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La palma de Fortune
También llamada Palma de molino de viento (traducción literal de su nombre chino), Palmito elevado, Palmito de pie (por su semejanza con el verdadero palmito), Palma excelsa y Palma de jardín.
Podríamos pensar al verla en nuestros jardines bejaranos que se trata de uno de esos exotismos tropicales forzado a vivir fuera de su ambiente natural. Efectivamente, algunas de las áreas en las que el Trachycarpus fortunei (Hook.) H.Wendl. vive de forma natural son tropicales, pero al ser una especie montana que se encuentra hasta en los 2.700 m. de altitud, los fríos de Castilla no le resultan rigurosos. Su amplia zona de origen se extiende desde las montañas de la provincia central china de Hubei hacia las del sur de este país, hasta llegar a las del norte de Myanmar.
Es una especie cultivada desde muy antiguo en China y Japón para obtener una fibra, con la que se hacían cuerdas, sandalias, sacos y cestos muy resistentes, y también como planta ornamental. Fue en una isla de China donde la vio cultivada y citó por primera vez un europeo, el botánico y explorador escocés Robert Fortune (1812 -1880), más conocido por ser el que introdujo el cultivo del té en la India y Ceilán, rompiendo con ello el monopolio que hasta ese momento ostentaba China. A Fortune está dedicado el nombre de la especie, fortunei. El nombre genérico, Trachycarpus, se deriva de la palabra griega "trachys", rudo o áspero, y "karpós", fruto; es decir, de frutos ásperos.
Aunque Robert Fortune introdujo 120 especies asiáticas como ornamentales en Europa, por ejemplo las azaleas, no fue el que trajo nuestra palma. Esto lo hizo en 1830 otro personaje muy curioso: el doctor Philipp von Siebold (1796 - 1866), médico, naturalista y militar de origen alemán, que trabajó y viajó para compañías holandesas.
Siendo joven, von Siebold quedó deslumbrado por las hazañas de Alexander von Humboldt y decidió partir hacia oriente. Llegó a Japón como médico de la colonia europea en 1823, donde poco a poco se fue ganando la confianza de los lugareños, consiguiendo hacerse con una clientela local y fundar una escuela de estudios médicos en un momento en el que Japón estaba cerrado a los extranjeros y sus movimientos por el país casi prohibidos. Por la creación de esta escuela médica, se le considera la primera persona que practicó y dio a conocer la medicina occidental en Oriente.
Les voy a contar otro hecho de la vida de von Siebold que también me parece interesante aunque no tenga nada que ver con la palma de Fortune. Durante esos años japoneses, tuvo una hija de nombre Kusumoto Ine (1827 – 1903) a quién animó a estudiar medicina. Ine no sólo realizó los estudios sino que posteriormente también ejerció la medicina, convirtiéndose en la primera mujer médico(ginecóloga de práctica occidental)de Japón.
El doctor von Siebold, además, encontró tiempo para el estudio de la flora y fauna de ese país. Hizo numerosos envíos a Europa del material que fue recopilando y recibiendo de sus colaboradores durante esos años, ¡ni más ni menos que 12.000 muestras!, entre ellas algunos ejemplares de la palma de Fortune, de la que estamos hablando. Todas las especies vegetales recolectadas quedaron depositadas, después de diversos avatares, en el jardín botánico de Leiden en Holanda, en donde se reprodujeron y desde donde se dispersaron con el tiempo al resto de los países europeos.
Me gustaría pensar que a partir de ahora, cuando ustedes pasen por el pequeño jardín de la Puerta de la Villa, contemplarán con más detenimiento y deleite los dos ancianos ejemplares de palma de Fortune que allí crecen y, quizás, hasta les inspiren partir a lo “lejano”, que ya no lo es tanto como cuando fueron los científicos-aventureros que nos trajeron tantas novedades, provocando una auténtica "moda oriental" en Europa que se manifestó en todos los campos.
La palma de Fortune se utiliza en alineaciones, plantada en grupos o como ejemplares aislados.
Es la palma que soporta las temperaturas más bajas y más altas. Aguanta fácilmente los –15º C y los 35º C. En 1993 quedó el registro más bajo de su resistencia a unas heladas, –27º C, y en cuanto a temperaturas altas, hay registros de resistencia a 43º C.
El palmito elevado crece en terrenos poco fértiles, siempre que no sean arcillosos o poco compactos. Puede situarse a pleno sol incluso desde joven, aunque también se adapta a media sombra.
Descripción:
La palma de Fortune se caracteriza por un estípite (tronco) único, sin ramas y sin vástagos en su base. Normalmente, suele alcanzar entre 10-15 m de altura y de 20 a 30 cm de diámetro. Estas medidas máximas tarda en tenerlas más de 50 años porque es una palmera de crecimiento lento. La base del tronco suele ser más delgada que la parte superior.
En el tronco se aprecian fácilmente los restos de las bases de las hojas antiguas y también se observa otro elemento que les servirá para identificar la palma de Fortune. Verán que todo el tronco tiene unas fibrosidades obscuras muy abundantes que lo recubren totalmente, como si fuera una barba muy cerrada, si no ha llegado un barbero con la navaja que se las haya afeitado, dejando al descubierto un tronco grisáceo con las marcas de unos anillos.
Sólo la palma de Fortune y el palmito tienen un tronco de este tipo, aunque el palmito de forma natural no alcanza la altura del Trachycarpus y crece en grupos.
Las hojas se sitúan en un abundante penacho al final del tronco, son de color verde obscuro, brillante por su haz y más claro y ceniciento por el envés.
Son muy grandes y tienen una forma muy característica, palmeadas y redondeadas, como los abanicos chinos, llegan a tener hasta 1,20 m de diámetro y 1,40 m de largo con el pecíolo.
El limbo de la hoja (su superficie) está dividido desde el extremo más exterior hacia la base en unos treinta segmentos que son erectos o ligeramente curvados en su punta.
El pecíolo de la hoja tiene entre 65-90 cm. de longitud con la base cubierta de barbas.
Además del tronco “barbudo”, el pecíolo es el segundo elemento que les va a servir para saber, sin ninguna duda, si están viendo un Trachycarpus joven o un palmito porque los márgenes, los bordes, del pecíolo del palmito tienen unas espinas que les pincharán bien pinchados si lo agarran; mientras que el pecíolo de la palma de Fortune no tiene espinas, si acaso, unos dientecitos muy finos.
La palma de Fortune florece en primavera. Las flores son pequeñas, de color amarillo, con un perfume suave, están reunidas en unas inflorescencias en forma de racimos muy llamativos.
Los frutos, también pequeños, son esféricos o arriñonados de 1,2 cm. de longitud, de color verde en un principio y negro azulado al madurar, no son comestibles.
Importante para el concurso:
La palma de Fortune, llegada de tierras lejanas, va a ser el número 5 de nuestro concurso.
Recuerden:
Palmera de tronco único, más delgado por la base y recubierto de fibras obscuras. Hojas palmeadas, con el borde del pecíolo finamente dentado o sin dientes. Inflorescencias densas, amarillas, frutos pequeños de color negro azulado.
Con esta palmera hemos terminado la descripción de las 10 especies que van a entrar en el concurso. En las próximas semanas, publicaremos los planos de los parques bejaranos con los cuadritos en donde ustedes deben poner el número que corresponde a cada una de ellas. También les informaremos de a dónde tienen que enviarnos sus planos ya rellenos y en qué plazo. ¡Suerte lectores!.
Quisiera dejar constancia de que he tomado "prestadas" numerosas fotografías de varias páginas web durante la publicación de estos artículos y supongo que lo seguiré haciendo para los próximos. Por haberme resultado más valiosas, quisiera nombrar la del proyecto de la Flora española ornamental de la Asociación de Jardines Públicos y la de la flora mediterránea que realizan varias universidades españolas de las ciudades ribereñas, como la UIB, la UB, UPV. A todos ellos mi agradecimiento. La zarzamora.
- Es que se empeña usted en
hace 17 horas 47 mins - Solo pensar en ti me da
hace 19 horas 8 mins - Como cada año por estas
hace 23 horas 53 mins - Pues señor José
hace 1 día 49 mins - De haber una "idea genial"
hace 1 día 51 mins - Hablando de ideas geniales,
hace 1 día 5 horas - Lo de que tenga "que ser
hace 1 día 23 horas - El problema son los tontos
hace 2 días 1 hora - "Pero déjenme que pida más
hace 2 días 17 horas - Genial como siempre querido
hace 2 días 21 horas
Delicioso. La próxima vez que suba por la Puerta de la Villa seguro que me acordaré de Ine Kusumoto. Para redondear la jugada solo faltaría que algún inversor se decidiera a reabrir el Comercio
Mi enhorabuena Zarzamora, esto es instruir deleitando. Un saludo
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