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Menos que cero
“Menos que cero” es el título castellano de la exitosa primera novela de Bret Easton Ellis (autor de "American Psicho"), escrita en 1985, que narra, en formato de diario, la decadencia de un grupo de niños de papá que trata de llenar sus vacíos y aburridos días a través del rock, el sexo o las drogas, un puro descenso a los infiernos de los jóvenes de la clase alta californiana. También es el título de una película de 1996, de Ernesto Tellería, ambientada en Bilbao, sobre la inmigración ilegal, cruzada con un episodio de especulación urbanística. También podríamos usar esas tres palabras para hablar, en abstracto, de una cantidad negativa, pero en el día de hoy las usaremos para designar lo que recibe la ciudad de Béjar de ese nefasto invento llamado Junta de Castilla y León: MENOS QUE CERO.
El asunto viene a cuento a raíz de la lectura de un folleto que reparten por estos días en los vuelos de Iberia, como parte de una campaña publicitaria de promoción turística llevada a cabo por la inefable Junta y cuya portada les adjunto: CASTILLA Y LEÓN ES VIDA ¿TE LO VAS A PERDER?
Se trata de un folleto con formato de cuaderno, bien editado, en castellano y en inglés, con abundantes fotografías, en el que se pasa revista a los múltiples reclamos que Castilla y León puede ofrecer al visitante.
Pues bien, en ese folleto en que, a modo de capítulos, se van nombrando las principales referencias de las distintas provincias en apartados tales como la naturaleza, el patrimonio, el arte, la cultura, la gastronomía y otras actividades, ¿cuántas veces creen ustedes que se nombra a Béjar? Lo han adivinado: MENOS QUE CERO.
Veamos las referencias de la provincia de Salamanca que aparecen en el folleto, aparte de la sempiterna y fagocitadora capital.
En el apartado de naturaleza: la Sierra de Francia, el Valle de las Batuecas y el Espacio Natural de Candelario (este último, así, con ese nombre).
En el de arte y cultura, los hitos elegidos son Ciudad Rodrigo, el castillo de San Felices de los Gallegos y La Alberca.
Y en gastronomía, Guijuelo y sus jamones, las lentejas de la Armuña y los vinos de los Arribes del Duero.
¿Han visto ustedes alguna mención a la villa renacentista de El Bosque, a la Sierra de Béjar, a la estación de esquí de la Covatilla o a Mateo Hernández?
Está claro que esos palurdos que rigen los destinos de esta región no saben dónde queda Béjar ni qué se cuece por aquí. Pero no tienen empacho en colocar en el hit parade del arte y la cultura de Castilla y León al “decimonónico Parque del Campo Grande de Valladolid que está repleto de fuentes, pavos reales, ardillas y hasta un lago”. Patético.
¿Para qué quiere Béjar a la Junta de Castilla y León?
- FE DE ERRATAS y defectos de
hace 12 horas 33 mins - Lo que diga Esther va a
hace 2 días 12 horas - POr cierto Esther.¿ Que
hace 3 días 6 horas - Y a AYUSO.
hace 3 días 6 horas - Gracias Esther por decir hoy
hace 3 días 12 horas - Ya no cuela este tema. Que
hace 4 días 8 horas - Aquí el caso es poner pega
hace 4 días 8 horas - Aquí huele a Koldo
hace 5 días 4 horas - La PSOE es como la gata
hace 5 días 10 horas - También había
hace 5 días 13 horas
Cierto amigo. Nos encontramos en medio de ninguna parte. Somos "zona fronteriza". Nuestro acento nos delata; no hablamos un castellano pulcro, ni tenemos el deje extremeño, y lo que en otrora tuvimos..., parece que hubiéramos sufrido una castración colectiva.
No culpemos a nadie de nuestras miserias ni esperemos milagros, como mucho, bendiciones que no cuestan un chavo, y la mayor que tenemos es el medio en que nos encontramos.
Es triste ver que la comunidad a la que dicen que pertenecemos nos olvida y a la que damos vista nos añora. Ni contigo ni sin ti... que diría la canción. En nuestra mano está cambiarlo.
¿Se habrán enterado de esta cuestión en la Concejalía de Turismo y en la Alcaldía de Béjar?
¿Y la diputada Ana Muñoz habrá dicho algo en las Cortes? O aquí, como casi siempre, nadie se entera, nadie sabe, nadie contesta.
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