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Mundo sostenible, trabajos sostenibles: una oportunidad en desarrollo
Iván Parro
Piensa en verde y cambia tu vida. Quizá este eslogan resuma en cierto modo una conciencia que cada vez se está implantando más en algunos sectores sociales y económicos, y que en un futuro no muy lejano podría suponer una revolución en muchos sentidos.
En esta ocasión vamos a detenernos a explicar la influencia del pensamiento verde en el ámbito laboral; lo que algunos llaman empleos verdes o trabajo sostenible. Para unos se presentan como una posible solución al cambio climático; para otros es una respuesta a la crisis económica que seguimos sufriendo. Y en opinión de la Organización Internacional del Trabajo, los empleos verdes son y pueden ser todo eso y aún mucho más.
Pero comencemos por definir el empleo verde. Este concepto se refiere fundamentalmente al empleo que puede reducir el impacto ambiental de las empresas y de los sectores económicos hasta alcanzar niveles sostenibles. Dicho de otro modo son trabajos que permiten reducir el consumo de energía, el abuso de materias primas y de agua mediante estrategias y planes de eficiencia; reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuyen o evitan por completo cualquier tipo de desecho o de contaminación, un grave problema que seguimos padeciendo y viendo en muchos de nuestros ríos pero también en mares y océanos.
Según los datos de Greenpeace ocho millones de toneladas de basura llegan al año a mares y océanos (peso equivalente a ochocientas Torres Eiffel); cada segundo más de 200 kilos de basura van a parar a los océanos y el 70% de esa basura se queda en el fondo marino, el 15% en la columna de agua y el tanto por ciento restante en la superficie. Recientemente se ha informado del caso de una ballena encontrada muerta en Indonesia con más de mil objetos de plástico en su estómago, entre los cuales había dos pares de chanclas y más de cien vasos. Debemos concienciarnos todo lo posible acerca de este problema ecológico, pues está en juego nuestra propia subsistencia.
Regresando al mundo laboral, indicar que es cada vez más urgente y necesario que la economía sea sostenible, que pueda ofrecer alternativas ecológicamente válidas para el conjunto de la sociedad y responder a la llamada de auxilio del planeta. Según se afirma en el informe de la OIT “El desarrollo sostenible, el trabajo decente y los empleos verdes” para que las empresas y los mercados de trabajo “sean sostenibles, la ecologización de la economía como medio para lograr un desarrollo sostenible no es una opción sino una necesidad (…) Los daños que la degradación ambiental causa a las economías y a la sociedad pueden menoscabar muchos de los avances en materia de desarrollo y lucha contra la pobreza conseguidos en las últimas décadas. Los sectores más amenazados por el cambio climático, como la agricultura, la silvicultura y la pesca, proporcionan empleo a más de mil millones de personas”.
Es de vital importancia un cambio de orientación, de mentalidad, de visión hacia lo que nos rodea. Es primordial que sepamos reaccionar a tiempo ante los cambios medioambientales que ya empezamos a notar y a sentir desde hace varios años. Los fenómenos metereológicos también afectan al empleo, más bien a la pérdida de empleo, así como golpean la estructura socioeconómica de los lugares donde se producen, con efectos devastadores en muchos sentidos. Algunos datos extraídos del informe citado: “Los fenómenos metereológicos extremos, que parecen estar relacionados con el cambio climático, han acarreado ya pérdidas directas de empleos y de ingresos. En Nueva Orleans (Estados Unidos), el huracán Katrina provocó la pérdida de cerca de 40.000 puestos de trabajo en el año 2005, y los más afectados fueron las mujeres afroamericanas. En Bangladesh, el ciclón Sidr interrumpió la actividad de varios centenares de miles de pequeños negocios y afectó a 567.000 empleos”.
Todos estos son datos e informaciones que nos deben llevar a una reflexión importante acerca de nuestro ser y nuestro estar en el mundo y acerca del poder destructor (pero también creador) de la misma Naturaleza. Es cierto eso de que los desastres nunca vienen solos, y en el caso de desastres naturales vienen acompañados de innumerables pérdidas en muchos ámbitos, incluido también el laboral, lo que provoca que miles de personas entren en un círculo de pobreza, marginación, subdesarrollo, del que les cuesta mucho salir si no reciben ayudas y/o incentivos y nuevas oportunidades. En España parece que no tenemos o que no vivimos estos problemas y desastres ecológicos tan graves, pero sí que en parte ese cambio ya mencionado comienza a manifestar síntomas y algunas señales de alerta.
No somos inmunes ante un problema global que requiere de respuestas urgentes y comprometidas. Y ese camino de cambio lo debe marcar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada por Naciones Unidas en septiembre de 2015, y que marca las pautas a seguir para lograr transformar el mundo. En el punto 27 del documento se menciona el empleo: “Trabajaremos para construir economías dinámicas, sostenibles, innovadoras y centradas en las personas, promoviendo en particular el empleo de los jóvenes y el empoderamiento económico de las mujeres, así como el trabajo decente para todos (…) Todos los países saldrían ganando si dispusieran de una fuerza de trabajo sana, con buena formación y con los conocimientos y aptitudes necesarias para realizar un trabajo productivo y gratificante y participar plenamente en la sociedad”.
Y el objetivo número 8 de los 17 propuestos para el desarrollo sostenible reza así: “Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos”.
¡Cuánto nos queda por avanzar! ¡Cuánto nos queda por construir juntos aún!
En la Declaración de Salamanca, documento surgido de la Conferencia Iberoamericana sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible, celebrada en Salamanca en junio de este año, también se anima e impulsa a generar alianzas con otros actores sociales y poner en marcha acciones concretas de sensibilización, comunicación, demostración, organización o activación para dar a conocer los objetivos de la Agenda 2030.
Este resumen es una acción concreta de sensibilización y comunicación. Vendrán más. Conoceremos y podremos debatir y opinar sobre más. Se necesitan muchas más acciones de sensibilización y activación. Y sobre todo mayor implicación de todos para mejorar las condiciones de vida universales, para romper los círculos de pobreza, injusticia y desigualdad que ahogan y aprisionan a muchos millones de personas y activar los canales adecuados para dignificar a los trabajadores y trabajadoras, muchos de los cuales siguen buscando su oportunidad, su estabilidad, su futuro.
De todos ellos y de esas oportunidades en el sector verde hablaremos en próximas colaboraciones. Hasta entonces mucha suerte a todos/as los/las candidatos/as en su proceso de búsqueda de empleo deseándoles los mayores y mejores éxitos.
“En la naturaleza está la preservación del mundo” (Henry David Thoreau)
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: http://tinyurl.com/ya8sztuw
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