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Redactar y presentar un Currículum con poca o sin experiencia laboral
Iván Parro
Llegamos a un momento del año donde se multiplican las ofertas de trabajo de cara a la campaña de Navidad en muchas empresas y establecimientos, aprovechando el tirón en ventas que pueden conseguir. Son días de mucho ajetreo y de preparativos. Se acaba el año, se quiere quedar con la familia, se pretenden los mejores deseos y el consumismo de ciertos productos llega hasta límites a veces incomprensibles.
Y en esta coyuntura muchos obtienen unos ingresos extra con trabajos temporales en diversos puestos; otros esperan conseguir su primer trabajo remunerado y cotizando, y así se produce una especie de sinergia y de conexión entre compradores-vendedores, empresas-trabajadores, que quizá aparezca pocas veces de nuevo durante el resto del año.
En esta colaboración y la siguiente lo que pretendo es compartir algunos elementos, propuestas y consejos dirigidos a todos aquellos/as que están en busca de su primer empleo y además no cuentan con la experiencia suficiente para plasmarla en su Currículum, en su candidatura, y también explicar cómo se gestiona o se puede plasmar esto, de manera que nuestro Currículum sí que entre a formar parte de los elegidos para el proceso de selección de personal de una empresa.
Antes de nada queremos resaltar el hecho de que aunque no se tenga experiencia labora el candidato igualmente puede presentar su solicitud de empleo. ¿Pero cómo hacerlo? En este caso el candidato debe destacar y resaltar aspectos como la formación, la experiencia como voluntario (si se tuviera), las referencias o algunas de las competencias adquiridas.
Otros aspectos donde incidir serán el objetivo o los intereses laborales, los trabajos esporádicos o a tiempo parcial y actividades extracurriculares si las hubiera.
Junto con el Currículum con poca experiencia profesional o sin ella podríamos incluir una carta de presentación-motivación, en la cual sepamos transmitir a la empresa a la que nos dirigimos un resumen de nuestras cualidades y potencialidades más importantes y que serán aquellas que mejor coincidan también con las de la empresa.
En este primer acercamiento concluimos con una serie de consejos más generales para la realización y/o presentación del Currículum para en una próxima colaboración seguir ahondando un poco más en profundidad en la estructura, forma y apartados.
• Adaptar el Curriculum a la oferta de trabajo.
Este requisito es el mismo se tenga experiencia o no, pero es fundamental para el buen éxito de nuestra candidatura. Debemos escoger entre todos nuestros méritos y cualidades aquellas que mejor encajen o más se relacionen con el puesto de trabajo al que pretendemos optar, excluyendo en la medida de lo posible todo aquello que poco o nada tenga que ver con la oferta. A veces menos (si es pertinente y está destacado y bien explicado) en este caso es más.
• Una sola página es suficiente, no más, y separada por apartados como en el Currículum tradicional: datos personales, objetivos e intereses, formación, idiomas, competencias, logros e intereses personales, referencias, otros datos de interés (ahondaremos sobre todo ello en otra colaboración).
• Seleccionar un tamaño y tipo de fuente apropiado.
En este caso lo mejor es un estilo formal y elegante, fácil de leer y que denote profesionalidad, de tamaño justo sin ser exagerado pero tampoco mezquino, agradable a la vista. En algún caso se puede utilizar otro tipo de letra diferente para separar y destacar los bloques o apartados en los que dividamos el Currículum.
• Cuidar la ortografía y la redacción.
Este punto es importantísimo, puesto que si el lector/a del Currículum observa faltas o vocabulario inadecuado puede eliminar y desechar de manera fulminante e inmediata nuestra candidatura de empleo. Hacer todo lo posible para que esté bien redactado y puntuado. Esto no suele sumar pero nos asegura la continuación en la lectura y revisión.
• Ponerse en la piel del reclutador.
En este punto podemos hacer el ejercicio de ser nosotros/as quienes recibimos el Currículum y en ello saber qué nos gustaría que apareciera y cómo, qué sensaciones nos gustaría que transmitiera el candidato y todo ello aplicado a nuestro propio Currículum.
• Usar el poder de las redes sociales en nuestro beneficio.
Nunca mencionemos cuáles son nuestros perfiles si no son profesionales, mas si lo son aprovechemos todo su potencial, pidiendo incluso a alguno/a de nuestros contactos que lo muevan, lo compartan y lo difundan también entre sus propias redes, lo que quizá nos proporcionará publicidad y visibilidad.
Estos son algunos consejos que ampliaremos en próximas colaboraciones. Hasta entonces buen empleo a todos/as, recordando que el Currículum es solo un primer paso hacia el éxito.
Cualquier comentario o cuestión será bienvenida.
“La experiencia es lo que te queda cuando no obtienes lo que quieres. Y la experiencia es a menudo lo más valioso que tienes para ofrecer” (Randy Pausch)
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