Ramón Hernández y Paulino AlisedaRecibiendo la insignia de colegiadoEn un vino de convivencia de Fin de Año, celebrado en la tarde de ayer por los profesores y trabajadores de la Escuela de Ingenieros, se impuso la insignia de colegiado del Colegio de Ingenieros de Salamanca a Paulino Aliseda. En ese momento de confraternidad, fue Paulino el protagonista, a quien Ramón Hernández, en su condición de presidente del capítulo bejarano del COPITI (Colegio Oficial de Peritos e Ingenieros Técnicos Industriales), evocando el pasado de éste como deportista de las pistas, lo calificó de “corredor de fondo” en su camino por la vida.

Veinte años atrás, a Paulino Aliseda le quedaban sólo cinco asignaturas para graduarse en la Escuela de Ingenieros. El diagnóstico de una enfermedad crónica detuvo todos sus sueños: su carrera profesional y sus aptitudes para los deportes de campo y pista. Pero no lo detuvo a él. Con extraordinarios esfuerzos, durante dos décadas completas, logró aprobar las asignaturas pendientes y, con otro impulso adicional, concluyó su trabajo de grado, que resultó ser una suma de sueños: “Aplicaciones de materiales deportivos en la industria textil”.

Chavales. Foto de Paulino AlisedaHoy, con su insignia del Colegio de Ingenieros, Paulino Aliseda, es el mejor ejemplo de aquello que escribiera Hemingway en su disquisición sobre el hombre y la adversidad que fuera su novela El viejo y el mar: “El hombre no está hecho para la derrota”. No pudo ser derrotado. Nunca vencido y jamás desanimado. Tendríamos que dar gracias a Paulino este fin de año, ante el porvenir incierto que se cierne sobre los hombres honestos y sencillos, por servirnos de modelo de perseverancia y de fe, de carácter y resistencia ante el infortunio y por esa apuesta por la vida que hace de las nuestras un deseo insignificante.

Conservar el amor por el deporte y ponerlo en función de todos en el Casino Obrero y desde su propia página web “Musgoman”, dedicada a la promoción del atletismo bejarano, conservar las ideas sociales claras y luchar por ellas en sus artículos en la prensa y sus fotografías, conservar el don de la amistad y el buen humor, a pesar de todo, dice más que cualquier otra frase que nos repitamos para pretender afrontar otro nuevo año con la vaga ilusión de que podría ser mejor.

Los años no son mejores ni peores porque lo que nos digamos sino por lo que hagamos. Y Paulino Aliseda ya ha hecho lo que tal vez nosotros olvidemos por nuestra condición de corredores de distancias cortas. Habría que ver la vida en su tremenda dimensión, desde la oportunidad única e irrepetible de la que él tiene conciencia para aceptar, efectivamente, que no estamos hechos para la derrota y que cualquier victoria no es más que una actitud existencial.

En este 31 de diciembre de 2011, llegue hasta los lectores de Béjar.biz no una felicitación con palabras de augurios y esperanzas prendidas con alfileres, sino el sentimiento de corazón de que nuestro 2012 podría ser mejor si llegásemos a tener lo que a él le ha sobrado para darnos esa lección de vida.