avances sociales logrados y tantos por lograr, que me preocupa pensar que después de marzo se puedan detener en aras de no sé que pacata moral.
Cómo dice Antonio participemos en la fiesta de la demcracia utilizando nuestros derechos, respetuosamente, ya que la democracia se basa en el respeto y la libertad de expresión y pensamiento.
Gracias Antonio por tus reflexiones, son necesarias antes de las elecciones.
Valoro más, los avances sociales que los económicos. De nada nos sirve vivir en una "jaula de oro", si no sabemos respetarnos, como " seres humanos iguales".
Me gustan las personas como Gel y Marina: valientes, luchadoras, dedicadas a las personas necesitadas..
Si los seres humanos nos socializamos, para que en nuestras relaciones, prime el respeto, tolerancia, integración... la consecución de objetivos, será más favorable para un buen cambio social, crecimiento económico, riquezas más equitativas...
Marisa.
a toda la clase, Con la peseta engañaron a nuestros abuelos, con el euro a los que nos toca virvir este monento y seguiis creyendo en los politicos, hay algo que no entiendo.
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