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La Covatilla y la crónica de una muerte anunciada
El cambio climático no es un rumor ni una predicción de algún vidente trasnochado. Es la crónica de una muerte anunciada por la ciencia. Pero Béjar aún cuenta con recursos suficientes para trabajar por futuro mejor que no requiera del apoyo de entidad divina alguna.
El clima; o sea su comportamiento, es predecible. Es algo que se percibe en Béjar a simple vista desde hace algunos años; ya antes de que el Ayuntamiento comenzara a invertir en la creación de las condiciones necesarias para que algún inversor concibiese una estación de esquí y se construyera una carretera de montaña
Durante un corto período de tiempo la estación de esquí La Covatilla funcionó; pero ninguna inversión importante se hace por corto tiempo. Era ilusionante lo que entonces sucedió: las calles de Béjar estaban llenas de coches con matrículas de España y también de Portugal.
Sin embargo, la felicidad dura poco en las casas de los pobres y los efectos del cambio climático se hicieron evidentes: la nieve comenzó a brillar por su ausencia y punto final a aquella crónica de una muerte anunciada. El inversionista se retiró, lo que no podía ser de otra forma, y la ascensión a la cima de la montaña, aún sin las pistas para esquiar, ha llegado a ser sólo un bonito paseo de fin de semana para algunos los bejaranos.
Ese paseo bonito tendría ahora un apoyo en los presupuestos municipales. La intención del alcalde Alejo Riñones de mantener con vida la estación, con nieve o sin ella, es una buena decisión, aun sin los esquíes. Sobre todo sin los esquíes. Es cierto que abandonar toda la infraestructura creada sería un error, aunque, para que ese espacio ideal no muera de una larga y penosa enfermedad, no basta con desearlo sino, sobre todo, requerirá de algo más que la buena voluntad y los deseos de la administración.
Habría que llevar a cabo una transformación de su imagen y hasta de su nombre relacionado con la nieve. Sería imprescindible que mantuviese, a cuenta de los dos millones de euros asignados, el interés no sólo de los bejaranos por ese espacio natural, sino además por el de Salamanca y Portugal. Y para eso son necesarias las iniciativas comerciales, públicas y privadas; sobre todo de las primeras, que atraerían a las segundas.
La Covatilla, sin nieve pero con sus bellos paisajes, podría levantarse al tercer día y librarnos, por el momento, de esa crónica de una muerte anunciada; pero no sería gracias a los deseos de los políticos, de todos los colores, sino por sus importantes actuaciones e iniciativas para revivir un espacio recreativo que incentivaría, especialmente, los viajes turísticos desde Salamanca y Portugal; sin olvidar la resurrección de los servicios y los atractivos de la ciudad natal de Don Quijote de la Mancha, quien anunciara, que “El crédito debe darse a las obras no a las palabras”.
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Sr. Reynaldo:
...y los atractivos de la ciudad natal de Don Quijote de la Mancha ????
Esta usted equivocado en esto, que no en el artículo en si.
Tienen usted razón, pero es asunto de redacción. Al hablar de ciudad natal de Don Quijote de la Mancha pretendí referirme al hecho de que al estar dedicada la obra al Duque de Béjar nuestra ciudad comparecía en el nacimiento mismo del Don Quijote... y en portada.Pero no cabe duda alguna que la ambigüedad es evidente.
Gracias. RL.
Le felicito por sus buenas intenciones, pero La Covatilla no tiene solución. No hay nieve suficiente (nunca la hubo más que algún año puntual) y es una estación de esquí. Nada se puede hacer que no esté relacionado con la nieve. Los bellos paisajes de los que habla han quedado reducidos a una loma llena de desmontes, escavaciones y pilonas. Ya se avisó en su momento que el daño iba a ser irreversible. Se me ocurren pocos sitios menos atractivos para hacer actividades de montaña que La Covatilla.
¿Tiene otro tipo de turismo cabida en Bejar? Sí, pero en otras zonas: Hoya Moros, Circo de Becedas, Lagunas del Trampal, Calvitero..., siguen siendo zonas con un alto valor paisajístico (gracias a que la crisis paró los planes de Turiscan de hacer una macroestación) que pueden atraer a un turismo quizás menos numeroso pero más homogéneo y estable a lo largo del año.
¿Es lo que tienen los políticos de Bejar planificado? Todo lo contrario, han dinamitado el posible parque natural y ya tienen concedidos otros pocos millones de euros para enterrarlos en la estación.
Un saludo
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