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Pretender ocultar nuestros problemas y nuestras equivocaciones es perseverar en el error y alimentar la decadencia
Bejar biz trae a su portada un comentario que nos parece lúcido, clarificador y muy bien redactado, sobre la situación de la ciudad. Agradecemos a este lector cuya identidad desconocemos y a los otros lectores (aunque estemos en desacuerdo o nos critiquen) que participan con sus aportaciones, que consideramos fundamentales para que haya debate y la ciudad de Béjar pueda identificar sus problemas y avanzar en las soluciones.
Comentario del lector
Que yo vea, en este medio se ofrece toda la información y opina todo el que quiere. Las razones de unos y de otros son las que hay que considerar.
No hay más que darse una vuelta por sus secciones para darse cuenta de que aquí aparecen los temas "buenos" y no solo los "malos".
Pretender ocultar nuestros problemas y nuestras equivocaciones es perseverar en el error y alimentar la decadencia.
Béjar tiene una rasa de paro del 21'18% (la media en Castilla y León es del 11'2%) y ha perdido casi la cuarta parte de su población en los últimos años, el 70% de sus habitantes son población inactiva o pasiva, el 52% de su población tiene más de 50 años, mientras los menores de 25 no llegan al 20% y, según los datos del INE, ha visto cerrar en los últimos seis años casi el 10% de sus empresas.
Eso sí, nuestro paisaje es precioso y nuestro alcalde tan simpático que reparte bolígrafos.
Sigamos creyendo que vivimos en el mejor de los mundos y que en Béjar no hay que cambiar nada, sigamos engañándonos a nosotros mismos y poniéndolo todo muy bonito para convencernos entre nosotros de que todo es estupendo y en Béjar hay mucha "animación". Acallemos las voces críticas que nos molestan poniendo de relieve nuestras carencias, en vez de trabajar para superarlas y demostremos con ello nuestro "bejaranismo", que consiste, sobre todo, en negar cualquier evidencia que contradiga nuestro relato.
Así es como se solucionan los problemas ignorándolos. Así llevamos haciéndolo durante décadas y así estamos.
Y si tanto nos preocupa lo que se "muestra al mundo" más valdría que les pidiéramos explicaciones a los responsables de la estación por lo que los usuarios cuentan en los foros. Porque cuando la gente viene aquí, ve la realidad y no el cuento que algunos pretenden que nos creamos todos.
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Lo que pasa en Béjar con el silencio que se quiere imponer es como lo que pasaba con las mujeres maltratadas" callate hija que una hostia de vez en cuando es normal" no manches el honor familiar que es lo importante.
Muy bueno el comentario.
Otra característica del "bejaranismo" al que alude el comentarista es el de echarle siempre la culpa de las cosas a otros.
Por ejemplo: la culpa de la ruina del textil la tienen los chinos, que resulta que hacen los uniformes más baratos. No la tenemos nosotros, que desde hace cincuenta años no hemos pensado en que, a lo mejor, tendríamos que haber comenzado a buscar en su momento otros mercados, otros productos u otras actividades fabriles.
No sólo eso. A esos "otros" a quienes les echamos la culpa de lo que nos pasa, también les responsabilizamos de que no haya nuevas empresas. En vez de analizar por qué no somos nosotros mismos quienes las ponemos en marcha. Así, llevamos más de un año esperando que "empresarios catalanes" nos contraten para trabajar de obreros o, con un poco de suerte, de encargados, en nuestros bosques. Repito, nuestros bosques.
Estoy bastante de acuerdo con el comentario acerca de que, entre todos los bejaranos, nos estamos apoyando para sostener una fábula que ya desde hace tiempo no puede soportar la realidad. A lo mejor esto explica porqué, aunque haya habido diferentes partidos políticos gobernando nuestro ayuntamiento en los últimos cuarenta años, la tendencia nunca ha cambiado y nuestra ciudad siempre ha seguido la mismas pautas; por lo que el resultado ha sido siempre el mismo: menos habitantes, menos empresas, más paro, menos oportunidades para los jóvenes y población cada vez más envejecida.
En mi opinión, casi da igual quién esté al frente (lo que no disculpa a quienes, como Alejo, durante todo este tiempo han viajado en moto alimentando la fábula en vez de analizar y corregir nuestro error). Si, dentro de cuatro meses, cambiamos de alcalde, mucho me temo que seguiremos como siempre.
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