-Va lentina, va lentina, más que las obras de la Plaza Mayor -y se ríen de mí en mis narices.
Arrastro mi enfado con el mundo por toda la casa, que tardo siglos en llegar de un sitio a otro y cada día tengo más agujetas y peor humor. Desde que me vio el doctor y recetó encarcelamiento por otro par de semanas, enseño mis fauces feroces como una fiera marcada.
-Este tipo de lesiones son complicadas de recuperar, la clave está en hacer reposo, mucho reposo -dijo el buen señor.
¡Y tanto, estoy casi como una foca!!!!! Y es real la comparación, que ahora tengo la imagen bien definida por los documentales que me trago de continuo en la televisión.
Mantengo el enramado de laurel amarradito a mi respaldo, pero lo tiraré al carajo, total de lo que ha servido!!!!!!

Me dejó tan buen sabor de boca el señor Ventura Lirios, que me salto el protocolo de ordenación de libros y voy a enfrascarme de nuevo en otro tiempo:
“El bosque y las Villas de Recreo en el Renacimiento”,
Actas de las Jornadas.
Domínguez Garrido,U./Muñoz Domínguez,J., Coordinadores.
Béjar, 16 y 17 de Septiembre de 1993

Hay prólogo de los anteriormente citados y Presentación de las Jornadas a cargo de José María Ballester.

La tarde la paso saltando de conferencia en conferencia, hasta que llego a

Aquí haré larga parada, reposo, por recomendación del médico.
Esto de los monstruos, lo tengo tan cerca, que empiezo a sentir una tendencia casi enfermiza hacia ellos, miedo me doy. Risudos y felizotes ¡qué lejos están de convertirse en arquitectura o jardinera! AY!!!!!! Incluso me sonreiría más la suerte si los convirtiera en piedras.
Temo que no sucederá.

Ah, pero me envuelve el recuerdo grato del Bosque de Béjar y las visitas de domingo con la tortilla a cuestas:

“Ogni pensiero vola”

“Ese cambio de mentalidad que se estaba produciendo en la Europa del siglo XVI, y que entre otras cosas se manifiesta en la eclosión del Humanismo y en el esplendor artístico, es el que va a posibilitar proyectos como los de Vicinio Orsini y el Duque de Béjar, tan alejados en el espacio y tan próximos en el espíritu. El ideal caballeresco antaño vigente declinaba entre una nobleza que emigraba de la ciudad en busca de la Corte y el favor real. Pero tanto entre estos cortesanos que han hecho edificar sus palacios en las plazas de las urbes, como entre los señores provincianos aferrados a sus haciendas vinculadas hay un descubrimiento de los valores naturales”.

Tengo mi particular “Osini”, el héroe con un espectacular sentido del arte, más allá del segundo renacimiento. Y si alguien duda, admiren el riesgo de sus avatares, la increíble eclosión del Humanismo que reflejan sus fotografías y el descubrimiento de los valores naturales en cada exposición.

Me encanta transportarme en las frondosidades del tiempo, y perderme de su vista, utilizar palabrejas raras y jugar a laberintos.
Seguiré disfrutando del contenido estricto del interior del lomo. Sentada por otra temporada.

Valentina