Bajo licencia de Creative Commons.
LA TECNOLOGÍA CONTRA MI CABEZA
La tecnología....Anoche encendí el ordenador dispuesta a descargar mi disco duro en el suyo, para, de esta manera, poder volver a capturar al día siguiente todo lo bueno e interesante que me depararía mi despertar. Lo primero, leer las noticias de mi ciudad, muchas e interesantes, suculento bocado que me da para varios comentarios. Los códigos de validación me dan la espalda, hasta siete veces, ¿qué les he hecho yo para que no me reconozcan?, ya sé que nadie nos ha presentado, pero sigo escrupulosamente las normas, me pongo las gafas, las de mi madre que tienen más aumento, escribo todo lo que me ordenan y… nada no hay manera. Sigo leyendo, al menos la pantalla no se apaga y me entero de múltiples y variadas noticias, (que no puedo comentar).
Para pasar un rato agradable, entro en el blog de Luís Felipe Comendador y me entero de que ha cumplido 25 años de casado. En la pantalla una foto preciosa de Mª Ángeles y su hijo y en mi cabeza tantos momentos vividos con ella desde el instituto. Con la melancolía en los ojos y la sonrisa en el alma decido enviarles un correo; yo decido sí, pero sin recordar que mi ordenador no me va a dejar. Está claro que hoy no escribo nada. Salgo del blog y se lo envío desde mi correo personal, ¿Le ha llegado? Seguro que no, porque se habrá quedado enredado en las entrañas del pensamiento tecnológico al que yo, ni de lejos, me puedo acercar.
Completamente desesperada le mando un mensaje a mi amigo Antonio Sánchez, quien siempre me contesta, y desato el granizo y la tormenta. Querido mío, espero que tengas paraguas.
Con el ánimo empapado y tiritando de contrariedad decido cambiar de ordenador, me voy al portátil de mi hija, que, quizá, no esté tan juguetón esta noche. Incauta de mí, ¡mira que no recordar que era una máquina adolescente!
Con la frágil memoria y el “pincho” cargado abrí el documento donde tengo empezado un cuento. Como soy búho y no alondra, es de madrugada cuando las telarañas del día se desprenden y salen letras y palabras para contar historias. ¡Por fin algo funcionaba!, transcurría una hora y una página, el relato salía y yo me divertía, el personaje me hacía guiños y se paseaba indolente por su propia aventura…
¿Qué botón he tocado? ¿Dónde le he dado que lo he perdido todo? ¿Desea guardar los cambios? ¿Qué cambios si yo no he cambiado nada?
El portátil adolescente se burlaba de mí y yo, como estaba sola, más sola que las tres de la madrugada, me fui a la cama.
Esta mañana he recibido un mensaje de Béjar- biz para registrarme como usuario (gracias amigo). ¿Alguien piensa que los códigos de validación me lo han permitido?
Me voy a la playa, a perder la mirada y la cabeza en la arena, el portátil se queda debajo de la cama, la cámara de fotos metida en la cisterna y el móvil, mejor no os digo donde meteré el móvil.
Marina Hernández Martín
- Pues ya lo sabe usted
hace 19 horas 39 mins - Lo de "todólogo" es cosa
hace 3 días 2 horas - Con lo de Todólogo te
hace 3 días 4 horas - No preocuparse que aquí ha
hace 3 días 6 horas - Creo que el Ayuntamiento
hace 5 días 3 horas - Ese derrumbe no es novedad,
hace 5 días 6 horas - Los pequeños accionistas
hace 6 días 9 horas - Da gusto leerle. Saludos.
hace 1 semana 1 hora - Pues si le afecto el tema,
hace 1 semana 6 horas - Qué cosas pasan !!!! Lo
hace 1 semana 21 horas
Enviar un comentario nuevo