José Luis Alonso Santos. Departamento de Geografía de la USAL

Al hilo del ciclo de conferencias organizado por los promotores de la reciente publicación del 2º tomo de la Historia de Béjar, he tenido ocasión de exponer en el Centro Cultural Bizarte (viernes, 21 de marzo) la situación socioeconómica que vive la ciudad de Béjar y su comarca. En estas líneas, ante la rotundidad de los indicadores de la grave situación alcanzada, dejo una valoración sintética para conocimiento público así como por la posible utilidad de la información para el debate y la hipotética toma de decisiones respecto a la urgente necesidad de adoptar medidas que pongan freno al desánimo y la sangría presentes.
Una primera constatación es que en Béjar caminan juntas la crisis general que azota al país y la crisis particular de la industria local derivada de la intensa destrucción del tejido productivo textil y la desaparición total de la rama de confección tras el cierre (2013) de la empresa Yuste. En esta última dimensión de la crisis, la local, desde los años 90 de la pasada centuria se han sucedido múltiples iniciativas y programas que ni han evitado la crisis textil e industrial ni han fortalecido, modernizándola, la intensa terciarización de la actividad económica.

Cabe citar los esfuerzos de contención de la regresión textil (desastre de la Hispano Textil; programa RETEX; internacionalización), de diversificación de la base productiva (Plan de actuación comarcal de ADE CyL/Ayuntamiento; estudios e informes de análisis) apostando tanto por actividades de ocio y turismo de nieve (La Covatilla, turismo rural) como por la incorporación de nuevas empresas innovadoras (desarrollo del polígono industrial; UNISOLAR/SOLIKER; CT3 ingeniería) así como la presencia de actores sociales de promoción económica en la comarca desarrollando sucesivos programas LEADER o la Fundación PREMYSA (2005). En cambio, sí parece que las medidas precitadas han servido en gran medida para que las autoridades locales en primer lugar y los bejaranos en general no fueran conscientes de la intensidad y gravedad el proceso de degradación económica.
Los indicadores del proceso de deterioro de la actividad económica y la regresión demográfica en Béjar y su comarca son rotundos tanto por su intensidad en tiempo como por la amplitud de las actividades afectadas:

a) La crisis es más violenta en Béjar que en el país y en la provincia
Al respecto los datos son muy claros al revelar que en los años de fuerte expansión de la economía española (1996-2007) Béjar crecía menos que el conjunto nacional y menos que el resto de la economía de la provincia así como su regresión está siendo más intensa durante los duros años de crisis económica. En efecto, mientras los trabajadores registrados por la Seguridad Social crecían de 2003 a 2008 en España 16,6 puntos, en Béjar lo hacían apenas en 14,1, incremento inferior al resto de los centros funcionales de la provincia (Salamanca capital ganaba 18,5 puntos, Ciudad Rodrigo 24,7, Guijuelo, 46,6, Peñaranda de Bracamonte 23,9 puntos). Así mismo, los datos para los años de crisis (2008-2013) arrojan las pérdidas laborales más abultadas en Béjar y Ciudad Rodrigo como recoge el gráfico adjunto

Evolución afiliados a la SS en la provincia de Salamanca
Llama la atención que en estos años de crisis económica la degradación laboral de Béjar sea hasta 10 puntos superior a la media de la provincia que no se distingue precisamente por la vitalidad económica. Lamentablemente, el comportamiento laboral de los 28 municipios rurales que con Béjar componen la comarca presentan un deterioro laboral similar a la ciudad como puede verse en los datos del siguiente cuadro estadístico.

Afiliados a la SS Béjar y comarca

b) El cambio en la base productiva de la ciudad de industrial a servicios no lo es por la transformación coherente de la actividad sino por la fuerte degradación de la industria

Se trata de un indicador que mide la proporción que guardan entre si los activos laborales de los distintos sectores de actividad de la economía y, en efecto, el predominio de los servicios es lo coherente en las economías avanzadas. sin embargo, la reciente transición en Béjar desde el predominio de la actividad industrial (incluida la construcción) todavía en 2001 a los servicios en 2013 se debe en gran parte el fuerte deterioro de la actividad de la industria de transformación y de la construcción y en grado menor a la lógica ampliación del trabajo terciario. De 2001 a 2013 este último se expandió el 54,8 por ciento frente a una contracción conjunta de la industria del 63,3 por ciento. El gráfico adjunto muestra la evolución de los asalariados en cifras absolutas de cada uno de los sectores de actividad de 2001 a 2013 que, traducidos a porcentajes en ambas fechas, dan para la industria de transformación una fuerte regresión al caer desde el 40,7 por ciento hasta el 21,0 por ciento; el sector de construcción retrocede desde el 19,7 al 5,8 por ciento mientras el sector servicios salta del 39,6 al 72,8 por ciento.
Asalariados por actividad

Es oportuno resaltar dos hechos muy diferentes que afectan a los datos previos. En primer lugar, la regresión industrial se debe casi por entero a la persistente destrucción de empresas de la ramas textil y confección que es sabido son actividades fuertemente afectadas por la liberalización comercial de la OMC y la consiguiente competencia en el mercado nacional de países terceros. Pero no es menos cierto que en los años transcurridos de la actual centuria los datos ICEX de empresas exportadoras en ambas ramas se han incrementado notablemente en el país tanto en número como en valor de facturación. Incluso en la propia provincia de Salamanca se registra un ligero incremento. Son datos para la reflexión de cuáles son las causas últimas del sector textil local. En segundo lugar, el fuerte incremento del trabajo en el secto servicios está muy concentrado en actividades tradicionales como el comercio general (llegada de las grandes cadenas de alimentación) y los servicios públicos (administración/educación/sanidad/servicios sociales) que cubren demandas generales de la población residente. Ni atisbo de servicios personales nuevos y diversificados propios de colectivos jóvenes y dinámicos.

c. La base económica actual de Béjar carece de potencial de mantenimiento de su nivel a medio plazo.
Y la elevada tasa de paro es su espectacular reflejo. La siempre presente crisis del textil y la atonía económica general explican que mientras España en 2007, último año de bonanza económica, ofrecía el 8,5 por ciento de desempleados, la tasa de paro más reducida en la historia reciente del país, Béjar presentaba ya una tasa altísima, del 22,6 por ciento que se incrementa en los años siguientes hasta el 39,5 por ciento al concluir 2013, fecha en que España supera el 26 por ciento de paro y Castilla y León el 22 por ciento. Los datos del cuadro estadístico que sigue reflejan bien la trayectoria.
Población activa y desempleo en Béjar

Un volumen de desempleados asombroso e inaceptable para Béjar pues significa que de 100 personas dispuestas a trabajar (población activa) sólo 61 están trabajando como autónomos o asalariados. El sustrato que alimenta este mal dato no es únicamente la muy reducida actividad económica local sino que los activos humanos laborales (cantidad y formación) están gravemente dañados ya que la población activa apenas alcanza al 52,6 por ciento de su potencial (72,3% media nacional o 90,1% en Guijuelo) y cae al 32,7 por ciento de la población total residente (48,5% media nacional, 41,9 media de la provincia, 61,4 Guijuelo).
Al observar la estructura demográfica de Béjar (ver la pirámide de población adjunta) el futuro laboral se percibe complicado ya que las cohortes de población adulta joven (15/44 años) son decrecientes respecto de las que le preceden. En otras palabras, en los próximos años la renovación de los activos laborales que se jubilan no está garantizada por nuevos activos. El elevado porcentaje de parados junto al creciente envejecimiento (pensionistas) anuncian una dependencia económica muy fuerte de las rentas transferidas por las administraciones en una ciudad y comarca sometidas a una hemorragia humana constante.
Pirámide población enero 2013
Se podría decir para concluir que la intensidad de los indicadores regresivos presentes en la vida económica de Béjar y su comarca inducen para los años próximos tendencia negativa incluso en el supuesto de una pronta superación de la crisis económica que sufre el país.