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Paseos por la Arqueología de la Comarca de Béjar 6. El Cerro del Berrueco
Figura 1.- El Cerro del Berrueco desde el noroesteSeguramente, viniendo desde Madrid a Béjar, a medio camino entre El Puente del Congosto y Santibáñez te habrás fijado en un enorme promontorio granítico que se alza a la izquierda. Salta a la vista porque es como una gigantesca roca impasible que se alza en medio del encinar. Ese lugar es el Cerro del Berrueco, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de España. Ya en el para estas cosas remoto 1931, el Gobierno de la II República se dio cuenta de ello y lo declaró Monumento Histórico Artístico. Arqueólogos, gente amante de la historia de la naturaleza, lugareños de la zona y furtivos que han esquilmado sus restos durante años han sabido de su existencia. Estos últimos, en su afán de apropiarse de lo que es de todos, pero quieren sólo para sí mismos, han destruido muchas estructuras y se han llevado piezas importantes, privándonos de la posibilidad de saber más de un lugar tan apasionante.
El Cerro del Berrueco esta formado por dos cerros: El Berrueco, que es el más alto y el Berroquillo, un cerro nada pequeño que se le asocia por el este, pareciendo empequeñecido por el gran promontorio a su lado. Berrueco, que no es una palabra de origen latino, significa en castellano gran peñasco o grupo de ellos y es un topónimo bastante habitual asociado grandes cerros graníticos. Todo el conjunto corresponde a los términos municipales de Medinilla y, sobre todo, de El Tejado de Béjar.
Berrueco, que no es una palabra de origen latino, significa en castellano gran peñasco o grupo de ellos y es un topónimo bastante habitual asociado grandes cerros graníticos
Cualquiera que haya estado allí tomándose todo el tiempo posible para recorrerlo de arriba abajo, se habrá dado cuenta de que ese sitio tiene algo inexplicable que atrae. Más aún debió suceder en la antigüedad, porque nada menos que 7 culturas distintas lo eligieron para vivir. Si fuera un lugar al lado de un río, de tierras fértiles y agua abundante, podríamos decir que era esa la clave, pero allí ni hay buenas tierras ni fluye ningún río (el Tormes discurre a 3 Km al este). Lo único que hay por todas partes es un paisaje abrupto, salpicado de rocas de todos los tamaños, como si hubieran ido cayendo del cielo en bloques redondeados grandes y pequeños, todo ello en un ambiente inquietante que sirve, como pocos, para el esparcimiento, porque están unidos el paisaje espectacular y la historia remota. Figura 2.- Roquedal en el paisaje del Berrueco
Los lugares en los que vivieron, que para nosotros se llaman yacimientos, están distribuidos por la base del cerro y en lo alto del gran cerro. Cada hábitat representa los intereses de una cultura determinada en un tiempo concreto, siempre en términos de miles de años. De tal manera es esto así que podríamos realizar una visita al sitio y a lo largo de un día completo ir recorriendo la vida desde hace 14.000 años hasta el tiempo reciente. (Quizá podríamos organizar una excursión en primavera auspiciada por Béjar.biz para los lectores de esta sección).
La Dehesa, en el piedemonte sur del Berrueco, es el punto más antiguo conocido. Fue un pequeño cazadero del periodo magdaleniense, en el Paleolítico Superior, hacia el 12000 a.C. nada menos cuando ya la última glaciación tocaba a su fin. Cazadores de aquel tiempo, siguiendo a las grandes manadas, acechaban a sus presas cerca de un arroyo, dejando abandonadas las herramientas que desechaban para su trabajo. No avanzaremos más sobre este sitio, porque a él dedicaremos un capítulo de esta serie. Figura 3.- Zona del yacimiento de La Dehesa
Figura 4.- La Dehesa. Pequeñas herramientas de sílex
Al final de este periodo se dio una crisis climática importante, con un aumento de la aridez, abandonándose los antiguos lugares e iniciándose la vida en cerros con forma cónica o piramidal, como lo alto del Berroquillo. Eso sucedió entre el 2300 y el 1700 a.C.
En la ladera este del Berroquillo, en un lugar pedregoso y complicado conocido como La Mariselva, medio ocultos entre piedras, pero bien orientados de cara al sol, vivieron largo tiempo las gentes que habían aprendido a producir, que conocían la cerámica y el cobre, ya en Neolítico avanzado y durante la Edad del Cobre, es decir entre el 4000 y el 2300 a.C.
Figura 5.- La MariselvaSi visitas alguna vez La Mariselva advertirás como los lugares elegidos para la vida de alguna manera definen el primitivismo de sus habitantes. Al final de este periodo se dio una crisis climática importante, con un aumento de la aridez, abandonándose los antiguos lugares e iniciándose la vida en cerros con forma cónica o piramidal, como lo alto del Berroquillo. Eso sucedió entre el 2300 y el 1700 a.C., un tiempo enigmático donde se frecuentan, no sabemos con qué intención, cerros en forma de cono, tan vez atraídos por alguna simbología, que también atrajo a los egipcios.
Figura 6.- El Berroquillo
Si ya vivir en lo alto del Berroquillo era mucho, más difícil se lo pusieron a si mismos los que decidieron habitar en lo alto del Berrueco, que se alza en 350 m sobre el entorno circundante, con una pendiente de ascenso nada menos que del 36 %. En lo alto del todo hay una meseta y varios replanos salpicados de rocas que llaman Cancho Enamorado. Allí vivieron al final de la Edad del Bronce, durante la significativa cultura de Cogotas I, entre el 1700 y el 1000 a.C. Es preciso subir hasta allí arriba (notando lo que cuesta ascender sin camino alguno de acceso), apreciar el carácter de atalaya que el lugar tiene para un extenso territorio o recrear mentalmente el invierno allí arriba, para hacerse una idea de lo que pudo llevar a un determinado grupo de personas a habitar en el sitio.
La clave debe estar en los tiempos que corrían, donde la guerra (se ve por la presencia de espadas y lanzas de bronce) pudo ser un elemento clave entre los pueblos y donde las jerarquías sociales empezaron a manifestarse de un modo más sólido. Posiblemente para el contexto político social del momento, vivir a esa altura o frecuentar su estancia, tenía un significado de peso, que ahora se investiga con excavaciones científicas. Figura 7.- El Berrueco, atalaya en el paisaje
Lo debía tener, puesto que sabemos que la forma de habitación más frecuente era en sitios llanos al lado de los ríos. La menor frecuencia de hábitat en sitios tan imponentes, hace pensar en su diferencia. Hay un detalle en ese lugar al que las investigaciones no pierden de vista: en el punto más alto hubo una ermita dedicada a San Cristóbal, que pereció por un rayo en los años 40 del siglo XX. La arqueología ha demostrado en numerosísimas ocasiones que los sitios considerados sagrados desde tiempo inmemorial van siendo sustituidos y santificados por templos acordes con la religión de cada momento. Se produce así la reutilización religiosa de un lugar suplantándose unas religiones a otras. No sería extraño pensar que la que fue ermita de San Cristóbal, antes fue un lugar de culto ancestral correspondiente a otras formas religiosas que fueron reemplazadas por el cristianismo. Sobre todo lo pensamos cuando en las excavaciones en una explanada inmediatamente debajo de la roca donde estuvo la ermita, se han hallado restos de cráneos humanos, muy posiblemente relacionados con rituales.
En la fase siguiente, a principios de la Edad del Hierro, entre el 1000 y el 900 a.C. dejan lo alto de Cancho Enamorado y se instalan al pie de la ladera norte, en una especie de meseta algo elevada sobre el entorno que se conoce como Santa Lucía o Las Paredejas, topónimo que podría aludir a la presencia de muros debajo de la tierra detectados por los campesinos de Medinilla al cultivar. Si en la etapa de Cancho Enamorado se veía que a estas tierras, como a toda la península Ibérica, empezaban a llegar influencias decisivas procedentes del Mediterráneo y de la costa atlántica en forma de armas y objetos exóticos que adquirían las clases altas, ahora en las gentes que habitaron Las Paredejas, se ve con claridad como esos contactos son más frecuentes y decisivos.Figura 8.- Cabeza de un caballo de bronce de Las Paredejas (Museo de Salamanca)
La Vía de la Plata es la consagración por parte de la civilización romana de un camino antiquísimo que durante miles de años había comunicado al suroeste con el noreste
De alguna manera entra la civilización por aquí, sobre todo a partir de lo que gentes tan avanzadas como los fenicios y los griegos aportan a Iberia. Aunque aprenden más y mejor los que vivían en la zona de Levante y Andalucía, hasta aquí llegan también las modernidades, aunque disminuidas. Objetos exóticos fabricados en Fenicia, como frascos de perfume en vidrio, imperdibles, joyas o diosas de la fecundidad como la también fenicia Astarté, llegan hasta las Paredejas a través del comercio que fluye por la vía de comunicación que luego sería la Vía de la Plata. (La Vía de la Plata es la consagración por parte de la civilización romana de un camino antiquísimo que durante miles de años había comunicado al suroeste con el noreste). Eso se vive en Las Paredejas entre el 1000-900 a.C. y el 500 a.C. Asentados allí, un buen día alguien les enseñaría también a fundir el hierro, con lo que eso significó de transformación.Figura 9.- Diosa oriental Astarté procedente de algún lugar del Cerro del Berrueco
A partir del 500-400 a.C. serán ya el pueblo vettón que los romanos conocerán cuando irrumpan en la península Ibérica y la vayan conquistado poco a poco hasta que en el siglo I a.C. sea toda suya. En las Paredejas se vivió el trascendental momento de la conquista y un poco antes, en el 220 a.C., la campaña a tierras de la Meseta del cartaginés Aníbal para aprovisionarse, entre otras cosas, de cereal y así poder hacer frente a la campaña contra los romanos que iba a llevar a cabo. Cuando vamos a estos lugares y los encontramos como un campo sin más, como si toda la vida hubiera sido así, hay que sentarse un rato a pensar en lo que pasó de verdad allí y en lo que sabemos de ellos. Cuando sabemos algo tan nítido históricamente y con tantos detalles como los avatares de la conquista romana o la presencia de todo un Aníbal enfrentándose a los vettones, hay que disfrutar de la reflexión y de la recreación de los hechos y las circunstancias que han tenido lugar en ese lugar donde estemos, que fue y ya no es. Tal vez tipos como Viriato estuvieron alguna vez en estos lugares, puesto que vettones y lusitanos fueron siempre aliados contra los romanos en las guerras celtibero-lusitanas (155-133 a.C), que terminan con el sometimiento de ambos.
Hay otro lugar en la base del Berrueco, pero en la zona sureste, que conoció también la conquista romana. Lo llaman los Tejares porque los campesinos al arar encontraban los trozos de las vasijas desechadas por los habitantes del sitio, identificándolos con tejas. Los Tejares no sólo conocieron la conquista romana sino también los tiempos que les siguieron, posiblemente hasta finales del siglo I a.C. De ese tiempo sabemos que César, vencedor de la guerra civil contra Pompeyo, expulsó a los aliados de su rival de los sitios donde habían resistido. Los vettones habían ayudado a Pompeyo y por tanto fueron perdedores. Las derrotas entonces daban el privilegio a los vencedores del saqueo y algo más. Algo de esto debió temer uno de los habitantes de Los Tejares porque escondió toda su fortuna, que eran unas doscientas monedas de plata y bronce para que no se las quitaran. Como no las recuperó hay que temerse lo peor y con ello que las tropas de César llevaran cabo desmanes contra quienes no habían estado de su lado.
No puede evaluarse el expolio, pero ha sido importante. Siempre que esto sucede en un lugar cuyo Patrimonio es de todos, perdemos testimonios para interpretar nuestra historia
Ese importante hallazgo se produjo por casualidad a principios del siglo XX. Una gran parte de las monedas fueron vendidas a diversos coleccionistas desapareciendo toda posibilidad de sacar provecho científico de ellas. Figura 10.- Verraco de piedra procedente de Las Paredejas (Cerro del Berrueco)
Después de aquello los asentamientos estuvieron a más distancia del monumental cerro. Hispano-romanos y visigodos se alejaron un tanto de él, posiblemente buscando las tierras del cultivo más cercanas al Tormes. Desde ese momento el Cerro del Berrueco se dedicó a dormitar con el estómago lleno de Historia. Los campesinos de Medinilla y El Tejado no cesaron de hallar restos con la remoción del suelo, lo cual a partir de finales del siglo XIX provocó un fenómeno que ha dañado enormemente a un lugar de tanta importancia. Anticuarios de la zona se ocupaban de intermediar con otros anticuarios de más altura. A su vez el lugar empezó a llamar la atención a coleccionistas y furtivos de distinto nivel. No puede evaluarse el expolio, pero ha sido importante. Siempre que esto sucede en un lugar cuyo Patrimonio es de todos, perdemos testimonios para interpretar nuestra historia. Y lo perdemos por el objeto que se llevan y la información que en sí mismo contiene (su procedencia, con todo lo que eso indica, por ejemplo). Se pierde también la posibilidad de estudiarlo en el contexto en que estaba, algo muy importante para interpretarlo correctamente. Si nuestra casa fuera un yacimiento arqueológico y alguien robara puntualmente los dos ordenadores que tengamos, cuando un arqueólogo nos excavara, pensaría que en esa casa no se estaba a la última o incluso podría pensar que era más antigua de lo que es, quizá creyendo que al no haber ordenadores correspondía al tiempo en que estos e Internet con ellos no se habían popularizado. Pero aún queda mucho por investigar en el Cerro del Berrueco, si entre todos logramos parar con nuestra responsabilidad los expolios.
Contacto con el autor: jfranciscofabian@gmail.com
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Fabián, gracias de nuevo por estas cosas tan interesantes que nos cuentas y por utilizar el lenguaje que utilizas para explicarlo. Nos pones los dientes largos. Si haces esto sin cobrar (no sé si te pagan)mereces todo nuestro reconocimiento, porque en el mundo que vivimos parece que nadie trabaja por la cara. Sería interesante la excursión que propones (¿puede ir alguien de 63 años?, anímame por favor), pero antes sigue contándonos pero hazlo más a menudo, toda la historia que se encierra en ese sitio que tantas veces yo he visto como un lugar singular cuando pasaba por la carretra e incluso yendo a cazar hace muchos años.
Aloque
Muy interesante la propuesta de realizar una excursión al lugar para comprender mejor lo que cuenta Fabián. Esta serie sobre arqueología está resultando apasionante. Bejar.biz podría articular la convocatoria para la primavera. Me apunto.
Fabián, no dejes de denunciar el furtivismo y el expolio, como bien haces casi en cada artículo. En la ola del poco amor por lo público que nos invade, todavía la sociedad no se ha dado cuenta suficientemente de cual es lo de todos y cómo lo debe defender. El pasado es nuesta memoria colectiva. Como te oí decir una vez en una conferencia en el Casino Obrero, el Patrimonio y la historia colectiva es como una mochila que todos llevamos adosada a nosotros inseparablemente. Que alguien se adueñe de lo de todos y se lo lleve a su casa y nos prive de su significdo y de lo que nos pueda aportar, me parece algo terrible e irresponsable. Esos furtivos que dices que han expoliado el Berrueco merecen todo nuestro desprecio, aunque seguro que eso les importa un bledo. Gracias Fabián por estos artículos que muchos esperamos con emoción.
Manuel C.
El Tejado nunca ha sido de Béjar , por lo tanto está de más lo "de Béjar".
Observo que ya se ha hecho costumbre caer en el mismo error.
Para situarlo en la geografía española, existen pueblos que hay que especificar más y dado que el partido judicial al que pertenece es de Béjar, no creo que sea malo el que se nombre como, El Tejado de Béjar. Pero de seguir el constante descenso de población, dentro de no muchos años, ni siquiera se podrá llamar a sí mismo, ya que desaparecerá del mapa.
Nunca los distintos gobiernos han hecho nada por parar esa contínua despoblación de los pequeños pueblos y así nos va. Por ejemplo, el Tejado tiene prácticamente todas sus tierras, tanto de secano como de regadío, improductivas y sin embargo, el ministro de trabajo está creando paro y más paro, en vez de ver la forma de poder llevar familias a tantas y tantas zonas rurales que están en la misma situación que el Tejado. Es de pena.
Pero pertenece al partido judicial de Béjar. Por lo tanto es correcto la denominación de El Tejado de Béjar. De seguir perdiendo poblacion, dentro de no muchos años, ya no sólo no será de Béjar, sino, ni siquiera de sí mismo. Pero los distintos gobiernos no han hecho nunca nada para tratar de parar esa constante pérdida de población. Qué pena.
Después de leer este interesante trabajo sobre el Cerro del Berrueco, siento la necesidad de releer en el nº56-diciembre-1985 de La Revista de Arqueología,
un magnífico artículo a 12 páginas titulado: "El Cerro del Berrueco. Casi diez mil años de habitación ininterrumpida."
Cual no será mi sorpresa, cuando descubro que el autor de tan magno artículo es J. Francisco Fabián.
Es un privilegio que Béjar disponga de tan alta autoridad en el campo arqueológico.
En dicho artículo, hace varias referencias al yacimiento del Chorrito en Valdesangil y al túmulo del
Torrión en las cercanías de El Berrueco. Le quedaría muy agradecido, si pudiese indicar las coordenadas GPS de dichos enclaves, con el fin de poder visitarlos. Sólo me resta, felicitarle y encomiarle a seguir con tan extraordinaria labor de divulgación y estudio.
Hola Fabian,
En principio unas aclaraciones sobre EL Cerro del Berrueco.
Se compone de tres montes :
- La Atalaya, el Berroquillo y el Berrueco.
Pertenecen a tres municipios que son :
- Medinilla (Ávila), El Puente y El Tejado (Salamanca)
Solo agradecerte tu artículo,
Un saludo Jose.
Uno más interesadísimo en la idea de una excursión al yacimiento. Actualmente estudio Geografía e Historia en la UNED y estoy ávido de conocer más sobre el devenir histórico de nuestra comarca. Un saludo y gracias por la serie de artículos.
¿Hay algún sitio online donde poder consultar el artículo a 12 páginas, al que se hace referencia en un comentario, titulado: "El Cerro del Berrueco. Casi diez mil años de habitación ininterrumpida."? Me sería de gran interés poder leerlo con detalle para ampliar conocimientos sobre tan importante yacimiento arqueológico. Muchas gracias.
Muchas gracias. En dos días más menos podréis consultarlo y descargarlo en esta página web: www.jfranciscofabian.com
http://jfranciscofabian.com/pdf/Cerro_del_Berrueco_1985.pdf
Es muy muy interesante. Enhorabuena Fabián. Yo también he intentado leer el artículo que se ha citado, de la revista 56 de 1985, sin éxito.
Muchas gracias. En dos días más menos podréis consultarlo y descargarlo en esta página web: www.jfranciscofabian.com
Este es el enlace: http://jfranciscofabian.com/pdf/Cerro_del_Berrueco_1985.pdf
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