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¿Con qué culo se sienta la cucaracha?
Polémica ha habido; no faltaba más. La subvención concedida para la construcción de un nuevo campo de tenis en La Cerrallana ha tenido comentarios a favor y en contra, tanto de las minorías como de las mayorías absolutas. Todo lo que hagan los gobiernos de cualquier magnitud geográfica tendrá siempre los argumentos del sí y los del no; y la ausencia de comentarios de los que no se enteran de nada o sólo de lo que interesa directamente a sus personas. Son las reglas del juego.
Si Béjar llegara a ocupar un lugar importante en el deporte del tenis y se cree que además de prestigio y noticias en la TV de Castilla y León eso concordaría con los objetivos de superación de la crisis con los que todos los partidos se abren camino, pues bienvenidas sean las pistas. ¡Nadie sabe!, el mundo da unas vueltas espectaculares y tal vez un día la ciudad llegue a estar en los circuitos millonarios de ese deporte. Creo que es importante soñar, y soñar no cuesta nada. Ya lo dijo Calderón “que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son".
Probablemente nadie se cuestione que haya en Béjar una instalación decente que respalde un buen propósito. Quizás quienes se expresan en negativo estén más concentrados en la problemática económica que en la conveniencia misma, aunque resulta obvio que una cosa condiciona la otra. Una tercera posición ha sido menos debatida: la de quienes creen que con un poco de suerte el Ayuntamiento lograría llevar adelante una tercera parte de la obra con los 300.000 euros de subvención del CSD —lo que será trabajo y empleos— y también consiga despejar una ecuación que sea igual a otros 600.000 eurillos que Dios podría tener reservados en una partida de su presupuesto para dedicarlos al bienestar de Béjar.
Hasta ahí, nos estamos moviendo sobre un oleaje más o menos navegable, subiendo y bajando por los caminos trillados de los políticos hábiles para obtener resultados. Nada nuevo bajo el sol. No obstante, no es el campo de tenis y su coste lo que tiene una raíz profunda y dolorosa como una muela del juicio con caries. Son el resto de los proyectos en materia de deportes y muchos objetivos costosos de otros aspectos del programa electoral en curso lo que cuestionan los 600.000 euros que no están, que podrían estar o no estar, para rematar la frase con una duda shakesperiana.
¿A qué me refiero? A que el actual gobierno tiene un compromiso con los bejaranos, expresado en su programa electoral, que supera un campo de tenis apto para acoger la fama; tiene un sueño más denso aún, que supera con creces los 600.000 de la discordia y cualquier otra cifra que podamos calcular los neófitos de café y que también excede cualquier cálculo de subvenciones que pudieran tomar en serio quienes las conceden.
La pregunta, a la larga, no es cómo sería posible ese campo de tenis. Y si queréis, ni respondáis a las interrogantes que se abren sobre las pistas que ya existen o si es mejor o peor negocio remodelar las que ya están para ahorrar algunos recursos económicos o si alguna vez esa instalación en ciernes amortizaría su valor. Ahora muchas cosas dependen de un hilo o de los hilos de oro con que el sistema financiero mueve las marionetas de las instituciones gubernamentales. Y lo único cierto es que tenemos un presente por resolver y si no se resuelve, podremos clavarnos la Copa Davis en la frente, por decir un buen lugar que ponga fin a todo pensamiento.
Pienso que una expresión real del mundo real en que vivimos son los erizos de castañas que anuncian la Navidad en las calles de Béjar con su luces dispersas y mustias, que no significan nada y que deben haber costado poco. Esa “iluminación” de Navidad es un magnífico ejemplo de que las cosas se ponen peor. Y por esa aguja tendremos que ensartar los tres camellos de los Reyes Magos y todos los camellos que traigan regalos a nuestras vidas, exceptuando aquellos que ustedes saben. Vale aclarar que ese acto de constricción es comprensible y si algo podría criticarse es que habría sido preferible que cada quien iluminara la Navidad a su imagen y semejanza.
Pero no, no es ése el espíritu del campo de tenis. ¿Por qué no? Porque nos está haciendo creer que el compromiso del programa electoral en ejecución es posible y no imposible, como la verdadera iluminación pública navideña. No sé si alguien se habrá dado cuenta de que la gente puede ser sensible a las dificultades y apoyar en ellas a sus gobiernos cuando se les habla claro. Moverse con subterfugios por temor a la impopularidad es lo impopular. En otras épocas, lejanas por suerte, la mujer le decía a su marido antes de salir para su fábrica textil que tendría cocido en la comida y no lo ilusionaba con un chuletón. Y eso no era motivo de divorcio sino todo lo contrario: la unidad en la necesidad crea valores.
En Béjar, según el programa del Partido Popular –presentado tan solo unos meses atrás y no en épocas de María Castaña--, los bejaranos pueden soñar no sólo con Rafa Nadal hospedado el Colón sino con el campo de fútbol con césped artificial, las piscinas climatizadas en Mario Emilio y las de La Cerrallana con su bar-restaurante, las pistas de atletismo con material sintético nuevecito, un campo de golf bien equipado, las reformas de mejora de todas las instalaciones deportivas de la ciudad, la señalización de las rutas en bici y su punto activo, las mejoras de los vestuarios y tribunas de las instalaciones deportivas y la buena vista que tendrá todo eso desde la vía ferrata o desde el trencito que nos llevará al Museo Textil.
Así, queridos amigos del progreso bejarano, tomen papel y lápiz y respóndanme: ¿Con qué culo se sienta la cucaracha? Y como Calderón ya entró a esta historia, aprovechemos su presencia para confirmar lo que se sabía en el siglo XVII: “…en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende”. ¿Y los sueños? Sueños son.
- Sabe usted que las cabeceras
hace 8 horas 3 mins - En la foto no veo
hace 8 horas 4 mins - Permítame que le corrija:
hace 9 horas 27 mins - No es lo mismo. En la frase
hace 9 horas 40 mins - Es costumbre de los
hace 13 horas 7 mins - Y no podrian hacer algo mas
hace 13 horas 54 mins - Me sumo a este comentario y
hace 14 horas 6 mins - En esta propaganda y saraos
hace 14 horas 42 mins - ¿Mañueco tiene todo ese
hace 1 día 1 hora - El Ayuntamiento se gastará
hace 1 día 8 horas
Como no va ha soñar quien no quiere ver la realidad.
Un familiar al llegar estas fechas nos regala todo aquello que añorábamos, fantaseando con nuestra nueva vida, de la que despertábamos cuando nos aclara que estaba sujeto a que le toque la lotería.
Seguimos soñando cada navidad con la posibilidad que nos dan los sueños, lo que nos cuesta más cada año por comprar más decimos, entendiendo que ello nos dará mas posibilidades de hacer realidad nuestras visiones.
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