Manso Cuadrado
Regresan tras más de un año los últimos servicios suprimidos en el Hospital Virgen del Castañar
Comparativa tiempo de desplazamiento y nº de municipios respecto el actual hospital de referencia
Comparativa tiempo de desplazamiento y nº de municipios respecto el actual hospital de BejarDada la extraordinaria situación surgida por la pandemia provocada por la COVID-19 y la presión hospitalaria generada en todo el país, la Junta de Castilla y León decidió en marzo del pasado año proceder a una “reordenación de los recursos sanitarios” para hacer frente a la crisis sanitaria.
Este lunes, desde la gerencia de salud se ha anunciado la vuelta de los servicios con escasos dos días de antelación a través de una nota de prensa. Esta decisión se sucede a pocas semanas de terminar con el estado de alarma, tras sucesivas concentraciones a las puertas del centro cada vez más numerosas y visibles, después de la lamentable actuación de la gerencia que retiró las pancartas para intentar evitar las protestas y con las elecciones de Madrid a la vuelta de la esquina.
Esta serie de condicionantes pueden haber acelerado la vuelta de los servicios al centro y es normal que la ciudadanía muestre escepticismo dados los sucesivos recortes que ha sufrido el hospital y las promesas incumplidas, así como, la falta de interés mostrado durante décadas por parte de la administración autonómica que poco a poco ha retirado servicios limitando las posibilidades del centro.

Uno de los motivos por los que se argumentó el desplazamiento de los profesionales al hospital salamantino, quizás el mismo por el cual algunos no quieran venir a trabajar a Béjar, son las deficiencias, así como la falta continuada de consultas que obliga a algunos profesionales a desplazarse en lugar de tener una plaza fija en Béjar.
En 2008 la consejería de Sanidad de Castilla y León dijo que solo se convertiría el centro bejarano en hospital comarcal si se superaban las 60.000 cartillas, siendo en ese momento 16.000 en Béjar y 36.000 en la comarca. Pero ¿Por qué la junta de Castilla y León no decidió incluir en el área de influencia del hospital de Béjar todos los municipios que se beneficien de una reducción en tiempo y distancia al centro?
Si tenemos en consideración los municipios limítrofes al hospital bejarano que experimenten una reducción respecto los actuales centros de referencia y el de Béjar vemos que la población afectada sería de 57.097 habitantes. Si, poniéndonos en una situación más dramática, solo tenemos en cuenta aquellas zonas con una mejoría superior a 10 minutos la población afectada sería de 44.035 según los datos de la Revisión del Padrón a 1/1/2019 del INE.
Con estos datos, cabe plantearse una serie de cuestiones: ¿Qué criterios ha seguido la Junta de Castilla y León que considera más importante que la cercanía para garantizar una sanidad de calidad y unos servicios de emergencia eficientes? Dada la presión hospitalaria que hemos sufrido durante la pandemia, debido en parte a los recortes y la precarización del sector sanitario ¿Por qué la Junta sigue sin dotar a todos los territorios de los medios que eviten estos problemas en el futuro? ¿Por qué no se garantiza una estabilidad laboral y cuidamos a quién nos cuida? ¿Cómo pretenden luchar contra la despoblación en las zonas rurales si siguen tratándonos como ciudadanos y ciudadanas de segunda?
Pese a que las visitas institucionales al centro han aumentado en los últimos meses, lo que bejaranos y bejaranas sabemos es que los presupuestos de la comunidad no recogen una partida específica para el centro y que las enmiendas presentadas al respecto fueron rechazadas. ¿Cómo pretenden entonces financiar esas mejoras que prometen cuando se dejan ver por estas tierras?
Es lógico que a muchos de nuestros representantes les moleste eso de la “España VACIADA”. Y es que no quieren sentirse responsables de la influencia que las decisiones tomadas durante años han tenido sobre el medio rural. Unos servicios cada vez más centralizados, la falta de puestos de trabajo diversos en el medio rural y la escasa apuesta por la digitalización e industrialización de este, la supresión de cientos de kilómetros de vías de ferrocarril y la sustitución de este por AVEs que han dejado a municipios desconectados de otros y han reforzado un modelo radial de infraestructuras destruyendo corredores periféricos que durante siglos han funcionado en nuestro país.