“La falsedad tiene alas y vuela, y la verdad la sigue arrastrándose, de modo que cuando las gentes se dan cuenta del engaño ya es demasiado tarde”.

Miguel de Cervantes

Cualquiera que haya llegado a Béjar en días pasados o que residiera en Béjar y no hubiese salido de su casa en algún tiempo, se maravillaría con la febril actividad restauradora del Ayuntamiento. Y la ciudad, con las señales de tráfico recién pintadas y las vallas en el pavimento protegiendo las mejoras hechas, le parecería una “tacita de oro”. Y supondría que sus gobernantes, los artífices de tales obras, merecerían perpetuarse en el poder.

Exactamente eso es los que han querido expresar esas obras de fin de legislatura: que el gobierno local es de una eficiencia y tiene un concepto del progreso, el bienestar y de las necesidades de la ciudadanía, que merece continuar, per secula seculorum, en el poder por encima del poder que otorga la mayoría absoluta. Esa estrategia viene de antiguo y ya era el sostén de Egipto varios miles de años atrás.

Se puede decir más alto, pero no más claro: las obras e inauguraciones del Partido Popular, ubicadas en el tiempo adecuado para que nadie lo olvide a la hora de votar, está siendo el eje de su campaña electoral, lo que es un método oportunista y manipulador que no se puede apreciar como finalidad y deber de una administración local sino como una artimaña electoral. Como lo fuera la presentación de la candidatura del PP, cuando se citó a la prensa para hacerle la foto... en el Museo Textil. No en el lugar donde se presentó sino el Museo Textil. Los mensajes subliminales a veces son más elocuentes que los que no lo son. Si en épocas de la pirámide de Keops hubiese existido la fotografía, ahora tendríamos el testimonio gráfico de la razón por la cual se construyó: el Faraón y sus acólitos sonrientes ante la obra del siglo, algo que nada más que un Hijo de RA podría levantar.

Lo hecho, hasta lo hecho por gusto, podría pasar como una muestra de lo que tiene que hacer un Ayuntamiento; pero la forma en que se ha realizado ha estado tan falta de sutilezas que salta a la vista que el verdadero propósito ha sido, a todas luces, la puesta en escena de una oportuna pieza teatral. Y todo aquel que tenga cabeza para pensar llegará a la conclusión de que aquellos que no tienen escrúpulos para fabricar un espejismo jugando con la sicología de las masas, no tienen nada que hacer representado a los ciudadanos.

Este repudiable asunto habla a las claras, tal vez no sólo del PP de Béjar sino también sus niveles superiores al sacar de debajo de la manga una subvención para contratar trabajadores a un paso de las elecciones y ponerlos a hacer campaña electoral en las calles. Y, de paso, reducir, aunque sea hasta las elecciones, la elevada tasa de paro. ¡Carambola!

La política suele apoyarse en promesas y argumentos a su favor, reales o falsos; pero hacerlo como si los vecinos de esta ciudad en peligro de extinción fueran unos egipcios de la época faraónica es un pecado de soberbia; para no decir de Faraón, de hijo del dios RA. El engreimiento y la democracia se oponen por el vértice.

Glosario: Oportunista. Se aplica a la persona que quiere aprovechar al máximo las oportunidades y que para ello no duda en anteponer su beneficio a cualquier otro principio o actitud.