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Las obras de la Calle Mayor y el comercio bejarano
Nadie recuerda el tiempo que duraron las obras de peatonalización de la Calle Mayor. No hace tanto, pero no es algo que sea imprescindible portar en la memoria. Ahora que los retrasos en la Plaza Mayor y la Antigua causan severos trastornos a los vecinos, algunos intentan hacer comparaciones que no proceden entre aquellas y éstas. Sin embargo, hemos puesto oído a lo que comentan los comerciantes y suponemos que no es ocioso trasladar a los lectores la memoria de quienes padecieron unas obras que tenían el fin de rehabilitar la arteria comercial de la ciudad y terminaron causándole un severo daño.
El tramo de Sánchez Ocaña, sobre todo, por estar en el sector central de la Calle Mayor, fue el que más padeció. No estamos hablando de padecimientos e incomodidades a los vecinos –aunque también los hubo y no pocos— nos estamos refiriendo a comercios al borde la ruina por las calles levantadas, sin acceso de los transportes de suministros y sin acceso para los clientes. “Fue durísimo –nos dice el dueño de uno de los comercios--. Nos abandonaron. Las obras frente al negocio duraron más de un año, pero la calle estuvo cerrada o parcialmente cerrada unos cinco años, si no fueron siete”.
Otro de los entrevistados expresó que el proyecto no era malo, pero que se hizo otra cosa y el resultado influyó notablemente en la decadencia de los comercios, sobre todo a partir de la altura del Murallón hasta la Plaza Mayor. A la pregunta de a qué se debió esa influencia negativa nos respondió: “Esto es una zona comercial y no se tuvo en cuenta el tiempo de las obras, que fue el suficiente para arruinarnos. Una vez terminadas no había aparcamientos ni los aparcamientos alternativos previstos. El comecio en Sánchez Ocaña perdió hasta su valor. ¿Sabe usted que los locales en este sector son más baratos?”
Lo cierto es que los comerciantes dan por perdido el comercio en la zona, lo que obviamente no se debe solamente a la peatonalización de la Calle Mayor; pero, según estiman los que padecieron sus efectos, hubo una total indolencia por parte del Ayuntamiento y fueron unas obras que tardaron tanto debido a la forma en que se trabajó: lento y mal. Incluso, recuerdan la anécdota de que el dueño de la Hospedería Real tuvo que contratar a sus propios operarios para que le quedara bien la calle frente al hotel.
“Los tuvimos trabajando frente a nosotros mucho tiempo y como no tenía nadie a quien vender, me dediqué a contar las piedras que colocaban en el día y era una vergüenza lo que tardaban”, afirmó una empleada.
En realidad, hablamos mucho más; pero no es necesario abundar en detalles; quizás, tan sólo añadir lo que alguien nos dijo y que lamentamos recoger demasiado tarde: “No creo que fueran necesarias aquellas obras, porque eran completamente cosméticas. Ahora la calle está muy bonita. Sólo la calle, porque más de la mitad de los comercios han cerrado y a los demás les queda muy poco. Cualquiera hace una calle peatonal, pero solamente un buen gobierno puede evitar la ruina del comercio de una ciudad”.
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Me encantan estos razonamientos del tipo "estos lo están haciendo mal, pero los otros lo hacían peor". Muy constructivos, sí señor. Así nos va.
Despues de los hechos ocurridos con las riadas en distintas zonas de este país y el extranjero, lo pasado pasado esta, pero habrá que sacar conclusiones de lo ocurrido, para tratar de que no se repetita
No es de recibo que quienes actuaron en la C/ Mayor, de esa forma irresponsable, traten de sacar réditos politicos, a otros que estan haciendo lo mismo. La irresponsabilidad se puede dar por distintos motivos, como son; ineptitud, dejadez, e interéses espúreos, por contratar, no al mas idóneo, sino a quien interesaba por otros motivos. Un inútil, no justifica a otro.
Parece ser que las historias del abuelo Cebolleta lo mismo sirven para un roto que para un descosido.Y ahora que la llamada memoria histórica nos permite manipular a ésta,no sentimos el menor reparo al hacerlo;eso sí,siempre con la correspondiente dosis de demagogia.
Vamos a ver,si de valorar aciertos y errores de anteriores alcaldes se trata,podríamos hacer un detallado balance que sería tan inútil como absurdo.Desde D.Ramón Olleros,Angel Izard,Pedro Carbajo,Belén Cela,Angel Gil,Alejo Riñones..,todos ellos no son otra cosa que parte de nuestra historia.Y sus errores sólo deberían servir para no repetirlos.Pero claro está que cuando no existen argumentos para defender lo indefendible,recurrimos a la pataleta,la demagogia,lo que haga falta, y decimos aquello de que otros lo hacían peor.Y si nos servimos de los testimonios de algunos tenderos resentidos y de otros engañados con falsas promesas,entonces podremos escribir un alegato Ciprianero,que podría quedarnos muy mono,aunque indigerible,sin duda.
Servaldo Orense.
P.D.:¿las fotos también son de la época de Alejo?
Angel Blázquez es el nombre de quien denominas Angel Gil.
Ante los razonamientos, salen como un muelle los acólitos de unos y otros, no para intentar llegar a solucionar lo que interesa a la ciudad y sus ciudadanos, no, defienden sus siglas y colores, seria bueno saber por que lo hacen.
Los comerciantes de la Calle Colon de Béjar, padecimos y sufrimos tremendos retrasos y molestias en las obras de asfaltado, saneamiento y alcantarillado realizadas, dejandonos incomunicados durante más de un Año.
Tras terminar dichas obras con las primeras tormentas veraniegas sufrimos unas graves inundaciones debido a que los desagües eran insuficientes y estaban mal calculados.
A ninguno se nos ocurrió pedirle ningun tipo de indemnizacion ni recompensa por los daños sufridos a la corporacion municipal gobernada por ALEJO RIÑONES.
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