Foto 2NAntes de que supiéramos de genes, una cuenta, que el hombre sabe echar desde hace mucho tiempo, nos hubiera mostrado lo parientes que somos.
Cada uno tenemos dos padres, y cada uno de ellos tiene otros dos padres, que son nuestros cuatro abuelos. Llamémoslos nuestra segunda generación hacia atrás. Por tanto, nuestra segunda generación hacia atrás, nuestros abuelos, está formada por 4 personas, que es 2 elevado a 2. Como cada uno de nuestros abuelos tuvo dos padres, el número total de esos padres se obtiene multiplicando 4 por 2, que es 2 elevado a 3, o sea 8. Es decir, nuestra tercera generación hacia atrás está constituida por 8 personas que son nuestros bisabuelos. Así, para obtener el número de los antepasados de nuestra generación número N hacia atrás, basta elevar el número dos al número N. Por eso, el número de nuestros tatarabuelos, que es nuestra cuarta generación hacia atrás, es 2 elevado a 4, que son 16.

Si ponemos veinte años para cada generación, hace 200 años vivía nuestra décima generación hacia atrás, que son 2 elevado a 10, que da 1 024 personas. Eso quiere decir que, casi con toda seguridad, las familias afincadas desde hace más de doscientos años en cualquiera de los pueblos de los alrededores, que no pasan, pongamos, de 500 habitantes, son parientes por varios caminos. Nuestra generación 13 vivió hace aproximadamente 250 años, y está constituida por 8 192 personas. No creo que Béjar tuviera entonces ese número de habitantes. Por tanto, solo hay que remontarse 250 años atrás para asegurar que todas las viejas familias bejaranas están emparentadas. Nuestra generación 25 vivió hace quinientos o seiscientos años, cuando los Reyes Católicos. Estaba formada por 2 elevado a 25, que es 33 554 432, más de 33 millones de personas, más que la población de España entonces. Incluso poniendo 25 años para cada generación, la que vivió cuando Alfonso X el Sabio, hacia 1 250, fue la generación 30, compuesta por 1 073 741 824, más de mil millones de personas. Significa que todos los españoles que vivían entonces son antepasados nuestros o parientes próximos de antepasados nuestros por múltiples líneas. Y también muchos portugueses, y muchos franceses, y muchos italianos, muchos europeos, asiáticos, africanos, americanos, romanos, cartagineses, griegos...
La generación que vivió en tiempo de Jesucristo está entre la 80 y la 100, según consideremos 25 o 20 años para cada generación. Dos elevado a 80 es (¡perdón por el número!) 1208925819614629174706176. Más de doce mil trillones de antepasados. Eso quiere decir que, con seguridad, todos los actuales israelitas, los palestinos, los árabes y los habitantes del resto de la zona que llamamos Oriente Próximo, tienen antepasados entre los antepasados próximos de Jesucristo por muchas líneas de parentesco. No tienen que remontarse a Abrahán. Y, probablemente, el lector también tiene, entre sus antepasados, parientes próximos de Jesucristo.
Cuentas tan sencillas como estas bastan para saber más cosas. Por ejemplo que cada uno de nosotros llevamos genes de muchos reyes de nuestra Historia, y también de muchos esclavos.
La fotografía es una composición de Roberto Carlos Redondo Melchor.
Se expone el tema con algo más de detalle en http://www.usal.es/~electricidad/Principal/Circuitos/Comentarios/Temas/C...