BienvenidosDuracion 45 min
Dificultad. no la tiene
Estación: todo el año

Valdesangil es una joya que está al lado de Béjar. Los bejaranos tenemos la inmensa suerte de disfrutarla casi en exclusiva, porque es muy desconocida. Desde allí salen unos paseos magníficos; casi siempre estarás solo. Unos emprendedores ha puesto una casa Rural, que se llama La Escuela y está muy bien. Se encuentra a la entrada del pueblo y tiene una vista estupenda.

El paseo que describimos hoy para nuestra audiencia, que sabemos está ahí y que nos sigue semana a semana parte de la plaza de Valdesangil. Valdesangil tiene tres calles principales: la carretera de entrada desde Béjar, la calle de abajo y la calle de arriba. Forman una especie de trébol. En la procesion de la Virgen de agosto, por ejemplo, sale la imagen de la iglesia, primero va por la calle de arriba, luego por la de abajo y luego por la de Béjar, regresando en las tres ocasiones a la iglesia, que está en el centro del trébol. Cuando se llega al final de cada calle, la cabecera de la procesión da media vuelta y se vuelve a poner delante de la imagen, que le cede el paso. La banda de música, que está al final, se para, se abre para que pase por el centro la cabecera y la imagen con los curas y autoridades y luego se pone detrás.

Valdesangil es un "fondo de saco". Por la carretera de acceso solo se llega a Valdesangil. A veces llega algún despistado, como por ejemplo este verano, cuando apareció por la carretera un trailer inmenso de dos cuerpos, conducido por un camionero polaco.

El polaco, que solo hablaba su idioma se despistó y al llegar al pueblo se detuvo, porque ya no podía continuar. En ese momento aparecieron numerosos vecinos, que le explicaban al polaco que no se podía seguir. Todo ello por gestos, claro está, porque el polaco no entendia nada. Tenía una cara mitad estupor y mitad terror, cuando se dirigian a él varias personas dando gritos, en castellano y todos a la vez. En fin que fue un número. El polaco intentó dar la vuelta al camión a la entrada del pueblo, justo en la cruz, sin éxito, porque no había sitio. En un momento de desconcierto general nadie sabía ya que hacer, hasta que uno de los vecinos con gestos le dijo que le siguiera hasta el centro del pueblo.

En un acto de fe, el polaco le siguió, quizás porque todos los demás vecinos se callaron, ya que entendieron que esa pordría ser la única solución para dar la vuelta, lo que consiguió en la plaza del pueblo, al lado de la iglesia. En fin, que Valdesnagil tiene mucha tela que cortar.

A lo que íbamos, el paseo sale desde la plaza del pueblo, por la calle de arriba. Por la misma se puede ver el chalet super hortera y enorme que se está construyendo un nuevo rico y que desentona totalmente respecto a las construcciones tradicionales. En fin, cosas de la vida. Dejando ya atrás las casas del pueblo se toma una senda entre paredes, llegando enseguida a la antigua era, hoy reconvertida en campo de futbol. La vista de los montes al atardecer es extraordinaria, con unas tonalidades doradas que hacen resaltar las formas graniticas de los Montes de Valdesangil.

En los Montes se pueden ver algunas rocas de escalada que están en la guia de los escaladores salmantinos, de gran mérito.

A la izquierda de la era se llega hasta el río, que tiene agua en función de la estación. Lo normal es que tenga una agua abundante y cristalina, prácticamente todo el año, excepto en julio, agosto y septiembre. Este río, cruza el pueblo y desemboca en el Riofrío, cruzando la tristemente famosa Glorieta.

Continuando por el camino se puede ver una de las mejores casas de campo de la comarca, con su huerta, sus paneles solares, una galería estupenda, una orientacion perfecta y situada en el fondo del valle.

El camino continúa entre paredes de piedra, bordeando praderas de hierba con robles, castaños, fresnos y algunos chopos y álamos. Se ven rapaces y pequeñas aves.

Al llegar al fondo del valle hay una pradera, en la que nace el río. El paseo acaba ahí. Si se continúa por el camino se puede coronar los Picos de Valdesangil, dando vista a Fresnedoso. Es un camino que llega a fincas privadas y que a veces se pierde. A la derecha del camino, justo en el fondo del valle se sube por un regato que baja desde los montes con un sonido cantarín. Es fácilmente accesible. Si se sigue subiendo se puede coronar, dando vista a Vallejera.

En el camino de vuelta tuvimos la fortuna de ver una puesta de sol extraordinaria. Como he hecho ese camino muchas veces, doy fe de que con frecuencia se ven unas puestas de sol estupendas.

La entrada de BéjarLa EscuelaLa PlazaHorror, Papá Noel en ValdesangilChalet hortera en la Calle de ArribaLos Picos al atarcederEra-campo de futbolRoca de escaladaEl Río de ValdesangilFresnosLa casa idealEl fondo del valleRoca singular entre fresnosRodaduras heladasEl nacimiento del ríoEl fondo del valle2Puesta de solPuesta de sol 2