Antonio SanchezMe ha pedido mi primo Antolín que escribiera unas líneas sobre Antonio para la revista , ya que le van a dar otro merecido homenaje. (Es la única persona que conozco, que cuando acabó su etapa como responsable de deportes en el Ayuntamiento, le homenajearon todos los grupos políticos así como todas las personas relacionadas con el mundo del deporte de Béjar). Y lo hago encantado, ya que ha sido para mí, profesor, jefe, compañero y amigo. Así recuerdo mis encuentros con Antonio ….

Vaya por delante, que siento admiración por su trayectoria profesional y también por su calidad humana, y que curiosamente, mi vinculación con Antonio, toca dos aspectos muy importantes en mi vida: La Educación Física y el Atletismo.

Haciendo memoria, voy a relatar alguna anécdotas de mi relación profesional con “Toñete” que así le llamaba en un principio y que luego, fue Antonio.

Le conocí como mi profesor de Educación Física del Instituto “Ramon Olleros” de Béjar y curiosamente, en unas de las primeras clases me expulsó por estar dando “el follon” con otro compañero. Ese curso lo terminé con la calificación de sobresaliente. Algo haríamos los dos para que a lo largo del curso nos valoráramos mutuamente y yo reforzara mi incipiente deseo de, en un futuro, ser profesor de “Gimnasia”, que así se llamaban a la asignatura por entonces.

Tengo un recuerdo un tanto “vago” de los contenidos que se realizaban en clase, pero recuerdo un profesor, que valoraba los esfuerzos, motivaba a sus alumnos y potenciaba las aptitudes de cada uno. También hay que valorar, el tiempo que dedicó y seguro que dedica, a todo lo relacionado con su actividad profesional, más allá de lo que se le pide. En ese contexto, realizaba y proponía actividades “extraescolares” que para unos crios como nosotros, era algo fantástico.

En una de estas actividades, nos llevó a realizar unas pruebas de atletismo a “Santa Ana”, marco la distancia que teníamos que correr en el paseo central (que entonces nos parecía grandísimo) y nos cronometro unas pruebas de velocidad, a unos pocos, de fondo y saltos a otros (Antonio me cronometró allí mis primeros 80 metros, distancia de la que fui “Record Nacional Infantil Escolar” unos años después). Por lo visto, los resultados fueron buenos y selecciono un grupo en el que me encontraba yo, para ir a competir a Salamanca. En estos años, “el Botánico” era la pista de la Universidad donde se realizaban las competiciones, y que para hacernos una idea y como anécdota del atletismo escolar de esa época, las pistas eran de ceniza, y los listones del salto de altura de madera, que además se acabaron de tanto romperlos (las competiciones federadas, se realizaban con listones metálicos triangulares que eran muy duros si te caías encima). Tuvimos una actuación razonable y sobre todo, a mí me quedó el gusanillo del Atletismo, que lo practiqué de manera más continua en Zamora, donde tuve la suerte de destacar.

Precisamente, gracias a una beca de atletismo, empecé a realizar estudios de Educación Física en el INEF de Madrid y como Béjar siempre me ha gustado y tirado mucho, en los veranos de los primeros curso, quise trabajar.

De nuevo apareció la figura de Antonio (siempre dispuesto a dar oportunidades y mejorar los recursos humanos de los que era responsable) que siendo concejal de deportes, me propuso impartir cursos para el Ayuntamiento de atletismo, formación de monitores y natación (por cierto, a unas de mis charlas de atletismo, asistió un joven entonces Antonio Sanchez Muñoz, a la postre campeón y record de España absoluto de velocidad, Olímpico y posiblemente el mejor y más laureado deportista que ha dado Béjar). Colaboré con el Ayuntamiento durante algunos veranos.

Me consta, que en esta época, se volcó con todo lo que suponía la entonces incipiente Actividad Física reglada (aún más en el Balonmano), pero también fomento las actividades de carácter recreativo (rescate de juegos populares y tradicionales) y las hoy denominadas actividades físicas de Salud como el montañismo, el senderismo, las acampadas, los circuitos naturales…y en todo esto y más, Antonio se implicó y se entregó.

Béjar a mi entender, tiene por un lado unos recursos naturales extraordinarios (la montaña y su entorno son increíbles) y por otro, unos ciudadanos, que aún siendo muy capaces (creo que el bejarano es muy deportista) necesitan de personas como Antonio, que sean capaces de fomentar, proponer, organizar ….. y no siempre le han dejado.

Cuando tiempo después, y ya en tareas de profesor de Educación Física me destinan a Béjar, coincidí con Antonio como compañero en el departamento del Instituto “Rio Cuerpo de Hombre” y aprecié entonces, a una persona que aún tenía un notable afán por aprender (en este caso, las novedades de la Educación Física que yo le podía aportar por ser muy recientes mis estudios), con una humildad que le honraba para compartir experiencias y un deseo extraordinario de realizar mejor su trabajo. ¡que persona y que profesional!

Luego, vine a trabajar a Murcia y no tengo mucho contacto con él, pero cada vez que suena su nombre (conozco en Murcia a otros dos Antonio Sanchez) viene a mi mente, la figura de este personaje tan enraizado en Béjar y en sus gentes y tan (cosa rara) querido por todos.

¡¡¡¡ Enhorabuena Antonio por este homenaje y sobre todo por cómo eres !!!!

Juan Pedro Maillo Alvarez