Por José Molina Molina. Doctor en Economía, Sociólogo y miembro de Economistas Frente a la Crisis.
Publicado en el blog Economía a pie de calle

En mi libro abordo con sinceridad los problemas que impiden una sociedad más equitativa, los cambios que son urgentes, las demandas ciudadanas sin respuesta, todo ello en una España en ebullición, que debemos abordarlas antes que exploten.
Para ello el político debe convivir con los ciudadanos, sentir y compartir sus preocupaciones, las de cada día, no sólo cuando surgen las excepcionales por causa de una catástrofe, porque la situación que se palpa de desafección del ciudadano es consecuencia de esa separación. La política se debe vivir intensamente desde la ciudadanía con un compromiso por un cambio.

Las políticas de apoyo a la creación de empleo, no están dando resultados, y el resultado es un empleo precario y con menos derechos. Estamos comprobando como la desigualdad se impone en una sociedad que los que tienen altas rentas, tienen cada día más acumulación y los que menos, disponen de menos medios, tanto de renta como de servicios.
La reforma laboral es un suspenso. Ha destrozado el pacto social, sin acuerdo en las medidas, y sin una política de control del fraude, tanto empresarial como estructural.

Con la corrupción, como con el contrabando y el narcotraficante, hay que combatirlos en el momento, cuando se hace a destiempo, no resuelve el problema, al contrario damos facilidades a los defraudadores para conseguir la impunidad con el tiempo. La corrupción es opaca, sabe saltarse los controles legales y circula por los agujeros negros de los procedimientos en las Administraciones Públicas y en las empresas. Antes que bajar sueldos, hay que eliminar corrupción.

¿Hay que bajar impuestos, o reformar profundamente el Sistema Fiscal?. Precisamos una nueva Hacienda Pública para los retos del siglo XXI, con un sistema que someta a gravamen la realidad económica, eliminando todas las ventajas económicas que disfrutan las grandes empresas que hacen que tributen las del Ibex en una banda del 1 al 7%. Hoy muchos no contribuyen, otros evaden, o se organizan para no tributar con planificaciones fiscales agresivas, y nadie piensa en el artículo 31.1 de la Constitución española. Todo el peso está en las rentas del trabajo y en los que tiene Hacienda controlados por sus declaraciones. El fraude hay que perseguirlo no burocráticamente, sino con medios independientes y más combativos.

Agotada la primera edición sale a la venta la segunda edición la segunda quincena de marzo, corregida y aumentada. Pedidos en librerías o en Internet.